DICCIONARIO MÉDICO

Trasplante renal

¿Qué es el trasplante renal?

El trasplante renal es una intervención quirúrgica en la que se implanta un riñón sano procedente de un donante en una persona con insuficiencia renal crónica o final. Este procedimiento es generalmente la última opción de tratamiento para los pacientes con enfermedad renal avanzada, ofreciendo una mejor calidad de vida en comparación con las opciones de diálisis a largo plazo.

Los riñones son órganos en forma de frijol situados en la parte baja de la espalda, uno a cada lado de la columna vertebral. Su función principal es filtrar los productos de desecho y el exceso de agua en la sangre, transformándolos en orina. Además, los riñones desempeñan un papel crucial en la regulación de la presión arterial, el equilibrio de los electrolitos y la producción de eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos.

Cuando los riñones dejan de funcionar de manera adecuada debido a una enfermedad o a una lesión, se produce una acumulación de productos de desecho en el cuerpo, lo que conlleva a la insuficiencia renal. El trasplante renal es un tratamiento comúnmente considerado para aquellos pacientes que llegan a una etapa de insuficiencia renal crónica o final, donde la diálisis ya no es suficiente para mantener la vida.

El proceso de trasplante renal inicia con la identificación de un donante compatible. Esto puede ser un donante vivo, a menudo un familiar o un amigo dispuesto, o un donante fallecido. Para evaluar la compatibilidad, se realizan una serie de pruebas, incluyendo la tipificación de tejidos, el panel de anticuerpos reactivos y la prueba cruzada. Estos estudios ayudan a determinar la compatibilidad entre el donante y el receptor para minimizar el riesgo de rechazo del trasplante.

Una vez identificado un donante compatible, se programa la cirugía de trasplante renal. Durante la intervención, el cirujano coloca el nuevo riñón en el abdomen inferior del receptor, conecta el riñón al sistema vascular del paciente y luego conecta la uretra del riñón al sistema urinario del paciente. A menudo, los riñones enfermos se dejan en su lugar a menos que estén causando problemas como infecciones o hipertensión.

Posteriormente, se monitoriza al paciente para asegurar la correcta función del nuevo riñón y se ajusta la dosificación de los medicamentos inmunosupresores, los cuales se deben tomar de por vida para prevenir el rechazo del órgano trasplantado. El rechazo es una reacción normal del sistema inmunológico que identifica al nuevo riñón como un cuerpo extraño. Los medicamentos inmunosupresores disminuyen la actividad del sistema inmunológico, lo que reduce el riesgo de rechazo.

Aunque el trasplante renal es una cirugía mayor con riesgos significativos, incluyendo infecciones, complicaciones quirúrgicas y rechazo del trasplante, muchos receptores experimentan una notable mejora en su calidad de vida. La liberación de la dependencia de la diálisis, la mejora en la capacidad física y la mayor longevidad son solo algunas de las posibles ventajas de este tratamiento.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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