Hiperhidrosis

"La hiperhidrosis tiene que ser evaluada por un dermatólogo. Cuando existe indicación, la cirugía de la hiperhidrosis es un tratamiento altamente efectivo".

DR. AGUSTÍN ESPAÑA ALONSO
DIRECTOR. DEPARTAMENTO DE DERMATOLOGÍA

¿Qué es la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis es un aumento de la sudoración de determinadas áreas del cuerpo, resultado de un incremento en la secreción de las glándulas sudoríparas.

Este aumento de la sudoración suele deberse a una hiperactividad de estas glándulas por una hiperestimulación nerviosa, motivada por situaciones que comportan tensión emocional o estrés, por la acción de sustancias farmacológicas o por motivos térmicos.

A pesar del control de la temperatura corporal ejercido por el hipotálamo que ocurre en situaciones normales, en la hiperhidrosis, las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y la región craneofacial se muestran especialmente sensibles a estímulos emocionales o térmicos, produciendo una sudoración más intensa para regular la temperatura y contrarrestar la súbida de temperatura.

La hiperhidrosis puede provocar incapacidad laboral y social, afecta a cerca de un 1% de la población, en los que casi la mitad de los casos tiene carácter hereditario.

¿Cuáles son los síntomas de la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis puede ocasionar una discapacidad en el trabajo y en el ámbito social, ya que el sudor puede llegar a empapar la ropa, los utensilios del trabajo e incluso a gotear y mojar el suelo. 

Además de estas molestias, se producen otras complicaciones como:

  • Maceración.
  • Mal olor o bromhidrosis.
  • En las plantas de los pies, sobreinfección cutánea por bacterias (queratolisis picada).
  • En las palmas de las manos, favorece el desarrollo de dishidrosis y de dermatitis de contacto, además de ocasionar manos frías y cianóticas.

Los síntomas más frecuentes de la hiperhidrosis son:

  • Sudoración excesiva.
  • Mal olor.
  • Sobreinfección de la piel.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Puede que padezca hiperhidrosis

¿Cuáles son las causas de hiperhidrosis?

Las causas de hiperhidrosis suelen ser principalmente estímulos térmicos y emocionales, que desencadenan la respuesta colinérgica (sistema nervioso simpático) de las glándulas sudoríparas ocasionando así ese exceso de sudoración.

Los factores que provocan estrés en la persona pueden ser hablar en público, temor a ser observado, a permanecer en compañía de otras personas, miedo a diversas situaciones e, incluso, al propio rubor.

También puede estar provocada por algunos tratamientos farmacológicos.

Tipos de hiperhidrosis

Según su localización:

  • Generalizadas: afectan a toda la superficie corporal.
  • Localizadas: afectan a zonas circuscritas.

Según sus causas:

  • Causa desconocida (idiopática o esencial). Es la más frecuente. Se localiza en las axilas, manos, pies y cara. Se inicia en la infancia/adolescencia y afecta al 0,6%-1% de la población. Persiste durante algunos años y, a veces, hay una tendencia espontánea a la mejoría hacia los 25 años. Con frecuencia, tiene antecedentes familiares.
  • Causa identificada o patológica. Pueden aparecer acompañando a enfermedades infecciosas (como la fiebre de Malta), a enfermedades neurológicas, a tumores (como el linfoma o tumor carcinoide) o a enfermedades generales como la diabetes mellitus o la intoxicación alcohólica. Además, puede ser efecto secundario de ciertos fármacos, como los antidepresivos.

¿Cómo se trata la hiperhidrosis?

El rubor facial patológico y la hiperhidrosis se abordan desde una perspectiva multidisciplinar que comprende diferentes tipos e intensidades de tratamientos.

Facilitar el tratamiento adecuado es esencial para la hiperhidrosis, ya que puede provocar discapacidad laboral y social.

Tratamiento farmacológico

Algunos casos de hiperhidrosis pueden corregirse con tratamientos farmacológicos.

El tratamiento inicial de la sudoración excesiva es tópico, con fármacos anticolinérgicos, como el bromuro de glicopirronio, y los preparados astringentes y curtientes, como el cloruro de aluminio, el glutaraldheído o el ácido salicílico. El mecanismo de actuación es la oclusión del conducto de las glándulas sudoríparas. Se deben aplicar por la noche y con la piel seca.

Una segunda opción farmacológica en algunos tipos de hiperhidrosis son los tratamientos sistémicos: bromuro de propantelina, tranquilizantes y sedantes, como clonazepan o diazepan, y los antagonistas del calcio, como el diltiazem.

Toxina botulínica
Indicada para determinados casos de sudoración intensa en manos o axilas.

La administración de este fármaco produce un bloqueo selectivo en la acción de la acetilcolina sobre las glándulas ecrinas, disminuyendo la producción de sudor.

Primero se realiza un test para conocer qué áreas son las que más sudan y así actuar de manera más selectiva, evitando efectos secundarios sistémicos.

La cirugía de la hiperhidrosis es eficaz y definitivo en más del 80% de los casos de hiperhidrosis en manos, pies, axilas y cara.

Está indicado para los casos más severos, en los que el resto de los procedimientos han fracasado. Debe dictaminarla siempre el cirujano, ya que no es efectiva para todos los pacientes.

La operación para la hiperhidrosis se realiza de manera ambulatoria con una tasa de complicaciones muy baja. Tiene una duración de una hora aproximadamente, con unos resultados muy satisfactorios para el paciente desde los primeros días.

La cirugía de la hiperhidrosis es un tratamiento mínimamente invasivo que se denomina simpatectomía torácica videotoracoscópica. Consiste en efectuar una pequeña incisión de apenas 5 mm, en cada lado del tórax para localizar y seccionar o comprimir mediante clips, en un punto determinado, la cadena simpática, que es la que controla la sudoración y el rubor facial.