DICCIONARIO MÉDICO

Amaurosis

Qué es amaurosis

Amaurosis es un término médico clásico que designa la pérdida total o casi total de la visión con pupilas morfológicamente normales, sin lesiones aparentes en los medios transparentes del ojo y, en muchas ocasiones, con un fondo de ojo inicialmente anodino. En la práctica clínica moderna se emplea para describir fenómenos de ceguera transitoria (amaurosis fugaz), ceguera permanente por afectación de retina o nervio óptico, y ceguera cortical de etiología neurológica. La palabra procede del griego amaurós (oscuro, sin brillo) y subraya la sensación de negrura repentina que experimenta la persona afectada.

La amaurosis puede ser monocular (afecta a un solo ojo) o binocular (ambos), reversible o irreversible, y su rápida identificación es fundamental porque, en numerosas ocasiones, constituye un marcador de patología vascular cerebral —accidente isquémico transitorio— o de enfermedad inflamatoria aguda del nervio óptico que requiere tratamiento inmediato para preservar la función visual y la vida del paciente.

Clasificación general de la amaurosis

Según la duración del episodio

  • Amaurosis fugaz: ceguera brusca y transitoria que suele resolverse en menos de 30 minutos; la causa más frecuente es la embolia carotídea.
  • Amaurosis permanente: déficit visual que no revierte de forma espontánea; asociado a oclusión arterial de la retina, neuropatía óptica isquémica o degeneraciones retinianas.

Según la localización anatómica del daño

  1. Amaurosis ocular: afecta a retina o medios transparentes (oclusiones vasculares, desprendimiento de retina, úvea).
  2. Amaurosis óptica: compromete nervio óptico (neuritis óptica, neuropatía isquémica).
  3. Amaurosis retroquiasmática: lesión en quiasma, tracto o corteza occipital (infarto, hemorragia, tumores).

Según el contexto etiológico

  • Vascular: embolia, trombosis, vasculitis de células gigantes.
  • Inflamatorio-inmunológico: esclerosis múltiple, neuromielitis óptica.
  • Hereditario: amaurosis congénita de Leber, distrofias retinianas.
  • Tóxico-metabólico: metanol, etambutol, deficiencia de vitamina B12.
  • Traumático: neuropatía óptica traumática.

Fisiopatología

Interrupción del flujo axoplásmico y perfusión

En la neuropatía óptica isquémica anterior, la hipoperfusión de los capilares de la cabeza del nervio óptico provoca edema axonal, colapso de la circulación y muerte de las células ganglionares. Esto explica la aparición rápida y el defecto altitudinal en el campo visual.

Embolia de la arteria central de la retina

Un émbolo procedente de la carótida interna o de una válvula cardíaca obstructiva causa isquemia retiniana súbita. La retina interna tolera solo 90–100 minutos sin flujo; más allá, la necrosis es irreversible y se instaura amaurosis permanente.

Desmielinización inmunomediada

En la neuritis óptica asociada a esclerosis múltiple, linfocitos T y macrófagos atacan la mielina oligodendroglial, afectando la conducción axonal. La recuperación visual depende de la remielinización y la plasticidad cortical.

Mutaciones en genes de fotorreceptores

Amaurosis congénita de Leber se relaciona con mutaciones en CEP290, RPE65, CRB1, que interrumpen el reciclaje de cromóforos y la integridad de la membrana externa de bastones y conos. Se produce una ceguera infantil severa con nistagmo y ausencia de respuesta pupilar al estímulo luminoso.

Manifestaciones clínicas y diagnóstico

Síntomas cardinales

  • Pérdida visual súbita unilateral o bilateral, descrita como “telón negro” o “sombras grises”.
  • Fosfenos o relámpagos en desprendimiento de retina.
  • Dolor periocular al movimiento en neuritis óptica.
  • Altibajos visuales con segundos de oscuridad (amaurosis fugaz) durante la masticación o el habla en estenosis carotídea.

Exploración física

  • Agudeza visual cuantificada con optotipos.
  • Reflejo pupilar aferente relativo (RAPD) positivo en lesiones unilaterales del nervio óptico.
  • Fondo de ojo: palidez papilar, edema, “mancha rojo cereza” en oclusión arterial.
  • Campo visual computarizado: escotomas centrales o altitudinales.

Pruebas complementarias

  1. Angio-OCT: evalúa perfusión capilar macular y capa de fibras nerviosas.
  2. Ecografía Doppler carotídea: detecta placas y estenosis > 70 %.
  3. Resonancia magnética orbitocerebral: identifica desmielinización, edema y tumores.
  4. ERG (electrorretinograma): abolido en amaurosis congénita.
  5. Panel genético de distrofias retinianas en pacientes con antecedentes familiares.

