DICCIONARIO MÉDICO
Ambivalencia
En el ámbito de la medicina —y en particular de la psiquiatría y la psicología clínica— el término ambivalencia describe la coexistencia simultánea de dos impulsos, emociones, actitudes o ideas opuestas respecto a la misma persona, objeto, situación o decisión. Esta vivencia dual genera en el individuo un conflicto interno que puede expresarse como indecisión, parálisis conductual o ansiedad. Aunque la ambivalencia es un fenómeno psicológico universal —todos hemos sentido «amor-odio» o “quiero pero no puedo”—, adquiere relevancia patológica cuando es intensa, persistente o desorganizadora hasta el punto de interferir en la función social, laboral o en la adherencia terapéutica. El concepto fue introducido en 1910 por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler —quien acuñó también el término esquizofrenia— para describir uno de los síntomas cardinales de este trastorno. Desde entonces, la ambivalencia se ha investigado en diversos contextos: trastornos del espectro esquizofrénico, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad generalizada, trastornos de la personalidad y, a nivel médico general, en la conducta de salud (p. ej., deseo de dejar de fumar vs. placer inmediato del cigarrillo). Implica la experiencia concurrente de emociones antagónicas (amor-odio, miedo-atracción) hacia el mismo estímulo. Se manifiesta, por ejemplo, cuando un paciente con dependencia emocional expresa ternura y resentimiento simultáneo hacia su pareja. Consiste en sostener creencias o juicios contradictorios. Un paciente puede opinar que la medicación es necesaria para mejorar, pero a la vez creer que “los fármacos son veneno”. Alude a la incapacidad de decidir o ejecutar una acción por fuerzas motivacionales opuestas. Puede observarse en la catatonía esquizofrénica («les pido que levanten la mano y el paciente la eleva medio camino y la mantiene inmóvil»). La investigación actual destaca la interacción de tres redes cerebrales: Una conectividad hiperreactiva entre amígdala e ínsula con una hipofunción prefrontal favorece la percepción simultánea de señales opuestas sin resolución adaptativa, originando el estado ambivalente. Bleuler incluyó la ambivalencia dentro de sus “cuatro A” (asociaciones, afecto, ambivalencia, autismo). El paciente puede sonreír y llorar al narrar el mismo suceso o oscilar en segundos entre obedecer y desafiar una orden. Se asocia a desorganización del pensamiento y mayor disfunción social. El dudar patológico es una forma de ambivalencia volitiva: la persona no logra concluir que la puerta está cerrada pese a verificarla varias veces. La psicoeducación y la exposición con prevención de respuesta disminuyen el conflicto interno. En la fase mixta, los pacientes muestran elevación del ánimo y agitación junto con ideación depresiva, un ejemplo de ambivalencia afectiva grave que incrementa el riesgo suicida. La ambivalencia entre placer inmediato y consecuencias negativas es el núcleo de las «charlas de cambio» en Entrevista Motivacional. Explorar y resolver esta ambivalencia mejora la abstinencia. Preguntar al paciente sobre sentimientos contrapuestos, dudas persistentes y conductas vacilantes. Indagar ejemplos concretos. Técnica que explora pros y contras percibidos por el paciente respecto a un cambio (pérdida de peso, adherencia a medicación). Los pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, VIH, EPOC) a menudo presentan ambivalencia respecto al cambio de estilo de vida o adherencia farmacológica. El uso de modelos de decisión compartida y herramientas de ayuda a la decisión (decision aids) reduce la indecisión y mejora los resultados de salud. No. En cierto grado es adaptativa y refleja la complejidad de las decisiones humanas. Se vuelve clínica cuando genera malestar significativo o deterioro funcional. Los conflictos leves suelen resolverse con el tiempo y la experiencia. Sin embargo, en trastornos psiquiátricos crónicos requiere intervención profesional. Los fármacos modulan síntomas subyacentes (ansiedad, impulsividad, desregulación anímica), facilitando la terapia psicológica que aborda la ambivalencia. Es normal experimentar aceptación y negación simultáneas como parte del proceso de adaptación. Si la ambivalencia bloquea el inicio del tratamiento, busque apoyo psicológico. No necesariamente. La indecisión puede deberse a falta de información, baja autoestima o funciones ejecutivas alteradas. La ambivalencia involucra sentimientos o ideas opuestas claramente identificables. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es ambivalencia
Dimensiones de la ambivalencia
1. Ambivalencia afectiva
2. Ambivalencia cognitiva
3. Ambivalencia volitiva (o de la voluntad)
Modelo neurobiológico de la ambivalencia
Ambivalencia en trastornos psiquiátricos
Esquizofrenia
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Trastorno bipolar
Conductas adictivas
Evaluación clínica de la ambivalencia
Anamnesis focalizada
Escalas psicométricas
Entrevista Motivacional (EM) y balance decisional
Consecuencias clínicas de la ambivalencia no resuelta
Abordaje terapéutico
Psicoterapia
Farmacoterapia
Ambivalencia y toma de decisiones médicas
Cuándo acudir al médico
Precauciones y autocuidado
Preguntas frecuentes
¿La ambivalencia es siempre patológica?
¿Puede la ambivalencia desaparecer por sí sola?
¿Las pastillas “quitan” la ambivalencia?
¿Por qué me siento ambivalente tras recibir un diagnóstico grave?
¿La indecisión siempre indica ambivalencia?