DICCIONARIO MÉDICO

Tomografía por emisión de positrones

¿Qué es la tomografía por emisión de positrones?

La tomografía por emisión de positrones, comúnmente conocida como PET (Positron Emission Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes no invasiva y altamente sofisticada que utiliza la medicina nuclear para obtener imágenes funcionales y metabólicas tridimensionales del cuerpo humano. A diferencia de las modalidades de imagen anatómica como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), la PET se centra en la evaluación de la actividad metabólica y celular de los tejidos y órganos, proporcionando información valiosa sobre el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de diversas enfermedades y condiciones médicas.

La PET utiliza radioisótopos que emiten positrones, los cuales se unen a moléculas específicas, como transportadores de glucosa, receptores celulares o marcadores metabólicos, para formar radiotrazadores. Estos radiotrazadores se administran al paciente por vía intravenosa y se distribuyen en el cuerpo, interactuando con las moléculas diana en función de su afinidad y concentración. La distribución y acumulación del radiotrazador en los tejidos y órganos reflejan la actividad metabólica y celular de estas áreas, lo que permite identificar y caracterizar diversas patologías.

El equipo de PET consta de un anillo de detectores, un sistema de adquisición de datos y un sistema informático. Cuando los radioisótopos emiten positrones, estos se encuentran con electrones en los tejidos y se produce una aniquilación, generando dos fotones gamma en direcciones opuestas. Los detectores del anillo de PET captan estos fotones gamma y los convierten en señales eléctricas, que posteriormente se procesan y reconstruyen mediante algoritmos computacionales para generar imágenes tridimensionales funcionales que representan la distribución y concentración del radiotrazador en el cuerpo.

La PET se emplea en una amplia gama de aplicaciones médicas, incluyendo la evaluación de enfermedades oncológicas, neurológicas y cardiovasculares. En oncología, la PET es especialmente útil para la detección y localización de tumores, la evaluación de la extensión de la enfermedad, la planificación del tratamiento, el seguimiento de la respuesta al tratamiento y la detección de recurrencias o metástasis. En neurología, la PET permite investigar trastornos cerebrales, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la epilepsia, así como evaluar la función cerebral en trastornos psiquiátricos. En cardiología, la PET se utiliza para evaluar la perfusión miocárdica, la viabilidad del tejido cardíaco y la inflamación en pacientes con enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca y miocarditis, entre otras condiciones.

A pesar de sus numerosas ventajas y aplicaciones, la PET también presenta algunas limitaciones y riesgos. La exposición a la radiación ionizante es una preocupación, especialmente en pacientes pediátricos y mujeres embarazadas, aunque las dosis de radiación suelen ser bajas en comparación con otras técnicas de diagnóstico por imágenes.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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