La Clínica Universidad de Navarra participa en dos ensayos internacionales que ofrecen nuevas alternativas para pacientes de cáncer de hígado

Los estudios impulsados por Bristol Myers Squibb (BMS) demuestran que el fármaco nivolumab es una alternativa de tratamiento en pacientes con contraindicación para otras terapias por problemas cardiovasculares o por cirrosis descompensada

Los doctores de la Clínica Universidad de Navarra Ignacio Melero, director del Servicio de Inmunología e Inmunoterapia, y Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología, principales investigadores del ensayo clínico.

28 de enero de 2022

Dos ensayos clínicos internacionales con la participación de la Clínica Universidad de Navarra y en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) ofrecen una alternativa terapéutica –el fármaco nivolumab- para los pacientes con cáncer de hígado que no son candidatos adecuados para recibir fármacos antiangiogénicos (inhibidores de la formación de nuevos vasos sanguíneos).  

El Dr. Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología e investigador principal del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), y el Dr. Ignacio Melero, director del Servicio de Inmunología e Inmunoterapia e investigador principal del CIBER de Cáncer (CIBERONC), han colaborado en el diseño y realización de los dos ensayos promovidos por BMS, concebidos para estudiar el empleo de inmunoterapia en el tratamiento inicial del carcinoma hepatocelular.

El primero de los estudios, publicado en la prestigiosa revista The Lancet Oncology, ha testado el inhibidor de PD-L1 nivolumab frente al inhibidor de tirosin-kinasa sorafenib como tratamiento inicial en 743 pacientes con cáncer de hígado avanzado. Tras un seguimiento mínimo de 23 meses, en los pacientes tratados con nivolumab se observó una mayor tasa de respuestas (15%, frente a 7%) y respuestas completas (4%, frente a 1%), una mediana de supervivencia más larga (16,4 meses frente a 14,7 meses), y una menor tasa de acontecimientos adversos intensos (22% frente a 49%).

El Dr. Sangro explica que “aunque la diferencia en la supervivencia global no alcanzó la significación estadística y el estudio no alcanzó su objetivo primario, esa mayor proporción de pacientes que fueron largos supervivientes, casi el doble a los 33 meses, junto con la menor frecuencia de efectos secundarios graves y sin detrimento en la calidad de vida, hacen de este ensayo un hito importante”. 

Por ello, el experto concluye que nivolumab podría ser una opción razonable para aquellos pacientes que no son candidatos para recibir fármacos antiangiogénicos orales, los únicos fármacos disponibles hoy en día en España para tratar esta enfermedad, ni tampoco la combinación de atezolizumab y bevacizumab, ya aprobada por la Agencia Europea del Medicamento. Según el Dr. Sangro, “son generalmente pacientes con enfermedad cardiovascular o eventos trombóticos recientes. Si bien no es una gran población, es cierto que sin nivolumab no tienen otra alternativa, porque no se les pueden aplicar otros tratamientos útiles”.

Primer ensayo para pacientes con cirrosis descompensada

El segundo estudio, publicado con anterioridad en el Journal of Hepatology, muestra que nivolumab es también un fármaco seguro e igualmente activo en los pacientes con cáncer de hígado y cirrosis moderadamente descompensada.

Este grupo de pacientes es sistemáticamente excluido de los ensayos clínicos por el efecto que la cirrosis puede tener en identificar la respuesta a cualquier fármaco y su seguridad. 

El Dr. Sangro, explica que, en el ensayo -el primero de su clase- realizado con 50 pacientes, “la tasa de respuestas a nivolumab fue similar a la de los pacientes con cirrosis compensada o sin cirrosis, y el tipo e intensidad de los efectos secundarios fue el mismo”, lo que “abre la oportunidad de utilizar nivolumab en estos pacientes con peor pronóstico, porque tienen tolerancia aceptable”.

El director de la Unidad de Hepatología concluye que “si la cirrosis está descompensada por el tumor, y el tumor responde, la cirrosis se compensa otra vez y hay pacientes que viven mucho tiempo y con una tolerancia adecuada”.