DICCIONARIO MÉDICO

Sífilis congénita

¿Qué es la sifilis congénita?

La sífilis congénita es una grave enfermedad infecciosa, de naturaleza sistémica, que afecta a los recién nacidos y que es causada por la transmisión vertical de Treponema pallidum, el microorganismo patógeno responsable de la sífilis, de la madre infectada al feto durante el embarazo o al neonato durante el parto. Este fenómeno de transmisión materno-fetal de una infección es común a varias enfermedades y afecciones, pero en el caso de la sífilis congénita se caracteriza por sus profundas repercusiones sobre la salud del niño.

La sífilis es una infección de transmisión sexual y por lo tanto, las mujeres que mantienen relaciones sexuales sin protección y que se encuentran en edad fértil son una población especialmente vulnerable. Sin embargo, cualquier mujer embarazada puede contraer la enfermedad y transmitirla a su bebé si no recibe un diagnóstico y tratamiento adecuados. En este contexto, la detección temprana de la sífilis en mujeres embarazadas es fundamental para prevenir la sífilis congénita y sus nefastas consecuencias.

El espectro clínico de la sífilis congénita es extremadamente amplio y puede variar desde una infección asintomática hasta una enfermedad grave y potencialmente mortal. Los síntomas pueden ser inespecíficos y a menudo se superponen con los de otras afecciones comunes en la infancia, como ictericia, anemia, hepatomegalia, esplenomegalia, fiebre inexplicada, rash cutáneo, linfadenopatías, neumonía, entre otros. 

En términos de las manifestaciones clínicas, la sífilis congénita se divide típicamente en sífilis congénita temprana y tardía. La primera suele manifestarse durante los primeros dos años de vida y puede presentarse con síntomas graves, como las ya mencionadas. La sífilis congénita tardía se desarrolla después de los dos años de vida y a menudo presenta manifestaciones más crónicas y sutiles, que pueden incluir problemas óseos, dentales, oculares y del sistema nervioso central.

El diagnóstico de la sífilis congénita puede ser un desafío, ya que a menudo se basa en una combinación de resultados de pruebas serológicas, síntomas clínicos, radiografías, exámenes de líquido cefalorraquídeo y otros hallazgos de laboratorio. En cualquier caso, la confirmación del diagnóstico es crucial para poder implementar el tratamiento adecuado y prevenir las complicaciones.

El tratamiento de la sífilis congénita es un aspecto fundamental para garantizar la recuperación del niño y prevenir las complicaciones a largo plazo. El antibiótico de elección es la penicilina, que ha demostrado ser eficaz en la erradicación de la infección por Treponema pallidum y en la prevención de las secuelas de la enfermedad.

Aunque la sífilis congénita es una enfermedad evitable y tratable, todavía se informan miles de casos cada año en todo el mundo, lo que refleja las dificultades para implementar medidas de prevención efectivas y  para garantizar el acceso a la atención prenatal y al tratamiento. Por lo tanto, es crucial mejorar las estrategias de detección y tratamiento de la sífilis en mujeres embarazadas para prevenir la transmisión vertical de la infección.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.