DICCIONARIO MÉDICO

Ambivalencia

Qué es ambivalencia

En el ámbito de la medicina —y en particular de la psiquiatría y la psicología clínica— el término ambivalencia describe la coexistencia simultánea de dos impulsos, emociones, actitudes o ideas opuestas respecto a la misma persona, objeto, situación o decisión. Esta vivencia dual genera en el individuo un conflicto interno que puede expresarse como indecisión, parálisis conductual o ansiedad.

Aunque la ambivalencia es un fenómeno psicológico universal —todos hemos sentido «amor-odio» o “quiero pero no puedo”—, adquiere relevancia patológica cuando es intensa, persistente o desorganizadora hasta el punto de interferir en la función social, laboral o en la adherencia terapéutica.

El concepto fue introducido en 1910 por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler —quien acuñó también el término esquizofrenia— para describir uno de los síntomas cardinales de este trastorno. Desde entonces, la ambivalencia se ha investigado en diversos contextos: trastornos del espectro esquizofrénico, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad generalizada, trastornos de la personalidad y, a nivel médico general, en la conducta de salud (p. ej., deseo de dejar de fumar vs. placer inmediato del cigarrillo).

Dimensiones de la ambivalencia

1. Ambivalencia afectiva

Implica la experiencia concurrente de emociones antagónicas (amor-odio, miedo-atracción) hacia el mismo estímulo. Se manifiesta, por ejemplo, cuando un paciente con dependencia emocional expresa ternura y resentimiento simultáneo hacia su pareja.

2. Ambivalencia cognitiva

Consiste en sostener creencias o juicios contradictorios. Un paciente puede opinar que la medicación es necesaria para mejorar, pero a la vez creer que “los fármacos son veneno”.

3. Ambivalencia volitiva (o de la voluntad)

Alude a la incapacidad de decidir o ejecutar una acción por fuerzas motivacionales opuestas. Puede observarse en la catatonía esquizofrénica («les pido que levanten la mano y el paciente la eleva medio camino y la mantiene inmóvil»).

Modelo neurobiológico de la ambivalencia

La investigación actual destaca la interacción de tres redes cerebrales:

  • Red de valoración emocional (amígdala, ínsula): codifica la valencia positiva o negativa de un estímulo.
  • Red de control cognitivo (corteza prefrontal dorsolateral y anterior): integra información conflictiva, pesa costes y beneficios.
  • Sistema de recompensa mesolímbico (área tegmental ventral, núcleo accumbens): asigna motivación hedónica.

Una conectividad hiperreactiva entre amígdala e ínsula con una hipofunción prefrontal favorece la percepción simultánea de señales opuestas sin resolución adaptativa, originando el estado ambivalente.

Ambivalencia en trastornos psiquiátricos

Esquizofrenia

Bleuler incluyó la ambivalencia dentro de sus “cuatro A” (asociaciones, afecto, ambivalencia, autismo). El paciente puede sonreír y llorar al narrar el mismo suceso o oscilar en segundos entre obedecer y desafiar una orden. Se asocia a desorganización del pensamiento y mayor disfunción social.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El dudar patológico es una forma de ambivalencia volitiva: la persona no logra concluir que la puerta está cerrada pese a verificarla varias veces. La psicoeducación y la exposición con prevención de respuesta disminuyen el conflicto interno.

Trastorno bipolar

En la fase mixta, los pacientes muestran elevación del ánimo y agitación junto con ideación depresiva, un ejemplo de ambivalencia afectiva grave que incrementa el riesgo suicida.

Conductas adictivas

La ambivalencia entre placer inmediato y consecuencias negativas es el núcleo de las «charlas de cambio» en Entrevista Motivacional. Explorar y resolver esta ambivalencia mejora la abstinencia.

Evaluación clínica de la ambivalencia

Anamnesis focalizada

Preguntar al paciente sobre sentimientos contrapuestos, dudas persistentes y conductas vacilantes. Indagar ejemplos concretos.

