DICCIONARIO MÉDICO
Astrágalo
El astrágalo, también conocido como tálus, es uno de los principales huesos del tobillo y forma parte del grupo de los huesos del tarso. Se sitúa en la parte superior del pie, donde articula con la tibia y el peroné en su parte superior, y con el calcáneo y el escafoides en su parte inferior y anterior, respectivamente. Su principal función es transmitir el peso del cuerpo desde la pierna al pie, permitiendo la movilidad y estabilidad del tobillo. El astrágalo desempeña un papel clave en la biomecánica del aparato locomotor, especialmente en los movimientos de flexión y extensión del pie. Es uno de los pocos huesos del cuerpo que carece de inserciones musculares directas, lo que resalta su rol puramente articular y de transmisión de fuerzas. El astrágalo tiene una forma irregular, con tres partes principales: Además, presenta varias superficies articulares que permiten su conexión con otros huesos: Las funciones del astrágalo son principalmente mecánicas y estructurales: El astrágalo puede sufrir diversas patologías, siendo las más frecuentes las fracturas, osteonecrosis y artrosis: Es una lesión poco común pero grave. Suele producirse por traumatismos de alta energía como caídas desde altura o accidentes de tráfico. Se clasifica según su localización: Estas fracturas pueden asociarse a compromiso vascular, lo que incrementa el riesgo de necrosis avascular. Debido a su escaso aporte sanguíneo, el astrágalo es especialmente vulnerable a la osteonecrosis tras una fractura. Esta complicación puede aparecer semanas o meses después del traumatismo y producir dolor, rigidez y deterioro funcional progresivo del tobillo. La degeneración de la articulación subastragalina puede aparecer por traumatismos, alteraciones congénitas o enfermedades inflamatorias crónicas. Se manifiesta por dolor en el retropié, limitación de la movilidad y dificultad para caminar por terrenos irregulares. El diagnóstico incluye: El tratamiento depende del tipo de lesión: La rehabilitación es esencial para recuperar la movilidad, fuerza y función del tobillo. Incluye ejercicios progresivos de: La duración de la recuperación puede variar entre 3 y 12 meses, dependiendo de la severidad de la lesión. Se recomienda consultar con un especialista si se presentan: Para proteger la salud del astrágalo y prevenir complicaciones: Sí, aunque es raro. Las fracturas por estrés pueden producirse en atletas o militares debido a sobrecarga repetitiva sin un traumatismo evidente. Una fractura mal consolidada puede provocar necrosis avascular, artrosis o inestabilidad crónica del tobillo, con importante deterioro funcional. Sí, especialmente si ha habido daño en el cartílago articular o si el esguince fue severo y no se trató correctamente. Sí. En casos graves, se puede realizar una resección, injerto óseo o incluso artrodesis del tobillo si la necrosis compromete la función articular. El manejo de las lesiones del astrágalo corresponde a traumatólogos especialistas en pie y tobillo. En casos complejos, también pueden intervenir especialistas en medicina deportiva y rehabilitación. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es el astrágalo
Anatomía del astrágalo
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Fractura del astrágalo
Necrosis avascular
Artrosis subastragalina
Diagnóstico de las lesiones del astrágalo
Tratamiento
Rehabilitación y recuperación
Cuándo acudir al médico
Precauciones y cuidados
Preguntas frecuentes sobre el astrágalo
¿El astrágalo puede fracturarse sin traumatismo directo?
¿Qué consecuencias tiene no tratar una fractura del astrágalo?
¿Puede desarrollarse artrosis en el astrágalo tras un esguince?
¿El astrágalo puede operarse si hay necrosis?
¿Qué especialista trata las patologías del astrágalo?