DICCIONARIO MÉDICO

Radiación difusa o dispersa

¿Qué es la radiación difusa o dispersa?

La radiación difusa o dispersa se refiere a la radiación que, tras interactuar con una sustancia o material, se dispersa en múltiples direcciones en lugar de seguir una trayectoria lineal definida. Esta dispersión puede ser el resultado de interacciones con átomos o moléculas del material, causando que la radiación se esparza en direcciones aleatorias.

En el contexto médico, especialmente en la radiología y en procedimientos que emplean radiaciones ionizantes, es vital tener en cuenta la radiación dispersa. Esto se debe a que, mientras la radiación primaria es la que se dirige intencionadamente hacia un punto específico, como una parte del cuerpo del paciente para obtener una imagen, la radiación dispersa es aquella que se desvía de su trayectoria original y puede afectar áreas no deseadas.

Las máquinas utilizadas en radiología, como los equipos de rayos X, están diseñadas para minimizar la cantidad de radiación dispersa producida. Sin embargo, es imposible eliminarla por completo. Es por ello que los profesionales de la salud toman precauciones adicionales, como el uso de delantales de plomo y escudos protectores, para protegerse de la radiación dispersa durante los procedimientos.

El cuerpo humano, al interactuar con la radiación, actúa como un material dispersor. Cuando los rayos X, por ejemplo, atraviesan el cuerpo, algunos de estos rayos se dispersarán debido a las interacciones con los tejidos, huesos y otros componentes del cuerpo. Esta radiación dispersa puede ser detectada por los detectores ubicados al otro lado del paciente y puede contribuir a la formación de la imagen en el caso de estudios radiográficos. Sin embargo, también puede generar ruido o artefactos no deseados en la imagen, lo que puede complicar la interpretación de los resultados.

En el diagnóstico por imagen, especialmente en técnicas como la tomografía computarizada (TC), la radiación dispersa puede influir en la calidad de la imagen obtenida. Los equipos modernos de TC están equipados con sistemas que reducen la cantidad de radiación dispersa que llega al detector, mejorando así la calidad de las imágenes y reduciendo el riesgo para el paciente.

Es importante entender que, aunque la radiación dispersa es una preocupación, su presencia es inherentemente baja en comparación con la radiación primaria. No obstante, es fundamental seguir las mejores prácticas y protocolos para garantizar la seguridad tanto del paciente como del profesional sanitario.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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