Cólico del lactante

Son inocuos y tienden a presentarse en lactantes con temperamento sensible y necesidad de sueño inferior a lo normal.

Comúnmente se define como un llanto incontrolable, paroxístico, sin causa identificable, mas frecuente a últimas horas de la tarde, en un lactante sano entre las dos semanas y los cuatro meses de edad. Suele acompañarse de rigidez, flexión de miembros inferiores sobre el abdomen y meteorismo. Se considera que un lactante está afecto de cólico cuando presenta: 3 horas de llanto al día durante, al menos 3 días a la semana, durante 3 semanas (criterios diagnósticos de Wessell)
 

¿Cuáles son sus causas?

Se han barajado varias posibles causas del cólico, pero más bien se trata de un síndrome que incluye un grupo de alteraciones. Sólo una minoría de dichas alteraciones reflejan un problema específico del aparato digestivo.

Incluiríamos las causas en dos grandes grupos.

Causas gastrointestinales:

  • Alergia a las proteínas de la leche de vaca: Sólo en un reducido número de lactantes encontramos la alergia a la leche de vaca como causa del cólico.
    NO ESTÁ JUSTIFICADO EL CAMBIO DE ALIMENTACIÓN A FÓRMULAS ADAPTADAS SUSTITUTIVAS DE FORMA SISTEMÁTICA, si no se encuentran otros hallazgos sugestivos de alergia a proteínas de leche de vaca, como pueden ser: úlceras orales, escoriaciones anales, diarreas crónicas, déficit de ganancia ponderal, etc.
    Es importante destacar que lo que normalmente denominamos alergia a la leche de vaca, se trata realmente, en la mayoría de los casos, de una intolerancia, y como tal suele ser pasajero.
  • Meteorismo:
    Los lactantes durante los primeros cuatro meses de vida no absorben completamente la carga de lactosa contenida tanto en las fórmulas adaptadas como en la leche materna, y esto hace que se produzca gran cantidad de gas intestinal. Una dieta en carbohidratos facilitaría la producción de gas.
  • Hipermotilidad intestinal: Suele calmar con algunos cambios de postura.

Factores hormonales:
Los niveles de la hormona intestinal motilina pueden estar aumentados en algunos lactantes con cólico.

  • Reflujo gastroesofágico: Hay que considerar este diagnóstico cuando pasado el cuarto mes la sintomatología empeora o no mejora. Algunos de sus síntomas pueden ser: irritabilidad, rechazo al alimento y alteración del sueño al poco tiempo de la toma.

OTRAS HIPÓTESIS:

  • Se puede confundir el llanto característico del cólico del lactante con una variante normal del llanto, sobre todo cuando existe inexperiencia por parte de los progenitores.
  • Algunos niños presentan un umbral sensorial bajo, más sensible a estímulos ambientales, reaccionando de manera exagerada a una excesiva estimulación (ruido, cambios de luz, cambios constantes en la rutina diaria, etc.) y esto a su vez, genera una respuesta desmesurada y ansiosa de los padres ante cualquier malestar del bebé, lo que crea un círculo vicioso.

El Departamento de Pediatría cuenta con diversas unidades especializadas, que permiten un mejor diagnóstico y tratamiento del niño, algunas de ellas de carácter multidisciplinar.

Entre ellas destacan las siguientes: Cuidados Intensivos, Neonatología, Respiratorio, Reumatología y Patología músculo-esquelética, Neuropediatría, Oncología Pediátrica, Endocrinopediatría, Gastroenterología, Urgencias Pediátricas y Nutrición.

Además de estas unidades, el Departamento de Pediatría colabora de forma multidisciplinar en las áreas de Cirugía Pediátrica, Dermatología, Cardiología, Oftalmología, alteraciones del aparato locomotor y otras especialidades.

Un equipo de enfermería altamente especializado se encarga del seguimiento del niño durante su desarrollo. Cuentan con una gran experiencia en la atención al niño y en el apoyo a padres en la resolución de sus dudas en el día a día.

TRATAMIENTO:

Intente no dejar que su hijo llore. Considere estas posibilidades y pruebe con cada una cinco minutos.

Si no hay respuesta pase a otra:

  • