DICCIONARIO MÉDICO

Ácido iopanoico

¿Qué es el ácido iopanoico?

El ácido iopanoico es un compuesto orgánico que se utiliza principalmente como medio de contraste en procedimientos de diagnóstico por imagen. Químicamente, es un ácido orgánico halogenado, derivado del ácido benceno, que contiene átomos de yodo. Su fórmula química es C11H12I3NO2. La presencia de yodo en su estructura es crucial, ya que este elemento tiene un alto número atómico que proporciona la opacidad necesaria para la absorción de los rayos X, permitiendo así que las estructuras internas del cuerpo sean visibles en las imágenes radiográficas.

El ácido iopanoico ha sido históricamente utilizado en colangiografía oral, un procedimiento diagnóstico para visualizar el árbol biliar. En este contexto, el paciente ingiere el ácido iopanoico, que luego es absorbido en el tracto gastrointestinal y excretado por el hígado en la bilis. Esto permite una opacificación del sistema biliar, haciendo visible cualquier anormalidad, como obstrucciones, cálculos biliares o tumores, en las radiografías.

Además de su uso en la colangiografía, el ácido iopanoico también tiene aplicaciones en la visualización de otras estructuras del tracto gastrointestinal. En algunos casos, se ha utilizado para estudios radiográficos del esófago, estómago e intestinos, aunque su uso en estas áreas ha disminuido con la disponibilidad de medios de contraste más modernos y con menos efectos secundarios.

Desde una perspectiva farmacocinética, el ácido iopanoico se absorbe bien en el tracto gastrointestinal y se excreta predominantemente a través de la bilis. Este patrón de excreción es útil para los estudios del sistema biliar, ya que permite una visualización clara de las vías biliares. Sin embargo, la excreción biliar también significa que el ácido iopanoico puede causar efectos secundarios gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea en algunos pacientes.

El uso de medios de contraste basados en yodo, como el ácido iopanoico, no está exento de riesgos. Los pacientes con alergia al yodo pueden experimentar reacciones adversas que van desde erupciones cutáneas leves hasta reacciones anafilácticas graves. Por esta razón, es crucial que los profesionales de la salud evalúen cuidadosamente el historial médico del paciente antes de administrar medios de contraste yodados. Además, los pacientes con insuficiencia renal deben ser monitoreados de cerca, ya que el yodo puede exacerbar la disfunción renal.

A lo largo de los años, el uso del ácido iopanoico ha disminuido debido al desarrollo de medios de contraste más avanzados y seguros. Sin embargo, sigue siendo una opción valiosa en ciertas circunstancias clínicas, especialmente cuando se requieren imágenes detalladas del sistema biliar. Los avances en la tecnología de imagen, como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), han reducido la dependencia de los medios de contraste tradicionales como el ácido iopanoico, ofreciendo alternativas menos invasivas y más seguras para la visualización de estructuras internas.

Desde un punto de vista molecular, el ácido iopanoico es interesante debido a su estructura halogenada. Los compuestos que contienen yodo son eficaces en la absorción de radiación debido a la alta densidad de electrones del yodo. Esto hace que el ácido iopanoico sea particularmente eficaz para su uso en radiografía, donde la absorción de rayos X es esencial para crear una imagen clara.

En términos de seguridad, la administración del ácido iopanoico debe ser cuidadosamente considerada en pacientes con problemas de tiroides. El yodo en el ácido iopanoico puede interferir con la función tiroidea, especialmente en pacientes con hipertiroidismo o hipotiroidismo. Además, el uso de medios de contraste yodados puede afectar la absorción de yodo radiactivo, utilizado en algunos tratamientos para el cáncer de tiroides y en diagnósticos de tiroides, lo que requiere una planificación adecuada en el manejo del paciente.

A nivel clínico, el uso del ácido iopanoico ha sido complementado y en muchos casos reemplazado por agentes de contraste más modernos, como los agentes no iónicos, que tienen un perfil de seguridad más favorable y menos efectos adversos. Estos nuevos agentes de contraste no iónicos son menos osmóticos, lo que significa que causan menos reacciones adversas, como deshidratación y daño renal, en comparación con los agentes iónicos como el ácido iopanoico.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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