Fascitis plantar

"Si no se trata adecuadamente, puede dar lugar a varias complicaciones, como la formación de un espolón calcáneo. Además, puede alterar la marcha y la postura, aumentando la presión en otras partes del pie y provocando problemas en las articulaciones y la columna vertebral".

DR. RAFAEL LLOMBART BLANCO
ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA ORTOPÉDICA Y TRAUMATOLOGÍA

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es una afección común que afecta la planta del pie, específicamente la fascia plantar, un tejido conectivo que se extiende desde el talón hasta los dedos. Esta condición puede causar dolor y malestar significativos en la región del talón y el arco del pie.

Si no se trata adecuadamente, puede dar lugar a varias complicaciones. Una de ellas y la más común es la formación de un espolón calcáneo, que es un crecimiento óseo en el talón que puede contribuir al malestar en el área afectada.

Además, la fascitis plantar crónica puede alterar la marcha y la postura, aumentando la presión en otras partes del pie y provocando problemas en las articulaciones y la columna vertebral.

La calidad de vida también puede verse afectada debido a la limitación en la realización de actividades diarias y deportivas.

Por lo tanto, es crucial buscar atención médica y seguir un tratamiento adecuado para minimizar el riesgo de estas complicaciones y lograr una recuperación efectiva.

¿Cuáles son los síntomas de la fascitis plantar?

La fascitis plantar se manifiesta a través de una serie de síntomas distintivos que abarcan dolor en el área del talón y el arco del pie, acompañados de rigidez y, en ocasiones, inflamación.

El momento en el que el dolor se intensifica con mayor frecuencia es al dar los primeros pasos por la mañana, justo después de levantarse de la cama o al ponerse de pie después de estar sentado.

Además, el dolor puede acentuarse durante actividades que implican estar de pie o caminar durante periodos prolongados. 

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

  • Dolor en el talón.
  • Dolor en el arco del pie.
  • Rigidez.
  • Inflamación de la zona.  

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Puede que padezca una fascitis plantar

¿Cuáles son las causas de la fascitis plantar?

La fascitis plantar se desarrolla debido a una tensión excesiva en la fascia plantar.

Algunas de las posibles causas y factores de riesgo incluyen movimientos repetitivos o uso de calzado inadecuado. 

Es más común en personas de 40 a 60 años y en personas que practican deporte de alto impacto y que ejercen presión sobre esa zona de pie, como el running, el baloncesto, el ballet o deportes de raqueta, entre otros.

¿Cómo prevenir el desarollo de la fascitis plantar?

La prevención de la fascitis plantar implica tomar medidas para reducir la tensión en la fascia plantar y minimizar los factores de riesgo. A continuación mostramos algunas pautas que pueden ayudar a prevenir la fascitis plantar:

Use calzado adecuado

Utilice zapatos que proporcionen un buen soporte para el arco del pie y una amortiguación adecuada. Evita los zapatos planos o desgastados, ya que pueden aumentar la presión en la fascia plantar. Alterne entre diferentes tipos de calzado para no sobrecargar continuamente la misma área del pie.

Controle su peso

Mantenga un peso saludable para reducir la presión sobre los pies y el arco.

Evite actividades de alto impacto

Si practica deportes de alto impacto, asegúrese de usar calzado deportivo adecuado y realizar ejercicios de calentamiento y estiramiento antes y después de la actividad.

Modere el tiempo de estar de pie

Si ejerce una profesión que requiere estar de pie durante largos períodos, intente tomar descansos regulares y descanse los pies siempre que sea posible.

¿Cómo se diagnostica la fascitis plantar?

El diagnóstico de la fascitis se basa en el examen clínico minucioso por parte del profesional médico, en el que se evalúan los síntomas del paciente, como el dolor en el talón y el arco del pie. Los factores de riesgo, como el tipo de calzado utilizado y la actividad física, así como los antecedentes médicos y el historial clínico del paciente también son importantes para obtener una comprensión completa de la situación.

Además, se pueden realizar pruebas adicionales de diagnóstico por imagen, como radiografías y ecografías, para confirmar la presencia de inflamación en la fascia plantar.

Algunos profesionales también pueden utilizar técnicas de termografía infrarroja para observar las áreas de inflamación. Con esta información, se puede establecer un diagnóstico preciso y determinar el enfoque de tratamiento más adecuado.

Es fundamental buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario para aliviar el malestar.

¿Cómo se trata la fascitis plantar?

El tratamiento de la fascitis plantar suele ser conservador en la mayoría de los casos. Es un enfoque terapéutico que incluye reposo, fisioterapia, uso de calzado adecuado y medidas de autocuidado.

En la primera fase, se recomienda reducir las actividades que exacerban el dolor, como correr o caminar largas distancias. Un aspecto crucial es la fisioterapia, que incluye ejercicios de estiramiento para los músculos de la pantorrilla y la planta del pie, fortaleciendo la estructura muscular y mejorando la movilidad.

