DICCIONARIO MÉDICO

Antiálgico

Qué es antiálgico

El término antiálgico hace referencia a cualquier intervención terapéutica destinada a reducir o eliminar el dolor, ya sea de origen farmacológico, físico o quirúrgico. En medicina, esta denominación se aplica especialmente a medicamentos o técnicas que actúan sobre la vía del dolor, interfiriendo en su generación, transmisión o percepción. El uso de tratamientos antiálgicos es esencial en múltiples disciplinas médicas, desde la medicina de urgencias hasta la oncología, la traumatología o los cuidados paliativos.

Tipos de antiálgicos

Los antiálgicos pueden clasificarse en diferentes grupos según su mecanismo de acción, intensidad del dolor que tratan o su naturaleza:

  • Analgésicos no opioides: como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
  • Analgésicos opioides: como la morfina, fentanilo o tramadol, utilizados en dolores moderados a intensos.
  • Adyuvantes analgésicos: fármacos cuya indicación principal no es el dolor, pero que resultan útiles, como antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivantes o corticoides.
  • Intervenciones físicas: fisioterapia, neuroestimulación, frío o calor terapéutico.

Indicaciones clínicas

El tratamiento antiálgico es clave en numerosas situaciones clínicas:

  • Dolor agudo (traumatismos, postoperatorio, infecciones).
  • Dolor crónico (artrosis, lumbalgia, fibromialgia).
  • Dolor neuropático (neuropatía diabética, neuralgia postherpética).
  • Cuidados paliativos y control del dolor oncológico.

Precauciones en el uso de antiálgicos

Es importante considerar ciertos aspectos al utilizar fármacos o técnicas antiálgicas:

  • Evitar automedicación prolongada o combinaciones sin control médico.
  • Valorar el perfil de efectos secundarios, especialmente en ancianos o polimedicados.
  • Ajustar la dosis según intensidad del dolor y respuesta clínica.

Cuándo acudir al médico

  • Si el dolor no cede tras el uso de analgésicos habituales.
  • Presencia de efectos adversos importantes como somnolencia excesiva, náuseas persistentes o sangrados.
  • Dolor de aparición súbita e intensa sin causa aparente.
  • Dolor que impide actividades básicas o interfiere en el descanso.

Preguntas frecuentes sobre antiálgicos

¿Los antiálgicos son lo mismo que los analgésicos?

No exactamente. Todo analgésico es antiálgico, pero el término "antiálgico" es más amplio e incluye también otras estrategias terapéuticas no farmacológicas para el control del dolor.

¿Se puede desarrollar tolerancia a los antiálgicos?

Sí, especialmente con el uso de opioides. Por ello es clave el seguimiento médico para ajustar dosis y valorar alternativas.

¿Qué antiálgico es más seguro para uso crónico?

Depende del tipo de dolor y del perfil del paciente. En general, paracetamol y ciertos antidepresivos o anticonvulsivantes son opciones más seguras a largo plazo que los AINEs o los opioides.

¿Es recomendable alternar distintos tipos de antiálgicos?

En algunos casos, la combinación de fármacos con distintos mecanismos puede ser eficaz. Sin embargo, esto debe hacerse bajo supervisión médica para evitar duplicidades o efectos adversos.

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