ANTIDIABÉTICOS ORALES

Acarbosa

La acarbosa es un medicamento de utilidad en algunos pacientes con diabetes en los que no existe una secreción normal de insulina y el tratamiento dietético o farmacológico no es suficiente para controlar su enfermedad. La insulina se encarga de controlar el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre.

La acarbosa retrasa la digestión de los azúcares de la dieta. De esta manera, los azúcares llegan a la sangre más lentamente desde el tubo digestivo y se evitan niveles altos de glucosa en sangre tras las comidas.

NOMBRES COMERCIALES:

Glucobay®, Glumida®. Existen comercializadas formas genéricas de acarbosa.

ALERTAS:



MÁS INFORMACIÓN:

¿Para qué se utiliza?

  • Diabetes mellitus tipo 2 (no dependiente de insulina), en los pacientes en los que el tratamiento dietético o farmacológico no resulta suficiente para controlar la enfermedad.
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En España acarbosa existe comercializada para su administración oral en forma de comprimidos.

La dosis adecuada de acarbosa puede ser diferente para cada paciente y depende de los niveles de glucosa en sangre del paciente, principalmente. A continuación se indican las dosis más frecuentemente recomendadas. Pero si su médico le ha indicado otra dosis distinta, no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.

Dosis oral en adultos:

  • Inicialmente 50 mg cada 8 horas. En función de los resultados obtenidos, su médico le aconsejará la dosis necesaria de mantenimiento en su caso concreto, la cual generalmente es de 100 mg cada 8 horas.

No se recomienda el uso de acarbosa en niños.

Los comprimidos de acarbosa se deben masticar con el primer bocado de la comida o bien se pueden tragar enteros con un poco de líquido antes de las comidas.

Cuando no debe utilizarse:

  • En caso de presentar alergia a este medicamento. Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico inmediatamente.
  • No debe usarse si presenta usted presenta fallo grave a nivel renal o hepático, obstrucción intestinal o cualquier enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.

Precauciones de uso:

  • Es importante respetar el horario pautado. Si se le olvida tomar una dosis tómela tan pronto como sea posible y vuelva a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo para la próxima dosis no la duplique y continúe tomando el medicamento como se le había indicado.
  • La acarbosa debe administrarse con especial precaución en caso de un cuadro de hepatitis o de una cetoacidosis diabética.
  • Su médico le dará instrucciones precisas acerca de la dieta, ejercicio u otras medidas que debe adoptar durante el tratamiento. También le explicará cómo hacer la prueba para medir la cantidad de azúcar en sangre y cómo ajustar la dosis cuando se sienta mal.
  • Es muy importante conocer los síntomas de la hipoglucemia (disminución de los niveles de glucosa en sangre) y de la hiperglucemia (aumento de los niveles de glucosa en sangre) para tratarlos rápidamente. La hipoglucemia se manifiesta como ansiedad, visión borrosa, sensación de hambre, somnolencia, cansancio y pulso rápido. Los síntomas de la hiperglucemia aparecen de forma más tardía e incluyen visión borrosa, somnolencia, sequedad de boca y piel, pérdida de apetito, nauseas, vómitos, respiración rápida y sed intensa. Pregunte a su médico acerca de las medidas a adoptar en cada caso.
  • Si sale de viaje es conveniente llevar una copia de su historia clínica reciente y mantener los horarios de las comidas tan parecidos como sea posible a los horarios normales.
  • Es conveniente llevar una identificación en la que se indique que sigue tratamiento con antidiabéticos orales.
  • Su médico debe controlar los niveles de glucosa tras la comida, hemoglobina glicosilada y función hepática (niveles de transaminasas) cada 3 meses al menos el primer año de tratamiento.
  • Se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas mientras mantenga tratamiento con acarbosa ante el riesgo de potenciar la hipoglucemia.
  • Si está en tratamiento con digoxina o anticoagulantes orales deberán ser controlados con niveles en sangre mientras esté en tratamiento con acarbosa.
  • Si los síntomas no mejoran o empeoran avise a su médico.

¿Puede afectar a otros medicamentos?

  • Algunos medicamentos que pueden interaccionar con acarbosa son: digoxina, neomicina, anticoagulantes orales (warfarina, acenocumarol), antiácidos, orlistat, betabloqueantes (propranolol, labetalol) y resinas de intercambio iónico (colestiramina).
  • Informe a su médico o farmacéutico de cualquier otro medicamento que esté tomando.
  • Los efectos adversos de este medicamento son, en general, frecuentes, aunque de carácter leve y transitorio. Los más frecuentes son: distensión abdominal, flatulencia, diarrea y dolor abdominal.
  • Las molestias gastrointestinales suelen disminuir a lo largo del tratamiento y se evitan en gran medida siguiendo estrictamente la dieta recomendada por el médico y evitando alimentos con azúcar.
  • La acarbosa también puede producir en ocasiones, estreñimiento, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, mareo o descenso del azúcar en sangre por debajo de los valores normales (si se combina con otros antidiabéticos orales) y raramente erupciones en la piel, entre otros efectos.
  • Consulte a su médico si advierte algo anormal.
  • La acarbosa puede alterar los resultados de los análisis de sangre (alterando analítica relacionada con el hígado), por lo que si le van a realizar un análisis avise que está tomando este medicamento.