Investigadores de la Clínica y el CIMA de la Universidad de Navarra participan en un estudio que ha identificado una conexión entre la longevidad celular y el cáncer

El estudio describe un vínculo inesperado entre la maduración celular y el cáncer: las células de larga vida de la sangre comparten características epigenéticas con las células tumorales.

Imagen de los doctores Felipe Prósper y Xabier Agirre
Los doctores Xabier Agirre y Felipe Prósper, investigadores -especialista y director, respectivamente- del Área de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra son dos de los cinco científicos del equipo CIMA-CUN participantes en la investigación internacional.

9 de junio de 2015

Un grupo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), miembros del equipo del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IDISNA), han participado en un trabajo desarrollado por un grupo de científicos españoles, que ha revelado la existencia de una conexión inesperada entre los cambios epigenéticos asociados a la maduración de los linfocitos y los observados en cáncer.

Ambos procesos comparten modificaciones similares en amplias regiones del genoma (el total de la información genética de un organismo). La investigación ha sido liderada por investigadores del IDIBAPS (Institut d’Investigacións Biomèdiques August Pi i Sunyer) y de la Universidad de Barcelona (UB). Los resultados fueron publicados ayer por la tarde en la revista científica de mayor impacto de la especialidad Nature Genetics.

El epigenoma humano es todo aquello que altera la expresión de los genes, pero sin modificar la cadena de ADN. Es “como el software que controla las funciones del genoma, que, en este caso, representaría el hardware”, explica el Dr. Iñaki Martín-Subero, director del trabajo e investigador del Departamento de Anatomía Patológica, Farmacología y Microbiología de la UB y del IDIBAPS. El estudio analiza por primera vez el epigenoma durante la maduración celular de los linfocitos B, las células del sistema inmune encargadas de producir los anticuerpos, y proporciona los mapas epigenéticos de cada paso de este proceso.

En el trabajo han participado cinco investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA): Felipe Prósper, Xabier Agirre, Marien Pascual, Diego Alignani y Bruno Paiva. La colaboración del CIMA y la Clínica Universidad de Navarra ha sido esencial para poder estudiar subpoblaciones de células de la médula ósea y de la sangre. En concreto, los laboratorios dirigidos por los doctores Prósper y Paiva se han encargado de separar las células plasmáticas y las células memoria, cuyos epigenomas han sido analizados en el laboratorio del Dr. Martin-Subero.

En este trabajo, coordinado por científicos del IDIBAPS y de la Universidad de Barcelona y que forma parte del Consorcio Internacional del Epigenoma Humano (Proyecto Blueprint), han participado 42 investigadores de 7 países. .

Investigador principal, el pamplonés Iñaki Martín Subero

El Dr. Martín Subero, investigador de la Universidad de Barcelona, es natural de Pamplona. Estudió Bioquímica en la Universidad de Navarra y se doctoró bajo la supervisión de la Dra. María José Calasanz en 2001. Tras finalizar el doctorado, se fue a vivir a Kiel (Alemania) donde continuó sus investigaciones junto con el Dr. Reiner Siebert. Tras 7 años, volvió a España para establecerse como investigador principal en la Universidad de Barcelona. En la actualidad, el equipo del Dr. Martín-Subero dirige un grupo de investigación en epigenética y su actividad principal es la de estudiar el epigenoma durante la maduración celular y en el cáncer. Su grupo participa activamente en el Consorcio Internacional del Epigenoma Humano y en concreto, está encargado de generar el epigenoma de referencia de los linfocitos B y de varios cánceres derivados de este tipo celular.