DICCIONARIO MÉDICO

Racionalización

¿Qué es la racionalización?

La racionalización se define como un mecanismo de defensa en el que las justificaciones lógicas y socialmente aceptables se usan para explicar comportamientos o decisiones que en realidad están motivados por emociones o deseos irracionales. En otras palabras, es un intento de dar sentido o justificar comportamientos, pensamientos o decisiones que de otro modo serían difíciles de aceptar.

Por ejemplo, un paciente que fuma podría argumentar que lo hace porque le ayuda a relajarse y a concentrarse mejor en el trabajo, obviando el conocido riesgo para la salud que conlleva el tabaquismo. Esta justificación sirve para proteger al individuo de la ansiedad o la culpa que podría sentir al reconocer que está poniendo en riesgo su salud.

Dentro del ámbito clínico, es fundamental entender que la racionalización puede influir en cómo un paciente percibe su enfermedad, su adherencia al tratamiento y su relación con el equipo de salud. Algunos ejemplos de situaciones donde la racionalización puede desempeñar un papel incluyen:

  • Negación del diagnóstico: Un paciente diagnosticado con diabetes puede argumentar que los dulces que consume no afectan su salud porque siempre ha comido así y nunca tuvo problemas anteriormente.

  • Justificación de la no adherencia al tratamiento: Un paciente hipertenso podría no tomar su medicación argumentando que se siente bien y, por lo tanto, no necesita el medicamento, obviando la naturaleza asintomática de la hipertensión en sus fases iniciales.

  • Minimización de los síntomas: Un individuo con síntomas de depresión podría argumentar que simplemente está pasando por una "fase difícil" y que todo mejorará por sí solo.

Desde la perspectiva del profesional de la salud, es esencial reconocer la racionalización y abordarla de manera empática. En lugar de confrontar directamente al paciente, es más efectivo explorar sus creencias y preocupaciones subyacentes. El objetivo es ayudar al paciente a llegar a una comprensión más profunda de sus comportamientos o decisiones y, si es necesario, guiarlo hacia decisiones más informadas y saludables.

La racionalización, al igual que otros mecanismos de defensa, no es inherentemente negativa. Puede servir como una herramienta útil para lidiar con situaciones difíciles o estresantes temporalmente. Sin embargo, si se convierte en un patrón habitual, puede interferir con la capacidad del paciente para tomar decisiones informadas y saludables.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.