Cuidar nuestra salud cardiovascular

La declaración del estado de alarma ha cambiado de forma drástica nuestro estilo de vida, lo que puede poner en riesgo nuestra salud cardiovascular. “Hasta hace poco nuestro día a día se basaba en una dieta mediterránea, ejercicio regular y disfrutar de las relaciones sociales”, recuerda la Dra. Nahikari Salterain, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra.

La prevención cardiovascular se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y control del estrés. Tres aspectos que se han visto especialmente alterados durante este periodo de confinamiento que se alarga más de un mes. “Esta situación, además de complicarnos seguir una dieta y realizar deporte, ha generado miedo, incertidumbre, preocupación por nuestros familiares, por cómo prevenir la enfermedad, etc.”.

“Aunque estemos en una situación de pandemia aquellas personas que tienen problemas de corazón o empiezan a tener empeoramiento de los síntomas habituales, deben consultar a un especialista. Esos síntomas pueden ser, entre otros, dolor de pecho en reposo, mayor fatiga para las actividades cotidianas”, recuerda. “Es verdad que estamos en una situación crítica pero las urgencias reales existen y estamos para atenderles”.

Ante esta nueva realidad, ¿qué podemos hacer para seguir cuidando nuestra salud cardiovascular? Como han indicado ya los expertos, y recuerda la cardióloga, “es importante establecer una rutina diaria que ponga en balanza nuestras obligaciones con las actividades de ocio y que permita seguir un plan diario”.

Ante el ejercicio físico:

Hoy en día es mucho más fácil gracias a las posibilidades tecnológicas y las diferentes opciones de rutinas en casa. Cada uno debe elegir aquello que más le guste: una actividad que sea individualizada, segura y adaptada a las capacidades de cada uno para intentar hacerla de manera regular. Cuanto más hagamos, mejor.

Ante el estrés:

  • Estamos tan agobiados por nuestra situación familiar que es importante mantener un contacto estrecho con nuestros más allegados mediante llamadas, WhatsApp o video llamadas. Lo que haga falta para dejar de lado nuestras preocupaciones, intentar ayudar a nuestros familiares y darnos apoyo.
  • Los ejercicios de respiración también pueden ayudar e intentar mantener una rutina para ir a dormir.
  • Es importante que si nos sentimos agobiados por la cantidad de información que estamos recibiendo seamos capaces de seleccionarla con detenimiento, no es necesario estar sobreinformado ya que solo aumenta nuestro nivel de estrés.
  • Tenemos que aprender a disfrutar de los pequeños ratos de ocio que tengamos cada día: lectura, pintura, música… Tenemos que encontrar hueco para las actividades que nos gustan y disfrutarlo.
  • Y, además, aprender a disfrutar del aburrimiento. Momentos en los que no tengamos nada para hacer, también tenemos que disfrutarlos porque van a estar cada día.
  • Es importante tener en cuenta que las personas que cuidan de otros notarán que su estrés ha aumentado. También tenemos que ayudarles: hacerles ver que estamos ahí y nos preocupamos por ellos.

Ante la dieta:

Seguir una alimentación regular, equilibrada y saludable, como la que nos muestran expertas en Nutrición de la Clínica. Lo que es la dieta mediterránea con una abundante ingesta hídrica no solo en agua, sino también infusiones, zumos… La cocina también puede ayudar a que ese paso del tiempo sea más ameno. Obviamente, pequeños caprichos se pueden tener de vez en cuando, aunque no debe ser el día a día de nuestra pauta habitual.