DICCIONARIO MÉDICO

Otomicosis

¿Qué es la otomicosis?

La otomicosis es una infección fúngica del oído externo y, en ocasiones, del oído medio, que afecta predominantemente el canal auditivo. Esta condición es causada por diversas especies de hongos, siendo los más comunes Aspergillus y Candida.

Epidemiología

La otomicosis es más prevalente en climas cálidos y húmedos, donde las condiciones ambientales favorecen el crecimiento de hongos. Aunque puede afectar a individuos de cualquier edad, se observa con mayor frecuencia en adultos jóvenes y de mediana edad. Factores como la natación frecuente, el uso de dispositivos auditivos y la limpieza agresiva de los oídos pueden incrementar el riesgo de desarrollar esta infección.

Etiología

Los agentes causales de la otomicosis incluyen, pero no se limitan a, especies de los géneros Aspergillus (especialmente Aspergillus niger) y Candida. Estos hongos pueden colonizar el canal auditivo, especialmente si hay daño en la piel o un exceso de humedad, creando un ambiente propicio para su crecimiento.

Cuadro Clínico de la otomicosis

Los síntomas de la otomicosis varían según la severidad de la infección, pero comúnmente incluyen prurito (picazón) intenso, sensación de plenitud o bloqueo en el oído afectado, dolor, descarga ótica que puede ser blanca, negra, amarilla, o verdosa dependiendo del organismo causal, y disminución de la audición. En casos severos o tratados inadecuadamente, la infección puede propagarse, afectando el oído medio y potencialmente causando complicaciones más graves.

Diagnóstico

El diagnóstico de la otomicosis se basa en la historia clínica del paciente, la sintomatología y el examen físico, incluyendo la otoscopia, que puede revelar masas fúngicas o esporas en el canal auditivo. El diagnóstico definitivo se obtiene mediante la identificación del agente causal a través de cultivos micológicos y examen directo de muestras tomadas del oído.

Tratamiento de la otomicosis

El tratamiento de la otomicosis implica la limpieza cuidadosa del oído para eliminar los detritos fúngicos, seguida de la aplicación de agentes antifúngicos tópicos. Los medicamentos antifúngicos más comúnmente utilizados incluyen clotrimazol, nistatina, y soluciones de ácido acético, entre otros. En casos donde la infección es resistente o recurrente, pueden considerarse tratamientos antifúngicos sistémicos. La prevención de la recurrencia es fundamental y se enfoca en mantener el oído seco, evitar la introducción de objetos en el canal auditivo y controlar los factores predisponentes.

Prevención

La prevención de la otomicosis se centra en evitar la humedad excesiva y el trauma en el canal auditivo. Se recomienda el uso de tapones para los oídos durante la natación, evitar la limpieza excesiva del oído con hisopos de algodón y secar adecuadamente los oídos después de la exposición al agua. Además, las personas con factores de riesgo para infecciones óticas deben ser particularmente cautelosas respecto a la higiene del oído.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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