DICCIONARIO MÉDICO

Test de inclinación

¿Qué es el test de inclinación?

El test de inclinación, también conocido como prueba de mesa basculante o tilt test, es un procedimiento médico no invasivo que se emplea para evaluar la respuesta cardiovascular de un individuo ante cambios en la posición del cuerpo, especialmente en casos de síncope o pérdida transitoria de la conciencia. Esta prueba permite identificar trastornos del sistema nervioso autónomo y del control cardiovascular, como la hipotensión ortostática, el síndrome de taquicardia postural ortostática y el síncope vasovagal, entre otros.

El test de inclinación se realiza en un laboratorio de electrofisiología o en una unidad de pruebas funcionales cardíacas bajo la supervisión de un médico especialista en cardiología o medicina interna. La prueba consiste en colocar al individuo en una mesa basculante, que tiene la capacidad de cambiar su inclinación de forma controlada y segura, desde una posición horizontal hasta una posición vertical o semi-vertical.

Antes de comenzar la prueba, se coloca al individuo en posición supina sobre la mesa basculante y se le sujeta con correas de seguridad para evitar caídas durante la inclinación. Se monitorizan sus signos vitales, incluyendo la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el ritmo cardíaco, mediante un esfigmomanómetro, un pulsioxímetro y un electrocardiograma (ECG). También se puede registrar la actividad eléctrica del cerebro mediante un electroencefalograma (EEG) en casos de síncope de origen no cardíaco.

Una vez que se han establecido los valores basales de los signos vitales, se procede a inclinar la mesa a un ángulo determinado, que generalmente oscila entre 60 y 80 grados. El individuo permanece en esta posición durante un periodo de tiempo, que puede variar entre 20 y 45 minutos o más, dependiendo del protocolo de prueba utilizado y la respuesta del paciente. Durante este tiempo, se continúa monitorizando de cerca la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el ritmo cardíaco, así como la aparición de síntomas como mareos, palpitaciones, náuseas, sudoración y desmayos.

Si no se observan cambios significativos en los signos vitales ni síntomas durante la fase inicial del test de inclinación, se puede administrar un medicamento, como nitroglicerina sublingual o isoproterenol, para sensibilizar el sistema cardiovascular y aumentar la probabilidad de inducir una respuesta anormal. Después de la administración del medicamento, se continúa monitorizando al individuo durante un tiempo adicional, hasta que se obtenga una respuesta diagnóstica o se alcance el tiempo límite de la prueba.

El test de inclinación se considera positivo si se reproducen los síntomas típicos del paciente, como mareo o síncope, y se observan cambios en la presión arterial o la frecuencia cardíaca que sugieren una disfunción autonómica o cardiovascular. Un resultado positivo puede ayudar a establecer el diagnóstico y orientar el tratamiento adecuado, como la educación del paciente, la modificación del estilo de vida, la terapia farmacológica o la implantación de un marcapasos en casos severos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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