Unión viciosa

¿Qué es unión viciosa en Medicina?

La unión viciosa es un término médico que se refiere a la consolidación anormal o incorrecta de un hueso fracturado. Este proceso de cicatrización deficiente puede llevar a una función reducida, deformidades óseas, inestabilidad y, en algunos casos, dolor crónico. La unión viciosa puede ocurrir en cualquier tipo de fractura y es el resultado de una combinación de factores que impiden la correcta alineación y estabilización de los fragmentos óseos durante el proceso de cicatrización.

Existen varias causas que pueden contribuir a la formación de una unión viciosa. Entre ellas se incluyen la inmovilización inadecuada o insuficiente de la fractura, lo que permite el movimiento excesivo de los fragmentos óseos y dificulta su alineación correcta. También puede ser el resultado de una reducción inadecuada de la fractura, en la que los fragmentos óseos no se alinean de manera óptima antes de la inmovilización. Además, la presencia de infecciones, la mala nutrición, la falta de aporte sanguíneo adecuado al área de la fractura y enfermedades sistémicas como la diabetes también pueden afectar negativamente el proceso de consolidación ósea.

La unión viciosa se puede identificar mediante exámenes físicos y estudios de imágenes, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). Los síntomas asociados a una unión viciosa pueden incluir deformidades óseas visibles o palpables, disminución del rango de movimiento, inestabilidad y dolor persistente en el área de la fractura.

El tratamiento de una unión viciosa varía según la gravedad y el sitio de la deformidad, así como la presencia de síntomas y complicaciones. En casos leves, se puede intentar una inmovilización adicional o una terapia física específica para mejorar la función y reducir el dolor. Sin embargo, en casos más severos o persistentes, puede ser necesaria una cirugía para corregir la unión viciosa. La cirugía puede implicar la resección del hueso consolidado incorrectamente y la fijación interna o externa para mantener la alineación adecuada durante la cicatrización. En algunos casos, también puede ser necesario realizar injertos óseos para proporcionar un soporte adicional y mejorar la consolidación.

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