DICCIONARIO MÉDICO

Tortícolis

¿Qué es tortícolis?

La tortícolis es una afección médica común que implica una contracción anormal y sostenida de los músculos del cuello, que resulta en una inclinación de la cabeza hacia un lado. Es una condición que puede ser tanto adquirida como congénita, y su severidad puede variar desde una molestia leve hasta una discapacidad significativa. 

La tortícolis congénita se presenta al nacer o poco después. Se cree que puede ser el resultado de una posición anormal del feto en el útero o de una lesión al músculo esternocleidomastoideo durante el parto. Aunque la causa exacta es desconocida, algunos estudios sugieren que puede haber un componente genético. La tortícolis congénita se manifiesta como una inclinación de la cabeza hacia el lado afectado, con la barbilla rotada hacia el lado opuesto. Con el tiempo, el bebé puede desarrollar una asimetría facial y, en casos graves, una deformidad en la forma de la cabeza, conocida como plagiocefalia.

Por otro lado, la tortícolis adquirida puede ocurrir a cualquier edad y puede ser el resultado de una variedad de causas. Estas pueden incluir lesiones en el cuello, infecciones, reacciones a medicamentos, condiciones neurológicas como el síndrome de Parkinson, o puede ser idiopática, es decir, sin causa conocida. Esta última forma se conoce como tortícolis espasmódica y es una forma de distonía, un trastorno del movimiento caracterizado por contracciones musculares sostenidas. 

El diagnóstico de la tortícolis se basa en la historia clínica y en el examen físico. En el caso de la tortícolis congénita, se puede observar una masa o tumoración en el músculo esternocleidomastoideo, conocida como tumoración del nacimiento, que suele desaparecer por sí sola en los primeros meses de vida. En algunos casos, se pueden necesitar pruebas de imagen, como radiografías o resonancia magnética, para descartar otras causas de la inclinación de la cabeza, como anomalías óseas o tumores.

El tratamiento de la tortícolis depende de la causa subyacente. En el caso de la tortícolis congénita, el tratamiento principal es la fisioterapia, que incluye estiramientos y ejercicios para mejorar la flexibilidad y la fuerza del cuello. En casos severos o resistentes al tratamiento, puede ser necesaria la cirugía para alargar el músculo esternocleidomastoideo. 

En el caso de la tortícolis espasmódica, el tratamiento puede incluir medicamentos para reducir las contracciones musculares, inyecciones de toxina botulínica para debilitar los músculos afectados y aliviar los espasmos, fisioterapia y, en casos severos o resistentes al tratamiento, cirugía. Los métodos quirúrgicos pueden incluir la denervación selectiva, que implica cortar los nervios que controlan los músculos afectados, o la estimulación cerebral profunda, que implica implantar un dispositivo para enviar señales eléctricas al cerebro y ayudar a controlar los movimientos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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