DICCIONARIO MÉDICO

Quiasma

¿Qué es quiasma?

El quiasma, término derivado del griego 'chiasma', que significa 'cruzado', es una estructura crucial en el sistema nervioso humano, específicamente en la anatomía del sistema visual. Localizado en la base del cerebro, justo debajo del hipotálamo y en la parte anterior del tercer ventrículo, el quiasma óptico se caracteriza por ser el punto de cruce de las fibras nerviosas procedentes de ambos ojos.

En términos más detallados, el quiasma óptico es la región donde los nervios ópticos de cada ojo se cruzan y se redistribuyen. Los nervios ópticos se componen de fibras nerviosas que transmiten la información visual desde la retina hasta el cerebro. En el quiasma óptico, las fibras nerviosas que corresponden al campo visual nasal (el lado más cercano a la nariz) de cada ojo se cruzan para unirse a las fibras del campo visual temporal (el lado más cercano a las sienes) del ojo opuesto. Esta redistribución permite que cada hemisferio cerebral procese la información visual del campo visual opuesto, lo que contribuye a la percepción de profundidad y a la coordinación visual-motora.

La importancia del quiasma óptico en la visión es destacable y, por ende, las anomalías o daños en esta estructura pueden conducir a distintas condiciones y trastornos. Uno de los más notables es la hemianopsia bitemporal, una condición que se caracteriza por la pérdida de la visión en los campos temporales de ambos ojos. Esta anomalía es frecuentemente un indicativo de una lesión o masa en el quiasma óptico, como podría ser un tumor hipofisario, debido a la proximidad de estas estructuras. Este tipo de tumor puede ejercer presión sobre el quiasma óptico, interrumpiendo el flujo normal de información visual y causando la pérdida de la visión lateral.

Es relevante mencionar que el quiasma óptico también tiene una relación significativa con el sistema endocrino. Está ubicado cerca de la glándula pituitaria, una glándula endocrina vital que regula una variedad de funciones hormonales en el cuerpo. Por lo tanto, los trastornos que afectan al quiasma óptico pueden tener implicaciones tanto para la visión como para la función endocrina.

En términos diagnósticos, los problemas del quiasma óptico se pueden identificar a través de una variedad de métodos. Las pruebas de campo visual, que evalúan la totalidad del alcance visual de un individuo, pueden revelar patrones característicos de pérdida visual asociados con daños en el quiasma óptico. Las técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética, también son útiles para visualizar directamente cualquier anormalidad o lesión en esta área del cerebro.

En cuanto al tratamiento de las afecciones que implican el quiasma óptico, este dependerá de la causa subyacente. En el caso de los tumores pituitarios, por ejemplo, pueden utilizarse medicamentos, radioterapia o cirugía. En última instancia, el objetivo del tratamiento es proteger o restaurar la función visual y minimizar cualquier impacto en las funciones endocrinológicas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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