DICCIONARIO MÉDICO
Amina
En medicina, el término amina engloba a un amplio grupo de compuestos orgánicos que contienen nitrógeno derivados del amoníaco. Desde las simples aminas alifáticas hasta las complejas aminas biogénicas que actúan como neurotransmisores o vasopresores, todas comparten la capacidad de aceptar protones y formar sales, lo que confiere relevancia farmacológica, fisiológica y patológica. Químicamente una amina se forma cuando uno o más átomos de hidrógeno del amoníaco (NH3) se sustituyen por grupos orgánicos (alquilo o arilo). Según el número de sustituciones se distinguen aminas primarias (R-NH2), secundarias (R2-NH) y terciarias (R3N). Si el nitrógeno se une a cuatro sustituyentes aparece un catión amonio cuaternario, clave en fármacos como los relajantes musculares de la anestesia. Las aminas alifáticas presentan cadenas carbonadas abiertas (p. ej., etilamina), mientras que las aromáticas contienen anillos bencénicos, como la anilina. Las heterocíclicas (piperidina, pirrolidina) forman anillos con nitrógeno; muchas moléculas bioactivas, incluidos antibióticos y anticolinérgicos, pertenecen a este subgrupo. Se denominan aminas biogénicas o monoaminas a las moléculas endógenas derivadas de aminoácidos que actúan como neurotransmisores, hormonas o mediadores inmunológicos. Las principales son: La medula suprarrenal y las terminaciones simpáticas liberan noradrenalina y adrenalina para regular la respuesta de lucha o huida: elevan la frecuencia cardiaca, aumentan el gasto cardiaco y redistribuyen el flujo sanguíneo hacia músculo y cerebro. La dopamina, sintetizada principalmente en la sustancia negra y el área tegmental ventral, modula la motivación, la recompensa y la coordinación motora; su déficit en los ganglios basales provoca la enfermedad de Parkinson. La serotonina (5-HT) se produce a partir del triptófano en el sistema nervioso central y en las células enterocromafines del intestino. Interviene en la regulación del estado de ánimo, el apetito y el peristaltismo. Su metabolito 5-HIAA es un marcador bioquímico del síndrome carcinoide. La melatonina, derivada de la serotonina en la glándula pineal, sincroniza los ritmos circadianos y ejerce efectos antioxidantes. Liberada por mastocitos y basófilos, la histamina provoca vasodilatación, aumento de la permeabilidad capilar y broncoconstricción. Es la responsable de la urticaria, la rinitis alérgica y el choque anafiláctico. También estimula la secreción de ácido en el estómago a través de los receptores H2. Las poliaminas actúan como amortiguadores de carga en el ADN, estabilizan ribosomas y regulan la apoptosis. Una concentración elevada se asocia a crecimiento tumoral y cicatrización tisular acelerada, mientras que niveles bajos repercuten en la senescencia celular. La mayoría de los antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos actúan modulando la concentración o la señalización de monoaminas. Ejemplos incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los inhibidores de la MAO y los antagonistas dopaminérgicos. La compleja interacción entre dopamina, noradrenalina y serotonina explica la variabilidad en la respuesta terapéutica y la aparición de efectos secundarios. Las catecolaminas controlan el tono vascular, la contractilidad miocárdica y la frecuencia respiratoria. En situaciones de estrés agudo, liberaciones masivas pueden precipitar taquiarritmias o crisis hipertensivas (feocromocitoma). Por el contrario, su bloqueo farmacológico con β-bloqueantes se emplea para tratar hipertensión, cardiopatía isquémica y taquicardia supraventricular. La histamina y la serotonina median la quimiotaxis de leucocitos y la regulación de citoquinas. En patologías autoinmunes como la esclerosis múltiple, niveles alterados de histamina modulan la barrera hematoencefálica, mientras que la serotonina puede influir en la diferenciación de linfocitos T helper. La dopamina inhibe la secreción de prolactina, y la serotonina participa en la formación ósea neonatal. Estudios recientes señalan que las aminas simpáticas influyen en el balance osteoclástico, lo que abre la puerta a futuros tratamientos frente a la osteoporosis. En la unidad de cuidados intensivos, las aminas vasoactivas son fármacos de primera línea para tratar el choque séptico, el choque cardiogénico y otras formas de hipotensión refractaria. Las más usadas son: La potencia vasopresora se correlaciona con la afinidad por receptores α1, mientras que la β-estimulación determina el incremento del gasto cardiaco. La selección de la amina ideal depende del tipo de choque, la tensión arterial y la función cardiaca basal. Un exceso de dosis provoca isquemia periférica, arritmias y hiperlactatemia. Se recomienda la colocación de línea arterial invasiva para medir la presión minuto a minuto y ajustar la infusión. Deben valorarse lactato sérico, diuresis y marcadores de perfusión tisular. Efectos adversos frecuentes incluyen necrosis cutánea por infiltración extravascular y hiperglucemia. La reducción gradual evita el riesgo de hipotensión rebote. Las células tumorales sobreexpresan ornitina descarboxilasa, enzima limitante para la síntesis de poliaminas, aumentando la proliferación y la resistencia a la apoptosis. Fármacos como la eflornitina (DFMO) se investigan como inhibidores específicos. En intolerancia a la histamina se aconseja dieta baja en aminas (evitar embutidos, pescados curados, quesos curados, vino tinto). En feocromocitoma no operable se contempla la terapia con radionúclidos (131I-MIBG, Lutecio-DOTATATE). No. Aunque muchas aminas biogénicas actúan en el sistema nervioso, existen aminas estructurales, industriales o farmacológicas que no participan en la neurotransmisión. Los antihistamínicos alivian los síntomas, pero no bloquean la absorción de histamina ingerida. Quien padezca intolerancia debe moderar el consumo de alimentos con alto contenido de histamina. No lo curan; solo estabilizan la perfusión mientras se corrige la causa subyacente con antibióticos, control de foco y soporte de órganos. La dopamina eleva la frecuencia cardiaca y puede inducir arritmias; la noradrenalina tiene mayor efecto vasoconstrictor y mejor perfil de seguridad en choque séptico. No es necesaria para la población general y podría limitar nutrientes importantes. Solo se recomienda restringir aminas específicas cuando existe intolerancia documentada o indicación médica. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es amina
Estructura y clasificación química
Estructura básica
Aminas alifáticas, aromáticas y heterocíclicas
Aminas biogénicas
Aminas biogénicas en la fisiología humana
Catecolaminas: orquestadoras del estrés
Serotonina y melatonina: ritmo, ánimo y digestión
Histamina y respuesta inmunoalérgica
Poliaminas y metabolismo celular
Funciones clínicas de las aminas
Neurotransmisión y psicofarmacología
Regulación cardiovascular y respiratoria
Modulación inmunológica
Metabolismo óseo y endocrino
Aminas vasoactivas en medicina crítica
Indicaciones clínicas
Farmacodinámica comparada
Monitorización y efectos adversos
Patologías relacionadas con las aminas
Exceso de aminas
Deficiencias o disfunciones de las aminas
Poliaminas y cáncer
Diagnóstico y pruebas de laboratorio
Tratamiento y manejo
Terapias farmacológicas
Intervenciones no farmacológicas
Prevención y seguimiento
Precauciones y recomendaciones
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿Todas las aminas son neurotransmisores?
¿Puedo tomar alimentos ricos en histamina si uso antihistamínicos?
¿Las aminas vasoactivas curan el choque séptico?
¿Qué diferencia hay entre dopamina y noradrenalina como vasopresores?
¿Una dieta "sin aminas" es saludable para todos?