Cinco capacidades, cinco juegos: potenciar el desarrollo de los niños a través de los regalos en Navidad

Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra indican que conocer las
capacidades del niño, y no tener en cuenta únicamente los deseos y
gustos, les ayuda a desarrollarse personal e intelectualmente

Imagen de niños haciendo manualidades
Paciente de Pediatría haciendo manualidades en Clínica Universidad ed Navarra

16 de diciembre de 2021

Pediatras, psicopedagogos y psicólogos de la Clínica Universidad de Navarra aconsejan tener en cuenta las cinco capacidades de los niños a la hora de hacer un regalo.Escoger regalos de Navidad puede ser una buena oportunidad para atender, tanto los deseos del niño, como el desarrollo de sus capacidades perceptivo manipulativa, lógico-visoespacial, lingüística, motricidad gruesa y musical”, indica la Dra. Montserrat Erostarbe, psicopedagoga de la Unidad de Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra.

“Siempre adaptado a la edad, en primer lugar, sería interesante buscar un regalo que desarrolle los aspectos viso-espaciales y lógico-matemáticos, por ejemplo, los cubos de construcción o rompecabezas. Igualmente es una buena oportunidad para regalar un instrumento -no hay uno más indicado que otro- para desarrollar la sensibilidad musical a través de la práctica”, añade la especialista.

Otro aspecto relevante a tener en cuenta es la creatividad y los juegos que fomentan la manipulación, como las manualidades. La Dra. Cristina Esteve, especialista en Pediatría de la Clínica, indica que “para estimular la creatividad en los más pequeños, el juguete no debe ser autosuficiente, ya que convierte al niño en un espectador pasivo. Es interesante que presente varias opciones para que el niño se involucre, ya que en estos juegos de carácter creativo su participación cobra mayor relevancia. No tiene por qué ser un juguete caro, esto no implica que la estimulación sea mayor”.

También es importante potenciar otras capacidades como la motricidad gruesa, que incluye el equilibrio y coordinación, a través de juegos y regalos como bicicletas o patines. Finalmente, se considera que, para impulsar el lenguaje en niños de menor edad, los cuentos son una buena herramienta.

Para los primeros años de edad, las especialistas de la Clínica señalan que son especialmente apropiados los juegos simbólicos, es decir, aquellos en que el niño imita situaciones de la vida real y se pone en la piel de otras personas. Algunos juguetes que podrían ayudar a realizarlo son los alimentos y coches de juguete, figuras o disfraces. 

Por otra parte, la Dra. Esteve recuerda que otro clásico son los juegos de mesa, que fomentan la paciencia, moderan la impulsividad, enseñan a guardar turnos, jugar en equipo o plantear estrategias. Los niños pueden además involucrarse diseñando y decorando sus propios tableros”. La Dra. Erostarbe explica que “ayudan a relacionar conceptos a través de otros elementos sencillos y reconocibles como el color o el tamaño”.

Uso de pantallas: ¿sí o no?

“Muchos jóvenes cubren su necesidad social a través de las pantallas, utilizando redes sociales o los videojuegos. Aislar o ignorar esta realidad es contraproducente. Lo ideal es prevenir y controlar el uso del móvil u ordenador dependiendo del adolescente y su nivel de responsabilidad. Algunos son capaces de autorregularse, otros no”, advierte la Dra. Erostarbe.

Asimismo, las especialistas se hacen eco de las consultas de muchos padres y madres, que preguntan si el actual uso de ordenadores, tabletas o videojuegos interviene realmente en el correcto desarrollo de los niños más pequeños.  “Las pantallas forman parte de nuestras vidas y hemos comprobado su utilidad, especialmente durante el confinamiento por la pandemia, pero estamos viendo serios problemas en el desarrollo de los niños, como la adicción y la falta de concentración”, confirma la Dra. Esteve respecto a que cuanto más tiempo dedican a las pantallas, menos tiempo tienen de actividad física al aire libre, de lectura o de juegos en familia. “Estoy segura de que existen muchos talentos ocultos (pintura, música, etc.) no desarrollados por usar demasiado tiempo las pantallas en su tiempo libre. El reto de los adultos es ayudar a los niños a descubrirlos y desarrollarlos”, concluye.

Regalar a niños diagnosticados con trastorno del espectro autista o déficit de atención e hiperactividad

La búsqueda del mejor regalo para Navidad evidencia también que no todos los niños desarrollan sus capacidades de la misma forma, al existir, entre otras, algunas patologías como el trastorno del espectro autista o el déficit de atención e hiperactividad.

La Dra. Erostarbe ofrece algunas claves para acertar en los regalos de los niños con trastorno del espectro autista: “En realidad, depende de la finalidad del juego en sí. Es decir, si buscamos que pase un buen rato jugando a aquello que más le gusta, pero probablemente aislado, o si preferimos que trabaje alguno de sus puntos débiles, como la capacidad de reconocer emociones y empatizar”. Según la especialista, lo ideal es combinar ambos tipos de juego, pero prestando atención a la edad, el lenguaje y capacidad intelectual del niño.

A pesar de que cada caso es distinto, sí existe un patrón que los padres pueden tener en cuenta estas fiestas. “Los juegos orientados a roles o de aspecto social no suelen ser de su agrado, pero podemos fomentar que los toleren a través de actividades más sencillas que, además, impliquen mímica o gestos, que son una de sus dificultades. Si combinamos estas actividades con juguetes que permitan movimientos circulares, melodías, texturas u olores permiten un equilibrio muy interesante, ya que son niños especialmente sensoriales. Además, los más mayores pueden llegar a destacar en aspectos visoespaciales y visoconstructivos, por lo que sería interesante apostar por actividades como puzzles, legos, etc..”, resume la especialista.

Algo parecido ocurre en los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, tal como explica la Dra. Cristina Vidal, especialista en Psicología Clínica: “Ante todo, son niños y necesitan jugar y, por ello, se recomiendan juegos cooperativos en los que se trabaje en equipo para conseguir recompensas a corto plazo y a largo plazo, fomentando así la tolerancia a la espera”. 

La Dra. Vidal detalla que “en los más pequeños también son útiles aquellos juegos con normas o rutinas bien establecidas para que puedan ir aprendiendo a establecer hábitos y a tener actividades rutinarias” y, por otra parte, concluye que “el ejercicio físico también es muy positivo para mejorar la atención en estos chicos, por lo que juegos en los que puedan moverse, correr, saltar, etc., serán de utilidad. Recientemente se han puesto de moda objetos para el fidgeting, es decir, objetos preparados para poder manipularlos con las manos y los dedos de distintas formas que alivian la necesidad de movimiento e inquietud psicomotriz”.