Lactancia materna

Se conoce como lactancia el proceso por el que la glándula mamaria desarrolla su función específica, es decir, la alimentación del recién nacido.

Es un proceso complejo, puesto que comprende varios pasos. Lo más importante tiene lugar durante el puerperio (en donde ocurre la culminación de dicho proceso) y, previamente, durante el embarazo.

Para que la lactancia se produzca, es necesario que la glándula mamaria experimente una serie de cambios, los cuales no son solamente anatómicos o estructurales, sino también funcionales.

¿Cuáles son las características de la leche materna?

La cantidad de leche que se produce diariamente es muy variable, en función del número de tomas, la ingesta de líquidos y las características de la alimentación materna. Por termino medio, se produce alrededor de un litro diario.

El principal componente de la leche es el agua, además de proteínas, grasas, lactosa, sales minerales y vitaminas.

Normalmente, la secreción mamaria se inicia sobre las 48 horas después del parto y, a veces, se acompaña de una discreta elevación térmica.

No obstante, hoy en día, la conducta habitual es poner el bebé al pecho a las pocas horas del nacimiento, aunque aún no se haya producido la secreción de la leche.

¿Es posible inhibir la lactancia?

En determinadas circunstancias puede estar indicada la inhibición de la lactancia. La conducta terapéutica que hay que seguir dependerá del momento en el que esta decisión se adopte: si la supresión ya está decidida antes del parto, una vez que éste se produzca y, al menos, antes de las primeras 24 horas, habrá que actuar inhibiendo la lactogénesis.

Esto puede realizarse mediante la toma de una serie de medicamentos, como son la bromocriptina o la cabergolina.

Si la indicación surge una vez iniciada la lactancia, lo que habremos de hacer en primer lugar es inhibir el reflejo de succión, ya que éste se encarga de mantener la producción de la leche, por lo tanto habrá que evitar cualquier estímulo sobre el pezón.

Para evitar que las mamas se vuelvan a rellenar, puede ser conveniente fajarlas y, en algunos casos, puede requerirse la administración suplementaria de antiinflamatorios o analgésicos. En segundo lugar, podría plantearse la toma de alguno de los fármacos anteriormente comentados.

¿Cuándo iniciar la lactancia materna?

  • Se ha de poner al niño al pecho lo más pronto posible, en la primera media hora de vida y, en cualquier caso, no retrasarlo más de 4 horas.
  • En las primeras horas de vida el bebé está más activo y receptivo, con lo que será más fácil que se coja al pecho, pasado éste momento la madre siente el cansancio del parto y el niño se adormece, en ocasiones, hasta el día siguiente.
  • En esta primera toma se estimula la liberación de hormonas que permiten la subida de la leche.
  • El principal estímulo que induce la producción de leche es la succión del niño, por lo tanto, cuantas mas veces se agarre el bebe al pecho de la madre y cuanto mejor se vacíe éste, más leche se produce.

Posturas lactancia materna

Postura lactancia materna sentadaPosición sentada o tradicional

  • Recién nacido: recostado en decúbito lateral sobre el brazo de la madre del lado que amamanta. Su cabeza estára en el antebrazo  y en linea recta con la espalda y el resto del cuerpo. Su brazo inferior abraza a la madre por el costado.
  • Madre: sentada, sostiene al hijo con el antebrazo y mano mientras sujeta con la otra el pecho que le ofrece. Su abdomen toca el de su hijo.

Posición acostada

  • Recién nacido: acostado junto a la madre en decúbito lateral, frente a frente. Su cara enfrentada al pecho y el abdomen pegado al cuerpo de su madre.
  • Madre: acostada frente al hijo, apoya su cabeza sobre una almohada doble.

Postura lactancia materna balón de rugbyPostura balón de rugby

  • Recién nacido: su espalda se apoya en el antebrazo y sus pies apuntan a la espalda de la madre. Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa del pecho y así prevenir posibles obstrucciones o mastitis que, aunque pueden darse en cualquier zona del pecho, suelen ser más frecuentes en ésta.
  • Madre: sujeta la cabeza del recién nacido con la mano de lado que amamanta.

¿Qué complicaciones puede tener la lactancia materna?

Realmente la lactancia materna es el método de alimentación ideal para el recién nacido, aunque para la madre puede suponer la aparición de algún problema, como pueden ser: 

  • Grietas en el pezón, cuyo tratamiento, básicamente, va a ser a base de pomadas cicatrizantes y limpieza minuciosa de los pezones.
  • Mastitis (inflamación-infección de la mama).
    Esta se va a caracterizar, fundamentalmente, por la aparición de dolor en una región de la mama con tumefacción, es decir, una hinchazón de dicha zona y enrojecimiento de la piel de la misma. El diagnóstico suele ser muy sencillo desde el punto de vista clínico y su tratamiento debe basarse en la administración de antiinflamatorios y antibióticos. La lactancia puede no inhibirse, aunque sería lo recomendable en aquellos casos en los que la secreción del pezón sea purulenta.

¿Cómo retirar al bebé del pecho?

Cuando ha terminado la toma, inserte un dedo en un lado de la boca para detener la succión. No intente separar al bebé del pezón ya que éste instintivamente cerrará más la boca produciendo dolor a la madre.

Recuerde que entre pecho y pecho y tras finalizar la toma hay que favorecer el eructo del niño, mediante tres posiciones:

  • Colocar al bebé verticalmente con su cabeza apoyada en el hombro.
  • Sentado en el regazo de la madre sosteniendo la cabeza con una mano.
  • Apoyado sobre el estómago.

En estas posiciones, acariciar o dar unos pequeños golpecitos en la espalda.

Si el niño tiene una ganancia de peso adecuada durante las seis primeras semanas de vida (20-30 gr./día, o 140-200 gr./semana), es que con el pecho tiene suficiente. Si es preciso darle una complemento, consulte con su pediatra.

Recuerde que la madre que da el pecho debe seguir una dieta sana, equilibrada y variada. Se debe excluir la ingesta de alcohol y de bebidas estimulantes. Se debe suprimir el tabaco y no tomar medicamentos sin la indicación de su médico.

Es muy importante lubricar y airear los pezones, de esta manera se evitaran las grietas. Si se producen, recuerde estos puntos básicos: buena postura, buena prenda, aire, leche (la propia leche tiene propiedades cicatrizantes), agua y sol.

Si las grietas no desaparecen, consulte con su medico. Debe saber que las emociones fuertes, los enfados y aquello que cause estrés a la madre se manifiesta con una disminución en la cantidad de la leche, pero nunca en su calidad.

5 beneficios de la leche materna

Según la doctora Begoña Olartecoechea, especialista en el Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, la leche materna encierra una serie de ventajas:

  • Se trata de un alimento “inteligente”: además de proporcionar los nutrientes necesarios para el lactante, posee  inmunoglobulinas, unos anticuerpos que ayudan a prevenir tanto infecciones respiratorios como las diarreas. Además contiene enzimas beneficiosas para facilitar la digestión del niño, que en los primeros meses de la vida puede estar un poco inmadura.
  • Ayuda a madurar diferentes sistemas: gracias a que ofrece diferentes hormonas que actúan como factores tróficos.
  • Regula la ingesta del bebé: a través de su composición, ya que va cambiando a  lo largo de la toma.
  • Favorece el desarrollo del sistema nervioso central y la maduración de su retina: gracias a su composición basada en Omega 3 y Omega 6.
  • No sólo beneficia al bebé: la leche materna no sólo resulta ventajosa para el bebé, sino también para la madre porque previene el riesgo de cáncer de mama y ovarios y reduce la hemorragia posparto y la anemia.