DICCIONARIO MÉDICO

Ritidectomía

¿Qué es una ritidectomía?

La ritidectomía, comúnmente conocida como estiramiento facial o "lifting", es un procedimiento quirúrgico diseñado para revertir los signos visibles del envejecimiento en el rostro y el cuello. Con el paso del tiempo, la piel del rostro pierde elasticidad y se produce una disminución en la producción de colágeno. A esto se suman factores como la exposición solar, las expresiones faciales, la genética, entre otros, que contribuyen a la aparición de arrugas, líneas de expresión, flacidez y otros signos de envejecimiento.

La ritidectomía es una técnica que busca corregir la flacidez y tensar la piel y los tejidos subyacentes, ofreciendo un aspecto rejuvenecido. A menudo, la intervención se lleva a cabo en combinación con otros procedimientos estéticos, como la blefaroplastia, que se enfoca en los párpados, o la liposucción, para mejorar aún más los resultados.

Para llevar a cabo la ritidectomía, el cirujano hace incisiones que, generalmente, comienzan en el área de las sienes, se extienden alrededor de la oreja y finalizan en la parte inferior del cuero cabelludo. Si también se va a tratar el cuello, podría realizarse una incisión debajo del mentón. A través de estas incisiones, se separa la piel del tejido subyacente y se reacomodan y tensan los tejidos más profundos. Posteriormente, la piel se reposiciona sobre los tejidos reestructurados, eliminando el exceso y cerrando las incisiones con suturas. Las cicatrices suelen quedar ocultas en los contornos naturales de la piel, por lo que son mínimamente visibles.

Uno de los aspectos más relevantes en la ritidectomía es que, más allá de la técnica, la habilidad y experiencia del cirujano juegan un papel crucial en los resultados. Una intervención bien realizada puede ofrecer un aspecto natural, sin evidencia visible de haberse sometido a una cirugía. Por el contrario, si no se ejecuta adecuadamente, puede dar lugar a un aspecto artificial o "tirante".

El periodo de recuperación varía según el individuo y la extensión de la cirugía. Es común experimentar hinchazón y hematomas durante los primeros días. Se pueden recetar analgésicos para manejar el dolor y la incomodidad. Aunque los pacientes suelen volver a sus actividades cotidianas en un par de semanas, es esencial seguir al pie de la letra las indicaciones del especialista para garantizar una recuperación óptima y evitar complicaciones.

Como en cualquier procedimiento quirúrgico, la ritidectomía no está exenta de riesgos. Algunos de estos incluyen infección, sangrado, cicatrices anormales, daño a estructuras faciales, entre otros. Sin embargo, eligiendo a un cirujano plástico certificado y con experiencia en el procedimiento, y siguiendo sus recomendaciones pre y postoperatorias, se pueden minimizar estos riesgos.

La longevidad de los resultados de una ritidectomía depende de diversos factores, incluyendo la técnica quirúrgica, la genética, el estilo de vida y el cuidado de la piel postoperatorio. Aunque la cirugía no detiene el proceso de envejecimiento, suele ofrecer resultados duraderos que pueden mantenerse durante muchos años.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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