Consejos para sobrellevar el aislamiento en casa

La actual situación sanitaria provocada por el COVID-19 ha generado la implantación del Estado de Alarma y, en consecuencia, el confinamiento en casa durante las próximas semanas. Un aislamiento en los hogares que puede resultar difícil tanto física como mentalmente. Por ello, la Dra. Carmen Laspra, especialista del Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica, y la Dra. Cristina Vidal, residente de Psicología Clínica, ofrecen una serie de recomendaciones para que esta situación tan excepcional sea lo más llevadera posible.

Sin embargo, previamente, no hay que pasar por alto que cada uno puede reaccionar de forma diferente, por lo que lo primero es “dedicar un tiempo a conocerse a sí mismo, a pensar cómo has actuado ante otras situaciones difíciles y cómo lograste sobreponerte. Así, conocerá cuáles son las fortalezas que tiene para hacer frente a los momentos de mayor cansancio o hartazgo que pueden surgir.

Preservar nuestra rutina

Es fundamental mantener unos horarios e intentar imitar lo que serían nuestros hábitos diarios: la hora de despertar, las costumbres de ducha y desayuno, vestirse, etc. Lo ideal, ya sea para teletrabajar o estar en casa, es mantener un poco esa rutina habitual.

Unas acciones que engloban también unas pautas de alimentación y estilos de vida, porque es verdad que con la despensa llena y todo un día por delante, se puede caer en alteraciones como el picoteo o alimentos menos sanos. Al igual ocurre con el sueño, no pensar que, como mañana no tengo que madrugar, me acuesto más tarde.

En cuanto al teletrabajo, respetar los horarios y las costumbres como si estuvieras en tu puesto de trabajo es fundamental para obtener un buen rendimiento. Por ejemplo, es mejor evitar realizar actividades complementarias durante ese periodo de tiempo como puede ser poner una lavadora o aprovechar para hacer una llamada personal.

Mantenerse activo

Quizá las personas que puedan teletrabajar tienen más fácil ocupar su día a día, pero para aquellos que no puedan y estén en casa es bueno buscar actividades ocupacionales. Una planificación de lecturas, labores del hogar o tareas pendientes pueden favorecer a establecer una nueva rutina. Actividades que pueden realizarse en grupo o familia, pero sin descuidar que también es recomendable dedicar un tiempo a uno mismo.

Práctica de ejercicio físico

Al estar confinados en casa se disminuye mucho nuestra actividad diaria, ya que los desplazamientos se reducen al mínimo. En la medida de lo posible y adaptado a las capacidades de cada uno, es aconsejable hacer algo de ejercicio físico a diario. Y no solo, recuerdan, aquellos que dejan de ir al gimnasio, sino todos, porque realmente toda nuestra actividad se reduce mucho.

Adoptar o adaptar las normas de convivencia

Si comparte casa, tanto en familia o con compañeros de piso, es importante adoptar unas normas de convivencia o volver a hablar las ya existentes porque ante esta situación pueden cambiar. Las preocupaciones ante el COVID-19 pueden ser diferentes para cada persona y generar necesidades diferentes. De esta forma, podemos saber qué es importante para cada uno: qué cosas deben estar limpias, ordenadas… Respetar más que nunca las zonas comunes.

Es una situación excepcional para todos y la comunicación es importante. Es conveniente hablar de lo que cada uno siente o lo que le preocupa para que todos sean conscientes de ello y hacer más fácil la convivencia.

Contacto con el exterior

Pese a que se deben limitar las salidas al máximo y solo llevarlas a cabo para imprescindibles, no hay que desconectarse del exterior. En este sentido, con las herramientas a nuestro alcance es importante mantener contacto con familiares, amigos e, incluso, con aquellos con los que tenemos menos relación por falta de tiempo. Esta relación a distancia juega un papel muy importante para mejorar esa sensación de aislamiento.

Asimismo, mantener ese contacto puede ayudar a controlar y contrastar la información que puede ir surgiendo. No hay que olvidar que es importante acudir a fuentes fiables. Ver en la televisión o redes cualquier cosa que aparezca puede contribuir a la sensación de agobio e incertidumbre.

También es recomendable, en la medida de lo posible de cada hogar, tratar de salir a la ventana, terrazas o jardines para poder airearnos.

Normalizar la situación

Entender que se trata de una situación excepcional, e intentar normalizar ciertos sentimientos, ya que es normal  que uno a ratos esté cansado, un poco triste. Pero entender también que es un periodo temporal, necesario para la salud de todos, sin olvidar que todo este esfuerzo tiene un sentido.