Ketoconazol

¿Qué es el ketoconazol?

El ketoconazol es un fármaco antimicótico de la familia de los azoles, utilizado en el tratamiento de infecciones fúngicas causadas por una variedad de hongos patógenos. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la síntesis del ergosterol, un componente esencial de la membrana celular de los hongos. Al interrumpir la producción de ergosterol, el ketoconazol debilita la estructura y función de la membrana fúngica, lo que lleva a la muerte celular del hongo y la eliminación de la infección.

El ketoconazol es eficaz contra una amplia gama de hongos patógenos, incluyendo levaduras del género Candida, dermatofitos como Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton, y hongos causantes de infecciones sistémicas como Aspergillus y Histoplasma. Se emplea en el tratamiento de diversas infecciones fúngicas, como la candidiasis, la tiña, la pitiriasis versicolor y la onicomicosis. También se utiliza en el manejo de la caspa y la dermatitis seborreica, condiciones en las que el hongo Malassezia puede ser un factor contribuyente.

El ketoconazol está disponible en varias formulaciones, incluyendo tabletas orales, cremas, champús y soluciones tópicas. La elección de la formulación y la duración del tratamiento dependen del tipo y la gravedad de la infección fúngica, así como de la respuesta individual del paciente al medicamento. En general, las formulaciones tópicas se utilizan para infecciones de la piel y del cuero cabelludo, mientras que las tabletas orales se reservan para infecciones más graves o sistémicas que no responden a los tratamientos tópicos.

Aunque el ketoconazol es generalmente bien tolerado, puede producir efectos secundarios en algunos pacientes. Los efectos adversos más comunes asociados con el uso tópico incluyen irritación, enrojecimiento y picazón en el área de aplicación. En el caso de la administración oral, los efectos secundarios pueden ser más graves y abarcar náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, cefalea y, en raras ocasiones, hepatotoxicidad. Por este motivo, se recomienda realizar pruebas de función hepática antes y durante el tratamiento con ketoconazol oral, especialmente en pacientes con factores de riesgo o antecedentes de enfermedad hepática.

El ketoconazol también puede interactuar con otros medicamentos, lo que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios o disminuir la eficacia de uno o ambos fármacos. Entre las interacciones más relevantes se encuentran ciertos medicamentos para el VIH, anticoagulantes, anticonvulsivantes, inhibidores de la HMG-CoA reductasa (estatinas) y bloqueadores de los canales de calcio. Por lo tanto, es esencial que los médicos revisen el historial farmacológico del paciente antes de iniciar el tratamiento con ketoconazol y ajusten las dosis o cambien los medicamentos según sea necesario.

© Clínica Universidad de Navarra 2023