DICCIONARIO MÉDICO

Adenohipófisis

La adenohipófisis, también conocida como lóbulo anterior de la hipófisis, es una estructura fundamental del sistema endocrino humano. Desempeña un papel clave en la regulación hormonal del organismo mediante la secreción de múltiples hormonas tróficas que actúan sobre diferentes glándulas periféricas, como la tiroides, las gónadas, las glándulas suprarrenales o el hígado. Su correcto funcionamiento es esencial para mantener el equilibrio hormonal, el crecimiento, la reproducción y el metabolismo.

Desde el punto de vista médico, la disfunción de la adenohipófisis puede dar lugar a un amplio espectro de patologías que afectan significativamente a la calidad de vida del paciente, incluyendo enfermedades hipofisarias, síndromes hiposecretores y trastornos hipersecretores. Por este motivo, su estudio, diagnóstico y tratamiento representan una parte importante de la endocrinología clínica.

Qué es la adenohipófisis

La adenohipófisis es la parte anterior de la glándula hipófisis, una glándula endocrina situada en la base del encéfalo, en la silla turca del hueso esfenoides. Constituye aproximadamente el 75% del volumen total de la hipófisis y se forma a partir del ectodermo oral embrionario (bolsa de Rathke).

Su principal función es la síntesis y secreción de hormonas que actúan como reguladores primarios sobre otras glándulas endocrinas. Estas hormonas están controladas por factores hipotalámicos que llegan a la adenohipófisis a través del sistema porta hipofisario.

Hormonas producidas por la adenohipófisis

La adenohipófisis segrega seis hormonas principales, cada una con funciones fisiológicas específicas:

  • ACTH (hormona adrenocorticotropa): estimula la corteza suprarrenal para producir cortisol.
  • TSH (hormona estimulante de la tiroides): actúa sobre la glándula tiroides, promoviendo la producción de T3 y T4.
  • LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona foliculoestimulante): regulan la función gonadal en hombres y mujeres.
  • GH (hormona del crecimiento): estimula el crecimiento corporal, la síntesis proteica y el metabolismo lipídico.
  • PRL (prolactina): induce y mantiene la producción de leche en las glándulas mamarias.

Regulación hipotalámica

La actividad de la adenohipófisis está regulada por el hipotálamo a través de señales químicas que viajan por el sistema porta hipofisario. Estas señales, como la TRH, CRH, GnRH, GHRH y dopamina, estimulan o inhiben la liberación de hormonas hipofisarias.

El sistema de retroalimentación negativa juega un papel clave: las hormonas secretadas por las glándulas periféricas inhiben la liberación de sus respectivas hormonas hipofisarias y hipotalámicas, manteniendo un equilibrio endocrino.

Patologías relacionadas con la adenohipófisis

Las alteraciones de la función de la adenohipófisis pueden clasificarse en dos grandes grupos: hipofunción e hiperfunción.

Hipofunción hipofisaria (hipopituitarismo)

El hipopituitarismo es una condición en la que existe una deficiencia parcial o total en la secreción de una o varias hormonas de la adenohipófisis. Puede deberse a tumores, lesiones vasculares, traumatismos craneoencefálicos, infecciones o enfermedades autoinmunes.

Entre sus manifestaciones clínicas destacan:

  • Fatiga crónica
  • Hipoglucemia
  • Trastornos menstruales o infertilidad
  • Pérdida de masa muscular o aumento de peso

Hiperfunción hipofisaria

Cuando existe una secreción excesiva de alguna hormona, se produce una hiperfunción. Esta suele deberse a adenomas hipofisarios funcionales.

Diagnóstico de los trastornos de la adenohipófisis

El abordaje diagnóstico incluye:

  • Pruebas hormonales basales y dinámicas: para evaluar déficits o excesos hormonales.
  • Resonancia magnética cerebral: útil para detectar adenomas hipofisarios o lesiones estructurales.
  • Test de estimulación con insulina o CRH: utilizados en contextos específicos.

Tratamiento de las alteraciones hipofisarias

El tratamiento dependerá del tipo y causa del trastorno:

  • Reposición hormonal: en hipopituitarismo, ajustada a los niveles hormonales deficitarios.
  • Tratamiento farmacológico: agonistas dopaminérgicos para prolactinomas, antagonistas hormonales o somatostatina.
  • Cirugía transesfenoidal: indicada en casos de macroadenomas sintomáticos.
  • Radioterapia: en tumores de difícil resección o recidivantes.

Cuándo acudir al médico

Debe consultarse con un especialista en endocrinología cuando existan signos o síntomas sugestivos de alteración hipofisaria:

  • Cambios en el crecimiento o desarrollo puberal
  • Alteraciones menstruales o infertilidad
  • Trastornos visuales o cefaleas persistentes
  • Fatiga severa, debilidad muscular o pérdida de peso inexplicable

Preguntas frecuentes

¿Qué diferencia hay entre adenohipófisis y neurohipófisis?

La adenohipófisis produce y secreta hormonas propias bajo control hipotalámico. La neurohipófisis, en cambio, almacena y libera hormonas sintetizadas en el hipotálamo, como la oxitocina y la vasopresina.

¿Pueden los adenomas hipofisarios ser malignos?

La mayoría de los adenomas hipofisarios son benignos. Sin embargo, pueden producir síntomas por compresión de estructuras adyacentes o por secreción hormonal excesiva.

¿Es posible vivir sin la hipófisis?

No es posible vivir sin una reposición hormonal completa. En pacientes con hipopituitarismo total, la terapia sustitutiva permite mantener una vida funcional, pero debe mantenerse de por vida.

¿Cómo afecta un tumor hipofisario a la visión?

Los macroadenomas pueden comprimir el quiasma óptico, causando pérdida del campo visual periférico, conocida como hemianopsia bitemporal.

¿Qué pruebas se hacen para evaluar la hipófisis?

Las pruebas incluyen análisis hormonales, resonancia magnética de hipófisis, test de estimulación endocrina y evaluación oftalmológica si hay síntomas visuales.

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