DICCIONARIO MÉDICO

Tensión muscular

¿Qué es la tensión muscular?

La tensión muscular es un término médico que se refiere a una condición en la que los músculos están constantemente contraídos o semi-contraídos, lo que puede generar dolor y una disminución de la funcionalidad. Esta tensión puede ser el resultado de estrés físico o emocional, posturas incorrectas, uso excesivo de ciertos músculos o una lesión.

Los músculos están compuestos por fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse y relajarse. Esta alternancia de contracción y relajación permite el movimiento y la estabilidad del cuerpo. Cuando los músculos están tensos, las fibras musculares están parcial o completamente contraídas durante un período prolongado, lo que puede generar una disminución del flujo sanguíneo al área, acumulación de metabolitos y activación de las terminaciones nerviosas, lo que puede resultar en dolor.

La tensión muscular puede afectar a cualquier músculo del cuerpo, pero es más común en la espalda, el cuello, los hombros y las extremidades. Los síntomas de la tensión muscular pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso, y pueden incluir rigidez, dolor al movimiento, debilidad muscular y, en algunos casos, espasmos musculares.

El diagnóstico de la tensión muscular generalmente se basa en el examen físico y la historia clínica del paciente. Durante el examen físico, el médico puede evaluar la postura, la movilidad y la fuerza muscular, y puede buscar puntos sensibles o espasmos musculares. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como radiografías, resonancia magnética o electromiografía, para descartar otras condiciones que pueden causar síntomas similares.

El tratamiento de la tensión muscular tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la movilidad y prevenir la recurrencia. Este puede incluir medidas de autocuidado, como la aplicación de calor o frío, el reposo y el estiramiento suave, así como la terapia física, el masaje, la corrección postural y los ejercicios de fortalecimiento. Los medicamentos, como los analgésicos y los relajantes musculares, también pueden ser útiles en algunos casos.

En general, es importante recordar que la prevención es una parte clave del manejo de la tensión muscular. Esto puede incluir la adopción de posturas correctas, la realización de pausas frecuentes durante el trabajo o las actividades repetitivas, el mantenimiento de un peso saludable, la práctica regular de ejercicio y la gestión del estrés.

La tensión muscular es una condición común que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Sin embargo, con el diagnóstico y el manejo adecuados, la mayoría de las personas pueden obtener un alivio significativo de sus síntomas y mejorar su funcionalidad.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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