DICCIONARIO MÉDICO

Bacampicilina

¿Qué es la bacampicilina?

La bacampicilina es un antibiótico de la familia de las penicilinas, diseñado para combatir infecciones bacterianas. Es un profármaco de la ampicilina, lo que significa que se convierte en ampicilina en el cuerpo después de su administración. La bacampicilina fue desarrollada para mejorar la absorción oral de la ampicilina, permitiendo una mayor concentración de la droga activa en la sangre y en los sitios de infección.

La bacampicilina se utiliza principalmente para tratar infecciones del tracto respiratorio, del tracto urinario, gastrointestinales, y otras infecciones causadas por bacterias susceptibles a la ampicilina. Al igual que otros antibióticos de la clase de las penicilinas, la bacampicilina actúa inhibiendo la síntesis de la pared celular bacteriana, un componente esencial para la supervivencia de la bacteria. Al interferir con la formación de la pared celular, la bacampicilina causa la lisis y muerte de la bacteria.

La absorción de la bacampicilina a través del tracto gastrointestinal es significativamente mejor que la de la ampicilina. Después de la administración oral, la bacampicilina es hidrolizada en el hígado y el intestino delgado para liberar ampicilina, la forma activa del fármaco. Esta conversión resulta en niveles plasmáticos más altos y más sostenidos de ampicilina en comparación con la administración directa de ampicilina. Este perfil farmacocinético mejorado permite que la bacampicilina sea más eficaz contra infecciones sistémicas y reduzca la frecuencia de dosificación, mejorando la adherencia del paciente al tratamiento.

Desde un punto de vista farmacodinámico, la bacampicilina muestra una amplia actividad bactericida contra una variedad de patógenos grampositivos y gramnegativos. Entre los organismos susceptibles se incluyen Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes, Haemophilus influenzae, Escherichia coli, Proteus mirabilis, y Neisseria gonorrhoeae, entre otros. La resistencia bacteriana a la bacampicilina, como ocurre con otros antibióticos beta-lactámicos, puede desarrollarse a través de la producción de beta-lactamasas, que son enzimas que inactivan el antibiótico.

El uso de bacampicilina debe basarse en la susceptibilidad bacteriana demostrada por pruebas de laboratorio siempre que sea posible. En ausencia de datos específicos, la selección empírica del tratamiento debe considerar los patrones locales de susceptibilidad y las guías clínicas.

La bacampicilina se administra por vía oral y la dosis típica varía según la gravedad de la infección y la respuesta del paciente al tratamiento. En general, las dosis oscilan entre 400 mg a 800 mg cada 6 a 8 horas. En infecciones severas, puede ser necesario ajustar la dosificación y la duración del tratamiento según la evaluación clínica y los resultados microbiológicos.

Los efectos secundarios de la bacampicilina son similares a los de otros antibióticos de la clase de las penicilinas. Los efectos adversos más comunes incluyen reacciones gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. También pueden ocurrir reacciones alérgicas, que van desde erupciones cutáneas leves hasta anafilaxia severa. Es crucial que los médicos obtengan una historia detallada de alergias antes de prescribir bacampicilina y estén preparados para manejar cualquier reacción adversa grave.

La bacampicilina también puede causar sobreinfecciones con organismos no susceptibles, incluyendo hongos y bacterias resistentes. Es importante monitorear a los pacientes durante el tratamiento para detectar cualquier signo de superinfección y ajustar el tratamiento según sea necesario.

La administración de bacampicilina durante el embarazo debe considerarse solo si el beneficio potencial justifica el riesgo para el feto, ya que no se han realizado estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. La bacampicilina se excreta en la leche materna, por lo que se debe tener precaución cuando se administra a mujeres lactantes.

En términos de interacciones medicamentosas, la bacampicilina puede interactuar con otros fármacos que afectan la función renal, como los diuréticos y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). También puede interferir con la eficacia de los anticonceptivos orales, por lo que se recomienda el uso de métodos anticonceptivos adicionales durante el tratamiento con bacampicilina.

El desarrollo de la bacampicilina representó un avance significativo en la terapia antibiótica al mejorar la biodisponibilidad oral de la ampicilina, permitiendo un tratamiento más eficaz de las infecciones bacterianas. Sin embargo, como con todos los antibióticos, su uso adecuado y prudente es crucial para minimizar el desarrollo de resistencia bacteriana y preservar la eficacia de los antibióticos para futuras generaciones.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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