El uso de zapatos apropiados es fundamental en el tratamiento de la fascitis plantar. Se aconseja el uso de calzado con buen soporte de arco y amortiguación adecuada.

Es imprescindible llevar a cabo un análisis biomecánico detallado de la marcha del paciente, para saber si la causa de la fascitis plantar se encuentra relacionada con el patrón de pisada. En ese caso, se diseñarán unas plantillas ortopédicas a medida para la fascitis plantar, que faciliten la "descompresión" de la fascia y alivien el dolor.

Además de las medidas mencionadas, existen tratamientos más avanzados que se pueden considerar si el dolor persiste. Entre estos se encuentra la terapia con ondas de choque extracorpóreas, que se ha demostrado eficaz para el alivio del dolor en la fascitis plantar refractaria. La inyección de corticosteroides es otra opción que puede proporcionar alivio temporal, aunque no se recomienda realizar muchas sesiones porque puede debilitar a largo plazo el tendón.

Como último recurso, para los casos de fascitis plantar que no responden a las anteriores medidas, la cirugía puede ser una opción. Sin embargo, siempre se debe considerar después de que se hayan agotado todas las demás opciones de tratamiento.

¿Dónde la tratamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología
de la Clínica Universidad de Navarra

El Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología cubre de forma completa el amplio espectro de afecciones congénitas o adquiridas del sistema músculo-esquelético incluyendo los traumatismos y sus secuelas.

Desde 1986 la Clínica Universidad de Navarra cuenta con un excelente banco de tejido osteotendinoso para disponer de injertos óseos y ofrecer las mejores alternativas terapéuticas.

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Nuestro equipo de profesionales

Especialistas en Traumatología con experiencia en tratar la fascitis plantar

Preguntas frecuentes sobre la fascitis plantar

La fascitis plantar puede ser una afección de larga duración, pero generalmente no es permanente.

Con un adecuado tratamiento que puede incluir fisioterapia, uso de calzado adecuado, y en casos más graves, intervenciones quirúrgicas, la mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo de los síntomas y pueden retomar sus actividades normales.

Para las personas que sufren de fascitis plantar, es aconsejable usar zapatos que ofrezcan un buen soporte, en especial en el arco y en el talón.

Calzados con amortiguación adecuada, una base sólida y espacio para los dedos pueden ayudar a minimizar la presión y la tensión en la planta del pie, favoreciendo así la recuperación.

La fascitis plantar se caracteriza por el dolor en la base del talón, que puede ser más intenso por las mañanas o después de períodos de inactividad.

Este dolor se diferencia de otras afecciones del pie, como los espolones óseos o la tendinitis de Aquiles, que pueden tener ubicaciones y patrones de dolor diferentes. Es importante contar con un diagnóstico preciso de un profesional médico para asegurarse del tratamiento correcto.

Aunque la fascitis plantar es común en personas que practican actividades físicas intensas, como los corredores, no se limita solo a los deportistas.

También puede afectar a personas que pasan mucho tiempo de pie, personas con sobrepeso, o aquellas que tienen ciertas características anatómicas del pie, como pies planos o arcos altos.

Sí, el sobrepeso puede ser un factor de riesgo para la fascitis plantar.

El exceso de peso incrementa la presión sobre la planta del pie, lo que puede contribuir a la inflamación del tejido en la base del talón, causando fascitis plantar.

Sí, realizar estiramientos regulares y específicos para la fascitis plantar puede ayudar a aliviar los síntomas.

Los estiramientos para el tendón de Aquiles y la planta del pie pueden aumentar la flexibilidad y reducir la tensión en la fascia plantar, ayudando así a aliviar el dolor.

La mayoría de los casos de fascitis plantar se pueden tratar de manera efectiva con métodos no quirúrgicos, como fisioterapia, cambios en el calzado y uso de plantillas ortopédicas.

Sin embargo, en casos severos y persistentes donde estos métodos no proporcionan alivio, puede considerarse la intervención quirúrgica.

Sí, aunque es infrecuente, la fascitis plantar crónica puede llevar a complicaciones como cambios en la forma de caminar (para evitar el dolor), lo que puede causar problemas en las rodillas, las caderas y la espalda.

El tiempo de recuperación de la fascitis plantar puede variar. En algunos casos, los síntomas mejoran en unas pocas semanas o meses con el tratamiento adecuado. Sin embargo, en otros casos, puede tardar hasta un año o más para que la condición se resuelva completamente.

Sí, se puede reducir el riesgo de fascitis plantar manteniendo un peso saludable, haciendo ejercicio regularmente para fortalecer los músculos de las piernas y los pies, usando zapatos adecuados con buen soporte, y evitando actividades que pongan estrés excesivo en el talón.