DICCIONARIO MÉDICO

Rubeosis retiniana

¿Qué es la rubeosis retiniana?

La rubeosis retiniana es la formación de vasos sanguíneos a nivel retiniano. Esta afección es indicativa de problemas serios subyacentes en la retina, que es el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo.

El desarrollo de la rubeosis retiniana generalmente ocurre como respuesta a la falta crónica de oxígeno en la retina. Cuando la retina no recibe suficiente oxígeno, libera una proteína llamada factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF, por sus siglas en inglés). Esta proteína estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Sin embargo, en lugar de resolver el problema, estos nuevos vasos sanguíneos suelen ser anormales y no funcionan adecuadamente, lo que puede agravar el problema subyacente.

Un factor primordial que contribuye a la aparición de la rubeosis retiniana es la retinopatía diabética, que es una complicación de la diabetes y es causada por el daño a los pequeños vasos sanguíneos de la retina. La retinopatía diabética puede llevar a la formación de vasos sanguíneos anormales en la retina, así como al sangrado, la formación de cicatrices y el desprendimiento de la retina.

Otra causa importante de rubeosis retiniana es la oclusión venosa retiniana. En esta afección, una vena en la retina se bloquea, lo que impide que la sangre fluya adecuadamente. Esto puede resultar en hemorragias y edema (acumulación de líquido) en la retina, lo que a su vez lleva a la falta de oxígeno y la liberación de VEGF.

En cuanto al diagnóstico de la rubeosis retiniana, a menudo se detecta durante un examen ocular de rutina. Un oftalmólogo puede dilatar las pupilas del paciente para obtener una vista más clara del iris y la retina y identificar cualquier signo de crecimiento anormal de vasos sanguíneos. Si se sospecha rubeosis retiniana, es probable que se realicen otras pruebas, como la angiografía con fluoresceína, para evaluar la extensión y la severidad de la enfermedad.

La rubeosis retiniana, si no se trata, puede llevar a complicaciones graves, incluido el glaucoma de ángulo cerrado. Este tipo de glaucoma ocurre cuando los nuevos vasos sanguíneos y el tejido cicatricial bloquean el flujo de líquido fuera del ojo, lo que resulta en un aumento de la presión intraocular. El glaucoma puede causar daño permanente en el nervio óptico y pérdida de la visión.

El tratamiento de la rubeosis retiniana implica abordar la causa subyacente del crecimiento anormal de vasos sanguíneos. Esto puede incluir el control riguroso de la diabetes en el caso de la retinopatía diabética o tratamientos para mejorar la circulación en la retina en el caso de la oclusión venosa retiniana. Además, los tratamientos específicos para la rubeosis retiniana pueden incluir la terapia con láser para destruir los vasos sanguíneos anormales o inyecciones de medicamentos que inhiben el VEGF.

Es crucial que las personas con afecciones que aumentan el riesgo de rubeosis retiniana, como la diabetes, se realicen exámenes oculares regulares. Una detección temprana y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves y preservar la visión.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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