Seudartrosis

¿Qué es la seudartrosis?

La seudartrosis es una condición médica que se refiere a la falta de curación o la unión insuficiente de una fractura ósea, también conocida como una "falsa articulación". Este término se deriva del griego "pseudo", que significa falso, y "arthrosis", que significa articulación. Cuando una fractura ósea no se cura adecuadamente y no se forma un callo óseo suficiente para reunir y consolidar los fragmentos de hueso, se puede desarrollar una seudartrosis.

En términos de la fisiología del proceso de curación, tras la fractura de un hueso, se inicia un proceso de curación natural que generalmente resulta en la formación de un callo óseo en el lugar de la fractura, reuniendo los fragmentos de hueso y permitiendo su consolidación. Sin embargo, en algunos casos, este proceso de curación puede ser insuficiente o puede verse interrumpido por varios factores, incluyendo la inmovilización insuficiente de la fractura, la mala alineación de los fragmentos de hueso, la presencia de una infección, la interferencia de tejido blando en el lugar de la fractura, la circulación sanguínea inadecuada y factores del paciente como la mala nutrición, el tabaquismo, las enfermedades crónicas o el uso de ciertos medicamentos.

Clínicamente, los pacientes con seudartrosis a menudo presentan dolor persistente en el lugar de la fractura, falta de función en el miembro afectado y a veces deformidad visible. En la exploración radiográfica, la seudartrosis se caracteriza por la ausencia de formación de callo óseo y la presencia de un espacio entre los fragmentos de hueso, a menudo con cambios degenerativos en los bordes de los fragmentos óseos.

El tratamiento de la seudartrosis puede ser un desafío y a menudo requiere una intervención quirúrgica. El objetivo del tratamiento es promover la consolidación de los fragmentos óseos y restablecer la función del miembro afectado. Esto puede implicar la resección de la seudartrosis, la corrección de la mala alineación ósea, la eliminación de cualquier tejido cicatricial o infección en el lugar de la fractura, la aplicación de injertos óseos o biomateriales para promover la formación de hueso, y la estabilización de la fractura con dispositivos de fijación interna o externa. En algunos casos, también pueden ser útiles las terapias de estimulación ósea, como la terapia con ultrasonidos de baja intensidad o la terapia con campos electromagnéticos pulsantes.

En términos de prevención, es esencial el manejo adecuado de las fracturas óseas desde el inicio, asegurando la correcta alineación y estabilización de los fragmentos óseos, el manejo de las condiciones subyacentes que pueden interferir con la curación ósea y la promoción de la salud ósea a través de la nutrición adecuada y la evitación de factores de riesgo como el tabaquismo.

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