Tilosis

¿Qué es tilosis?

La tilosis es una afección dermatológica hereditaria, también conocida como hiperqueratosis palmo-plantar, que se caracteriza por un engrosamiento anormal y excesivo de la piel en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esta condición suele manifestarse durante la infancia o la adolescencia y tiende a progresar con el tiempo, afectando la calidad de vida de los individuos que la padecen debido al dolor, las molestias y la limitación funcional que puede generar.

La tilosis es causada por una mutación genética autosómica dominante, lo que significa que basta heredar una copia del gen mutado de uno de los progenitores para desarrollar la enfermedad. La base molecular de la tilosis implica mutaciones en genes que codifican proteínas esenciales para la estructura y función de la epidermis, como la queratina, lo que resulta en una producción excesiva de queratina y una hiperqueratosis en las áreas afectadas.

Las manifestaciones clínicas de la tilosis varían en función de la severidad y extensión de la hiperqueratosis. Los síntomas más comunes incluyen el engrosamiento de la piel, la formación de placas y grietas en las palmas y plantas, el enrojecimiento, el dolor y la sensibilidad al tacto. En casos más severos, la tilosis puede causar deformidades en los dedos, limitación en la movilidad y dificultad para realizar actividades cotidianas que requieran el uso de las manos y los pies.

El diagnóstico de la tilosis se basa en la historia clínica, el examen físico y las características clínicas de la afección. Para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades que puedan causar hiperqueratosis, como la psoriasis, el eczema o las infecciones fúngicas, el médico puede solicitar pruebas complementarias, como biopsias de piel, estudios genéticos y análisis de la queratina.

El tratamiento de la tilosis tiene como objetivo principal aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones, como infecciones secundarias o úlceras. Las intervenciones terapéuticas incluyen la aplicación de emolientes y humectantes para mantener la piel hidratada y suave, la utilización de productos queratolíticos que ayudan a eliminar el exceso de queratina y la reducción mecánica del engrosamiento de la piel mediante técnicas de desbridamiento. Además, es importante evitar factores desencadenantes o agravantes, como el uso de calzado inadecuado, la exposición a irritantes químicos o el contacto prolongado con el agua.

En casos de tilosis severa o resistente a los tratamientos convencionales, puede ser necesario recurrir a terapias más invasivas, como la crioterapia, la dermoabrasión, la electrocoagulación, la terapia fotodinámica o la administración de retinoides sistémicos. Sin embargo, estos tratamientos pueden estar asociados con efectos secundarios y riesgos, por lo que su uso debe ser evaluado cuidadosamente y bajo la supervisión de un especialista en Dermatología.

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