Escalas psicométricas

  • Ambivalence over Emotional Expressiveness Questionnaire (AEQ).
  • Decisional Conflict Scale (DCS) en medicina conductual.
  • Scale for the Assessment of Negative Symptoms (ítem ambivalencia en esquizofrenia).

Entrevista Motivacional (EM) y balance decisional

Técnica que explora pros y contras percibidos por el paciente respecto a un cambio (pérdida de peso, adherencia a medicación).

Consecuencias clínicas de la ambivalencia no resuelta

  • Baja adherencia a tratamientos oncológicos, psiquiátricos o crónicos.
  • Conductas autolesivas al coexistir impulsos de vida y muerte (parasuicidio).
  • Consumo de sustancias intermitente (binge drinking) con sentimiento de culpa.
  • Demora en decisiones sanitarias importantes (cirugía, vacunación).

Abordaje terapéutico

Psicoterapia

  1. Entrevista Motivacional: enfatiza la autonomía, utiliza preguntas abiertas, escucha reflexiva y refuerza discurso de cambio.
  2. Terapia cognitivo-conductual (TCC): reestructura creencias duales, emplea exposición con prevención de respuesta en TOC.
  3. Terapia dialéctico-conductual (TDC): ayuda a tolerar la tensión entre opuestos (“dialéctica”) en trastorno límite de la personalidad.
  4. Terapia de aceptación y compromiso (ACT): fomenta la fusión cognitiva y la acción guiada por valores pese a la ambivalencia.

Farmacoterapia

  • Antipsicóticos atípicos (risperidona, olanzapina) reducen ambivalencia afectiva en esquizofrenia al modular dopamina mesolímbica.
  • ISRS en TOC y ansiedad disminuyen la incertidumbre obsesiva.
  • Estabilizadores del ánimo (lithium, valproato) disminuyen oscilaciones afectivas mixtas.

Ambivalencia y toma de decisiones médicas

Los pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, VIH, EPOC) a menudo presentan ambivalencia respecto al cambio de estilo de vida o adherencia farmacológica. El uso de modelos de decisión compartida y herramientas de ayuda a la decisión (decision aids) reduce la indecisión y mejora los resultados de salud.

Cuándo acudir al médico

  • Dificultad persistente para tomar decisiones básicas (higiene, ingesta) que interfiere con la vida diaria.
  • Dudas obsesivas con rituales de verificación > una hora al día.
  • Fluctuaciones afectivas extremas con ideación suicida.
  • Consumo de alcohol/drogas como manera de “callar” sentimientos contradictorios.
  • Indiferencia o parálisis conductual que pone en riesgo la salud (posponer insulinoterapia, quimioterapia).

Precauciones y autocuidado

  • Registrar pensamientos contrapuestos en un diario para analizarlos con un profesional.
  • Practicar mindfulness para observar emociones sin juzgarlas.
  • Realizar listas de pros y contras antes de grandes decisiones sanitarias.
  • Evitar uso de sustancias como estrategia de afrontamiento.
  • Grupo de apoyo (pares, familiares) que facilite perspectivas externas.

Preguntas frecuentes

¿La ambivalencia es siempre patológica?

No. En cierto grado es adaptativa y refleja la complejidad de las decisiones humanas. Se vuelve clínica cuando genera malestar significativo o deterioro funcional.

¿Puede la ambivalencia desaparecer por sí sola?

Los conflictos leves suelen resolverse con el tiempo y la experiencia. Sin embargo, en trastornos psiquiátricos crónicos requiere intervención profesional.

¿Las pastillas “quitan” la ambivalencia?

Los fármacos modulan síntomas subyacentes (ansiedad, impulsividad, desregulación anímica), facilitando la terapia psicológica que aborda la ambivalencia.

¿Por qué me siento ambivalente tras recibir un diagnóstico grave?

Es normal experimentar aceptación y negación simultáneas como parte del proceso de adaptación. Si la ambivalencia bloquea el inicio del tratamiento, busque apoyo psicológico.

¿La indecisión siempre indica ambivalencia?

No necesariamente. La indecisión puede deberse a falta de información, baja autoestima o funciones ejecutivas alteradas. La ambivalencia involucra sentimientos o ideas opuestas claramente identificables.

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