DICCIONARIO MÉDICO

Úlcera péptica

¿Qué es la úlcera péptica?

La úlcera péptica es una afección caracterizada por la formación de lesiones erosivas en el revestimiento del tracto gastrointestinal superior, específicamente en el estómago (úlcera gástrica) o en la primera parte del intestino delgado, el duodeno (úlcera duodenal). Estas úlceras son el resultado de un desequilibrio entre los factores protectores de la mucosa y los factores agresivos como el ácido gástrico y las enzimas digestivas.

El principal factor causante de las úlceras pépticas es la infección por la bacteria Helicobacter pylori, que se encuentra en más de la mitad de la población mundial. La infección crónica por H. pylori puede debilitar la capa de moco que protege el estómago y el duodeno, permitiendo que los jugos gástricos y ácidos dañen la mucosa y provoquen la formación de úlceras. Otro factor importante en el desarrollo de úlceras pépticas es el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno y el naproxeno, que pueden irritar la mucosa gástrica y duodenal e incrementar el riesgo de úlceras pépticas.

Factores de riesgo adicionales incluyen el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el estrés y ciertas condiciones médicas como la enfermedad de Crohn, la insuficiencia renal crónica y el síndrome de Zollinger-Ellison. Los síntomas de las úlceras pépticas pueden variar según la localización y la gravedad de la lesión. Algunos síntomas comunes incluyen dolor abdominal, especialmente en la parte superior del abdomen, que puede empeorar con el estómago vacío o después de comer, sensación de hinchazón, indigestión, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, pérdida de peso y, en casos más severos, sangrado gastrointestinal, que puede manifestarse como vómito con sangre o heces negras y alquitranadas.

El diagnóstico de las úlceras pépticas se basa en la historia clínica del paciente, los síntomas presentados y las pruebas complementarias. Entre las pruebas más comunes se encuentran la endoscopia digestiva alta, que permite visualizar directamente la úlcera y, si es necesario, tomar una biopsia, y el test de aliento con urea, que detecta la presencia de H. pylori. El tratamiento de las úlceras pépticas depende de la causa subyacente.

Cuando la úlcera es causada por H. pylori, se prescriben antibióticos junto con inhibidores de la bomba de protones (IBP) para reducir la producción de ácido y permitir que la úlcera cicatrice. Si la úlcera está relacionada con el uso de AINEs, se aconseja interrumpir o disminuir la dosis de estos medicamentos y utilizar un IBP para proteger el revestimiento gástrico y duodenal. 

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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