Entidades clínicas principales asociadas a amaurosis

Amaurosis fugaz

Se trata de ataques isquémicos transitorios de la retina; duran segundos a minutos. Factores precipitantes: aterosclerosis carotídea, fibrilación auricular, vasculitis de Takayasu. El riesgo de ictus cerebral dentro de los próximos 90 días se estima en 10-15 %. El protocolo incluye antiagregación plaquetaria inmediata con AAS 300 mg, control de factores de riesgo y endarterectomía carotídea si la estenosis > 70 %.

Neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA)

Presenta amaurosis súbita al despertar, discromatopsia y defecto altitudinal inferior. Existen dos subtipos: arterítica, asociada a arteritis de células gigantes, y no arterítica. La forma arterítica requiere metilprednisolona IV 1 g/día para evitar la ceguera contralateral.

Oclusión de la arteria central de la retina (OACR)

Emergencia oftalmológica; la “mancha rojo cereza” aparece por contraste entre retina isquémica pálida y fóvea nutrida por coroides. Manejo: bajar presión intraocular (acetazolamida, masajes), trombolisis intraarterial en centros especializados antes de 6 h.

Amaurosis congénita de Leber (ACL)

Causa más frecuente de ceguera infantil hereditaria. Diagnóstico neonatal con nistagmo, ausencia de fijación y ERG extinguida. Tratamiento pionero: terapia génica con voretigene neparvovec-rzyl (RPE65) que mejora campos visuales.

Ceguera cortical

Lesión bilateral del córtex occipital (infarto en topografía de la arteria cerebral posterior, encefalopatía posterior reversible). Pupilas y fondo de ojo normales. El pronóstico depende de la etiología y la rehabilitación neuro-visual.

Manejo terapéutico general

Tratamiento de emergencias

  • AAS y clopidogrel en amaurosis fugaz.
  • Corticoterapia a dosis altas en neuritis óptica y arteritis temporal.
  • Terapia trombolítica precoz en OACR (centros de referencia).

Rehabilitación visual

Incluye entrenamiento de escaneo compensatorio, lupas prismáticas, dispositivos electrónicos de magnificación y estimulación cognitiva.

Prevención secundaria

  • Control estricto de HTA, diabetes, dislipemia.
  • Anticoagulación en fibrilación auricular.
  • Suspender tabaco y limitar alcohol.
  • Actividad física aeróbica 150 min/semana.

Cuándo acudir al médico

  • Pérdida visual poco después de levantarse o durante una actividad rutinaria.
  • Oscurecimiento visual en cortina o sensación de destellos luminosos.
  • Dolor ocular intenso con visión borrosa y vómitos.
  • Antecedentes de arteritis de células gigantes con aparición de visión borrosa.
  • Ceguera transitoria asociada a debilidad o parestesias faciales o de extremidades.

Precauciones y estrategias de autocuidado

  • Adherencia a fármacos cardiovasculares y antiagregantes.
  • Dieta mediterránea rica en antioxidantes (luteína, zeaxantina, omega-3).
  • Examen oftalmológico anual en pacientes con diabetes, HTA o miopía magna.
  • Uso de protección ocular en actividades de riesgo (soldadura, deportes de impacto).
  • Evitar la automedicación con corticoides tópicos o sistémicos sin control médico.

Preguntas frecuentes

¿La amaurosis fugaz siempre precede a un ictus?

No siempre, pero representa un evento de alto riesgo. Un tercio de los pacientes presentará un accidente cerebrovascular en los siguientes años si no recibe tratamiento preventivo.

¿La pérdida visual por neuritis óptica se recupera por completo?

El 90 % recupera al menos 0,5 de visión en 6 meses, pero pueden persistir alteraciones de contraste y colores. La rehabilitación visual ayuda a compensar estos déficits.

¿La terapia génica cura la amaurosis congénita de Leber?

La terapia con voretigene neparvovec mejora la sensibilidad retinal y la movilidad en pacientes con mutaciones RPE65. No es una cura absoluta, pero retrasa la progresión y restaura función.

¿El estrés puede causar amaurosis?

El estrés extremo puede desencadenar vasoespasmo retiniano o migraña con aura, produciendo ceguera transitoria; no obstante, la mayoría de amaurosis tiene causa orgánica que debe descartarse.

¿Hay pruebas caseras para diferenciar amaurosis de mareo?

Si la oscuridad visual mantiene la nitidez del entorno auditivo y no hay sensación de giro o inestabilidad, es probable que sea un problema visual y requiere valoración urgente. Los mareos suelen acompañarse de desequilibrio.

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