DICCIONARIO MÉDICO

Agitación psicomotriz

La agitación psicomotriz es un síndrome clínico caracterizado por un estado de excitación motora desorganizada acompañado de alteraciones emocionales o cognitivas. Se manifiesta con movimientos excesivos, inquietud, impulsividad, tensión muscular, ansiedad y, en casos severos, conductas agresivas o autoagresivas. Este fenómeno puede observarse en diversas patologías médicas y psiquiátricas, y su aparición suele requerir una intervención inmediata por parte del equipo sanitario.

La agitación psicomotriz se diferencia de la simple inquietud por su intensidad y su potencial peligrosidad, tanto para el paciente como para su entorno. Constituye una urgencia psiquiátrica y médica que puede presentarse de forma aguda, intermitente o crónica, y cuya etiología puede ser muy diversa: desde cuadros psiquiátricos graves hasta trastornos metabólicos, neurológicos o intoxicaciones.

Qué es la agitación psicomotriz

Se define como una hiperactividad motora involuntaria con una clara desorganización del comportamiento, que va acompañada de tensión emocional, ansiedad intensa, verborrea o incluso delirios o alucinaciones en los casos más severos. Puede iniciarse de manera súbita o progresiva, y suele estar relacionada con un desequilibrio en la regulación neuroquímica cerebral, especialmente en sistemas como la dopamina, serotonina, GABA y glutamato.

En el contexto clínico, la evaluación y tratamiento deben ser precoces, ya que este estado puede evolucionar rápidamente hacia un cuadro de agresividad o riesgo vital. La contención verbal, farmacológica y en última instancia física, forman parte del abordaje integral del paciente con agitación psicomotriz.

Características clínicas

Los signos y síntomas más frecuentes de la agitación psicomotriz incluyen:

  • Movimientos constantes y sin finalidad: deambulación, golpeteo, gesticulación excesiva.
  • Verborrea: habla rápida, entrecortada o incoherente.
  • Alteraciones emocionales: ansiedad, irritabilidad, miedo o euforia descontrolada.
  • Pérdida de juicio y desinhibición: actos impulsivos o sin sentido.
  • Resistencia al contacto o colaboración médica: negación de la enfermedad, paranoia, comportamiento defensivo.

Causas de la agitación psicomotriz

Las causas pueden ser múltiples y se agrupan en cuatro grandes categorías:

Trastornos psiquiátricos

  • Esquizofrenia (especialmente en fases agudas o paranoides).
  • Trastorno bipolar en episodio maníaco o mixto.
  • Trastornos depresivos mayores con síntomas psicóticos.
  • Trastornos de ansiedad grave o ataques de pánico con componente motor.

Enfermedades médicas y neurológicas

  • Delirium (síndrome confusional agudo).
  • Epilepsia parcial compleja o postictal.
  • Encefalopatías metabólicas: hipoxia, hipoglucemia, encefalopatía hepática.

Tóxicos y sustancias psicoactivas

  • Intoxicación por drogas estimulantes: cocaína, anfetaminas, MDMA.
  • Abstinencia de alcohol, benzodiacepinas o barbitúricos.
  • Efectos paradójicos de fármacos psicotrópicos mal ajustados.

Factores situacionales o ambientales

  • Estrés agudo intenso, traumas recientes o confinamiento involuntario.
  • Privación del sueño o cambios súbitos en el entorno.

Diagnóstico clínico

El diagnóstico se basa principalmente en la observación del comportamiento, aunque también requiere descartar causas orgánicas. Se deben evaluar:

  • Signos vitales y estado neurológico.
  • Historia clínica, antecedentes psiquiátricos, uso de sustancias.
  • Analítica completa, gases arteriales, tóxicos en orina.
  • Electrocardiograma y, si se sospecha lesión cerebral, neuroimagen.

Tratamiento de la agitación psicomotriz

El manejo debe ser escalonado y seguro, orientado a estabilizar al paciente sin causar efectos secundarios innecesarios:

Contención verbal y medidas no farmacológicas

  • Actitud calmada, empática y respetuosa por parte del personal sanitario.
  • Ambiente controlado: espacio tranquilo, luz tenue, sin ruidos ni aglomeraciones.
  • Evitar provocaciones, dar espacio personal y facilitar la comunicación clara.

Tratamiento farmacológico

  • Antipsicóticos: haloperidol, olanzapina, risperidona. Especialmente eficaces en cuadros psicóticos.
  • Benzodiacepinas: lorazepam, midazolam. Indicadas en agitación por abstinencia o ansiedad grave.
  • Antiepilépticos o estabilizadores del ánimo: en pacientes con trastorno bipolar o epilepsia comórbida.

Contención física

Solo en casos extremos y cuando hay riesgo inmediato de lesión. Debe ser realizada por personal entrenado y conforme a normativa legal vigente.

Complicaciones posibles

La agitación psicomotriz no tratada o mal manejada puede conllevar:

  • Autolesiones o agresiones a terceros.
  • Rabdomiólisis por esfuerzo físico extremo.
  • Síndrome de delirio excitado con paro cardíaco.
  • Efectos secundarios graves por uso inapropiado de psicofármacos.

Cuándo acudir al médico

Es necesario solicitar atención médica urgente ante:

  • Aparición súbita de agitación sin causa clara.
  • Comportamiento errático, desorganizado o peligroso.
  • Resistencia al contacto, alucinaciones o delirio evidente.
  • Agitación en personas con antecedentes psiquiátricos o consumo de tóxicos.

Precauciones y seguimiento

  • Identificar y tratar la causa de fondo, ya sea psiquiátrica o médica.
  • Asegurar seguimiento ambulatorio por psiquiatría o neurología.
  • Revisar y ajustar la medicación de mantenimiento.
  • Educar a la familia o cuidadores sobre signos de alarma.

Preguntas frecuentes sobre la agitación psicomotriz

¿La agitación psicomotriz es lo mismo que un brote psicótico?

No necesariamente. Un brote psicótico puede cursar con agitación psicomotriz, pero esta también puede aparecer en delirium, abstinencia de sustancias o trastornos afectivos graves.

¿Todos los pacientes con agitación psicomotriz deben ser hospitalizados?

No. Algunos casos pueden manejarse en urgencias con observación y tratamiento ambulatorio, siempre que se garantice la seguridad del paciente y de su entorno.

¿Puede prevenirse la agitación psicomotriz en pacientes con enfermedades mentales?

Sí. Un tratamiento bien ajustado, seguimiento regular y educación familiar pueden reducir la aparición de crisis. También es útil identificar factores desencadenantes como estrés, insomnio o cambios de medicación.

¿Qué diferencia hay entre agitación psicomotriz y manía?

La manía incluye agitación, pero también alteraciones del estado de ánimo como euforia, grandiosidad o verborrea. La agitación psicomotriz puede presentarse en manía o como fenómeno aislado en otros trastornos.

¿Puede la agitación psicomotriz indicar un problema neurológico?

Sí. Puede ser el primer signo de encefalopatía, epilepsia o lesión cerebral aguda. Por eso es fundamental realizar un diagnóstico diferencial adecuado.

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