DICCIONARIO MÉDICO
Absceso abdominal tubo-ovárico
Un absceso tubo-ovárico (ATO) es una complicación grave de una infección ginecológica en la que se forma una bolsa de pus que afecta a las trompas de Falopio y los ovarios. Se considera una de las principales y más serias complicaciones de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Mientras que la EIP es un término general para la inflamación del tracto genital superior (endometritis, salpingitis, ooforitis), el ATO es una masa inflamatoria ya formada y encapsulada. Generalmente, se origina cuando bacterias ascienden desde la vagina y el cuello uterino hacia las trompas y ovarios. Aunque las infecciones de transmisión sexual como la clamidia (C. trachomatis) y la gonorrea (N. gonorrhoeae) suelen iniciar el proceso, en los abscesos también participan activamente otras bacterias de la flora vaginal y microbios intestinales como Escherichia coli. Los síntomas del absceso tubo-ovárico (ATO) pueden variar desde leves y difíciles de reconocer hasta muy intensos. Los síntomas más comunes incluyen: Un absceso tubo-ovárico puede romperse, provocando una infección generalizada (peritonitis o sepsis) que pone en peligro la vida. Busque atención médica de urgencia si experimenta: El absceso tubo-ovárico (ATO) suele originarse por una infección ascendente desde la vagina y el cuello uterino, como complicación de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). El diagnóstico comienza con la descripción de los síntomas (dolor pélvico, fiebre, náuseas, flujo anormal) y la exploración pélvica, que puede mostrar dolor a la movilización del cuello uterino y sensibilidad en los anexos. Se revisan antecedentes de infecciones de transmisión sexual, episodios previos de EIP, uso de DIU y procedimientos ginecológicos recientes. El manejo se inicia con antibióticos de amplio espectro activos frente a patógenos aerobios, anaerobios y agentes de ITS frecuentes. En cuadros moderados o graves se emplea vía intravenosa y, tras la mejoría clínica, se completa por vía oral. Es fundamental cumplir la pauta completa y realizar control clínico. Se valora si el absceso es grande, no responde a antibióticos en 48–72 horas o hay riesgo de rotura. El drenaje suele realizarse guiado por imagen (habitualmente transvaginal). Si existe peritonitis, rotura o fracaso del drenaje, puede requerirse cirugía, preferentemente por laparoscopia. Se realiza reevaluación clínica a las 48–72 horas para confirmar mejoría. En función del caso, se programa control ecográfico para verificar la reducción y resolución del absceso. La mayoría de las pacientes mejoran en 2–3 días con tratamiento adecuado. El pronóstico depende del tamaño del absceso, del tiempo hasta iniciar antibióticos y de condiciones asociadas. Tras la resolución, puede recomendarse valoración de fertilidad si existe deseo gestacional. No siempre. Se ingresa si hay fiebre alta, dolor intenso, vómitos, abscesos grandes o dudas diagnósticas, para tratamiento intravenoso y vigilancia estrecha. Muchos abscesos responden a antibióticos. Si no hay mejoría en 48–72 horas o el absceso es grande, se valora drenaje guiado por imagen; la decisión es individualizada. Depende del contexto clínico. Si se confirma ITS y la evolución es desfavorable, puede recomendarse retirada cuando sea seguro. No lo retire sin indicación médica. Existe riesgo si hay daño tubárico. Iniciar tratamiento precoz y completarlo reduce complicaciones. Tras la resolución, comente con su especialista el plan reproductivo. Cuando desaparezcan el dolor y la fiebre y su equipo lo confirme en revisión. Mantenga abstinencia sexual hasta la resolución completa. El abordaje se individualiza para proteger a la madre y al feto. Ante dolor pélvico y fiebre en el embarazo, acuda de inmediato y evite automedicarse. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es el absceso tubo-ovárico
Síntomas frecuentes
Señales de alarma (acudir de inmediato)
Causas y factores de riesgo
Causas más habituales
Factores de riesgo
Cómo se diagnostica
Historia clínica y exploración
Pruebas complementarias
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Antibióticos
Drenaje del absceso
Manejo del dolor y soporte
Seguimiento
Complicaciones
Pronóstico y recuperación
Cuándo debe acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿Siempre requiere ingreso hospitalario?
¿Bastan los antibióticos o necesitaré drenaje?
¿El DIU debe retirarse?
¿Puedo perder fertilidad?
¿Cuándo puedo retomar el ejercicio y las relaciones sexuales?
Estoy embarazada, ¿qué cambia?