La Clínica Universidad de Navarra instala en su sede de Pamplona el escáner más avanzado
Sus principales beneficios son la mayor rapidez y precisión en el diagnóstico y una menor radiación que los equipos convencionales. Permite detectar antes los tumores ocultos y ayuda a evaluar mejor la efectividad del tratamiento para el cáncer
4 de octubre de 2017
La Clínica Universidad de Navarra es el primer centro de España en poner a disposición de sus pacientes el equipo de TAC más avanzado. Se trata de un escáner de doble fuente y doble energía que, con un 50% menos de radiación que los equipos convencionales, permite detectar antes los tumores ocultos y ayuda a evaluar con antelación la respuesta a los tratamientos del cáncer. La incorporación de este equipamiento ha supuesto una inversión de cerca de dos millones de euros.
El uso clínico de un escáner (también conocido como TC por Tomografía Computarizada) es una prueba radiológica para uso diagnóstico que utiliza radiaciones ionizantes y sirve para obtener imágenes precisas del organismo que permitan valorar la existencia de posibles enfermedades y su grado de afectación. Utilizado como tecnología de diagnóstico para numerosas patologías, el uso del TC ha ido asociado a posibles efectos secundarios derivados de las dosis de radiación y los contrastes yodados.
Detección temprana y pronóstico
Una de las principales características del Somatom Force es que posee dos tubos de rayos X que pueden funcionar con distintas energías para obtener imágenes espectrales de alta sensibilidad que proporcionan información relevante sobre la composición de los tejidos y la distribución del medio de contraste en el organismo.
Así, aumenta el contraste entre tejidos y se amplifican las sutiles diferencias de densidad entre tejidos normales y patológicos “de manera que facilita la caracterización (e identificación) del tejido mediante la medición de la concentración de yodo, lo que ayuda a determinar si se trata de tejido tumoral o sano”, indican los Dres. Isabel Vivas e Ignacio González, especialistas de Radiodiagnóstico de la Clínica Universidad de Navarra.
Una de las mayores ventajas de la utilización de los mapas de yodo como biomarcadores es que “permitirán una mejora de la detección temprana de lesiones tumorales ocultas y ayudarán a evaluar con antelación la respuesta a los tratamientos del cáncer”, apuntan los radiólogos. De esta manera, se podrán monitorizar y planificar los tratamientos o cambiarlos en caso de que se muestren poco efectivos, un aspecto fundamental en pacientes oncológicos.
Entre otras opciones, la doble energía posibilitará llevar a cabo estudios complejos, como evaluar la perfusión del pulmón, hígado, corazón (para detectar posibles alteraciones, como estenosis coronaria y sus consecuencias en el miocardio) o cerebro; también se podrá evaluar el tejido óseo, así como determinar la composición, por ejemplo, de las litiasis renales y, según ésta, decidir el tratamiento más adecuado.
“Las imágenes obtenidas con el nuevo TC nos permitirán precisar aún cambios más sutiles que nos indican estadios precoces de enfermedades que hasta ahora no se podían detectar”, subraya el Dr. Jesús Pueyo, especialista de Radiodiagnóstico de la Clínica.
Mayor rapidez
Otro de los beneficios que aporta el nuevo TC, debido a su mayor número de detectores (192 frente a los 64 convencionales), es la mayor rapidez y cobertura de adquisición de imagen que “posibilita análisis anatómicos extensos y precisos, con cortes muy finos, en apenas unos segundos”. De esta manera, reduce al mínimo las posibles alteraciones de la imagen debidas al movimiento y aumenta su calidad, aspectos fundamentales para estudios de pacientes inestables hospitalizados, en UCI o procedentes de Urgencias.
Además, gracias a los dos tubos de rayos X que posee, es capaz de adquirir los estudios de imagen con mayor velocidad, de manera que el nuevo TC “permite estudiar el corazón y los vasos coronarios con gran detalle, obteniendo, incluso, una imagen completa del corazón en menos de un latido”, precisa el radiólogo.
Este TC, denominado Somatom Force, también permitirá optimizar la cantidad de contraste yodado necesaria para realizar las exploraciones, con una reducción hasta de un 30%, disminuyendo los posibles efectos secundarios derivados de su utilización, como el daño renal.
Menos radiación
Este nuevo sistema adquirido por la Clínica Universidad de Navarra ofrece, entre sus principales ventajas, la realización de estudios con una dosis de radiación hasta un 50% menor que la requerida por los actuales sistemas, sin perder calidad de imagen.
Por este motivo, “este equipo es particularmente adecuado para el estudio de pacientes de unidades de Chequeos, pacientes oncológicos sometidos a numerosas exploraciones de seguimiento y para pacientes pediátricos”, detalla el director del Servicio de Radiodiagnóstico de la Clínica, el Dr. Gorka Bastarrika.
Plataforma de investigación única
Los avances que incorpora el Somatom Force, desarrollado por la casa alemana Siemens Healthineers, se completan con las nuevas herramientas de software muy desarrolladas para el post-procesado de las imágenes con las que se obtendrán diagnósticos de gran precisión y se podrá profundizar en la medicina personalizada.
El Servicio de Radiodiagnóstico dispondrá, además, de una nueva plataforma de investigación y desarrollo, única en España, denominada Frontier, en la que “investigaremos nuevas herramientas diagnósticas en estrecha colaboración con nuestro equipo de ingenieros y con Siemens”.
Este nuevo equipo de TC que ha adquirido la Clínica Universidad de Navarra es el primero de estas características que se instala en España y supone, sin duda, un gran avance para el diagnóstico y manejo clínico de los pacientes.