Objetivos saludables
Plantearse objetivos de salud. Conviene recordar algunos de los consejos que habitualmente suelen promocionarse como importantes para mantener un estado de salud óptimo, y para la prevención de enfermedades cuyas consecuencias o complicaciones se pueden minimizar.
Por supuesto, es difícil generalizar, siendo importante aplicar todos esos consejos de forma personalizada, teniendo en cuenta las circunstancias diferentes que rodean a cada uno (personales, familiares y sociales).
Los consejos más importantes:
- Cuidar la dieta como forma de asegurar un aporte correcto de nutrientes y calorías. La dieta es un elemento fundamental a la hora de mantener un estado de salud correcto. Hay que mantener un orden en el horario, dedicando el tiempo necesario (al menos media hora), que garantiza una correcta masticación y deglución de los alimentos.
Se debe ajustar esa dieta al modelo mediterráneo, con presencia de alimentos frescos (incluyendo fruta, vegetales y hortalizas) con una cantidad adecuada de carne y pescado, evitando los nutrientes complejos o perjudiciales (azúcares de liberación rápida, grasas saturadas), así como una cantidad excesiva de sal. - Mantener una actividad física regular. No se debe confundir la agitación o ajetreo con la actividad física necesaria para evitar el sedentarismo. Conviene dedicar, al menos, unos momentos (media hora) a realizar algún ejercicio físico aeróbico, es decir, tolerable por el organismo sin caer en un metabolismo anaeróbico, por encima del umbral de esfuerzo aceptable.
Los paseos por terreno llano suelen ser muy recomendables, así como la gimnasia de mantenimiento (dirigida sobre todo a mantener un tono y una elasticidad muscular adecuada junto a una estabilidad articular óptima). Ese ejercicio físico debe realizarse al menos tres días a la semana. - Dedicar el tiempo preciso al descanso físico y psíquico. Es aconsejable descansar el tiempo preciso. Aunque se suele recomendar alrededor de siete a ocho horas, puede haber cierta variabilidad dependiendo de la capacidad para obtener un descanso de calidad (es decir, un sueño profundo y reparador).
Junto a ese descanso físico que permite mantener una capacidad productiva óptima, es oportuno un descanso psíquico que ayude a aliviar el estado de tensión que se puede ir acumulando a lo largo del día o de la semana. De esta forma, se puede favorecer una mayor estabilidad psíquica indispensable para enfrentarse a las dificultades o problemas que vayan surgiendo.
La actividad física o la lúdica puede ayudar a conseguir ese descanso reparador. - Evitar la exposición o consumo de sustancias tóxicas. No hay que decir nada sobre el efecto perjudicial del tabaco sobre la salud (muy conocido), pero se debe alertar sobre el consumo de otros tóxicos aparentemente menos perjudiciales pero cuyo efecto nocivo puede ser igual o más destructivo. El alcohol de alta graduación debe estar muy limitado, evitándose el consumo diario o su inclusión dentro de la actividad social diaria.
Las drogas generan una dependencia psíquica igual de peligrosa que la física. Esa dependencia va unida a un deterioro psíquico y físico cuando el consumo se hace crónico, pero sin olvidar que la ingesta esporádica supone asumir un riesgo importante de sufrir daños para la salud, sobre todo cuando se asocian entre sí o existe un compromiso físico previo (agotamiento). - Mantener una actitud responsable y de precaución en la conducción, así como en la práctica de actividades lúdicas. Además de los fallecimientos, las lesiones provocadas por los accidentes de tráfico son importantes. El factor humano resulta fundamental en una gran parte de esos accidentes.
La precaución a la hora de elegir el momento adecuado para la realizar desplazamientos largos, así como hacerlo en las condiciones físicas y psíquicas óptimas (que facilitan un estado de alerta y reacción propicios) resulta indispensable.
La conducción debe ser responsable también en los desplazamientos cortos y diarios evitando que la rutina facilite el bajar la guardia (sobre todo si hay prisa o las condiciones atmosféricas y de circulación son difíciles). También son abundantes los accidentes relacionados con las actividades lúdicas. No se pueden asumir riesgos que superen la capacidad física o el grado de preparación (por conocimiento o estado físico). - Promover una estabilidad personal adecuada. La estabilidad emocional resulta fundamental a la hora de conseguir un estado de salud óptimo. Lograr esa estabilidad necesita invertir tiempo y esfuerzo. Se deben cuidar las relaciones personales en el ámbito familiar y social (incluyendo el laboral) que eviten la generación de tensiones innecesarias y que pueden mermar la salud psíquica y física.
Es importante conseguir un tono positivo y de mejora personal constante. El planteamiento de objetivos reales, fáciles de conseguir a corto plazo, ayuda a mantener un tono vital oportuno que influirá positivamente en el estado físico y psíquico. - Seguir una cultura de la salud preventiva, no consumista. Conviene seguir un control adecuado de las constantes y parámetros vitales que pueden detectar algún problema de salud. Es aconsejable un seguimiento de la tensión arterial, frecuencia cardíaca y peso.
Hay que estar al tanto de cualquier problema relacionado con la hipertensión arterial y la obesidad. Asimismo, es aconsejable asegurar un control adecuado del perfil metabólico (de grasas y azúcares), especialmente si existen otros factores de riesgo o antecedentes familiares.
De forma parecida, conviene tomar medidas de precaución conocidas frente a la exposición a las radiaciones solares (en playa y montaña), así como de protección contra las inclemencias del tiempo (frío o calor). Por supuesto, se debe tener precaución a la hora de consumir "remedios" para la salud (atención a los tratamientos milagro) o fármacos (evitar el riesgo de la automedicación).
La importancia de los chequeos
La prevención de las enfermedades, su diagnóstico y su tratamiento precoz constituyen el mejor método para lograr una vida más larga y saludable.
Un chequeo es un examen integral e individualizado del estado de salud, útil para:
- El estudio y tratamiento de los síntomas que pueda presentar
- La detección precoz de enfermedades, momento en el que son más fácilmente curables
- La evaluación y tratamiento de los factores de riesgo que puedan conducirle en el futuro al desarrollo de enfermedades
Para realizarse un chequeo no hace falta presentar síntomas:
- Personas que no presentan síntomas pero desean conocer su estado de salud y los posibles factores de riesgo.
- Personas que presentan síntomas, con independencia de que sigan un tratamiento o no, que quieren evaluar la repercusión de su enfermedad sobre otros órganos o sistemas y prevenir futuras patologías.