DICCIONARIO MÉDICO

Síndrome de Lermoyez

¿Qué es el síndrome de Lermoyez?

Identificado por primera vez por el otólogo francés Marcel Lermoyez en 1899, el síndrome de Lermoyez es una afección rara y particular del oído interno que se asemeja, en muchos aspectos, a la enfermedad de Ménière.

Se caracteriza por episodios recurrentes de vértigo que, curiosamente, se alivian a medida que el paciente experimenta una progresiva pérdida de audición. Esta peculiaridad lo diferencia de otros trastornos vestibulares en los que la pérdida auditiva y el vértigo suelen ser síntomas coexistentes y persistentes.

Para comprender mejor el síndrome de Lermoyez, es esencial abordar el sistema vestibular del oído interno. Este sistema, compuesto por el laberinto óseo y membranoso, es responsable de nuestro sentido del equilibrio y de la percepción del movimiento. El fluido endolinfático, presente en el laberinto membranoso, desempeña un papel crucial en la transducción de señales nerviosas que permiten al cerebro interpretar nuestra posición y movimiento en el espacio. Se cree que el síndrome de Lermoyez resulta de un aumento anormal en la presión de este fluido, similar a lo que ocurre en la enfermedad de Ménière.

Un episodio típico del síndrome de Lermoyez puede comenzar con un vértigo intenso, a menudo acompañado de náuseas e incluso vómitos. A medida que avanza el episodio, el paciente puede notar una disminución en la capacidad auditiva del oído afectado. Sin embargo, a diferencia de otros trastornos auditivos y vestibulares, el vértigo comienza a mejorar a medida que la audición disminuye. Estos episodios pueden durar desde minutos hasta varias horas.

La patogénesis exacta del síndrome de Lermoyez aún no se comprende completamente. Sin embargo, se postula que el aumento inicial de la presión endolinfática provoca el vértigo y, cuando esta presión se libera, ya sea por una ruptura de la membrana de Reissner o por otros mecanismos, lleva a una disminución de la audición pero alivia el vértigo.

El diagnóstico del síndrome de Lermoyez es clínico y se basa en la historia característica del paciente. Las pruebas audiológicas y los estudios vestibulares, como la electronistagmografía, pueden ayudar a identificar la pérdida auditiva y las anomalías vestibulares, respectivamente. Es crucial diferenciar el síndrome de Lermoyez de otros trastornos vestibulares, especialmente la enfermedad de Ménière, ya que el manejo puede variar.

El tratamiento del síndrome de Lermoyez se centra en el alivio sintomático y en la prevención de episodios. Los diuréticos, como la hidroclorotiazida, a menudo se prescriben para reducir la presión endolinfática. Además, se puede aconsejar a los pacientes que reduzcan la ingesta de sal para ayudar a disminuir la retención de líquidos en el cuerpo. En casos refractarios, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos, como la descompresión del saco endolinfático o la laberintectomía, aunque estos procedimientos se reservan para casos severos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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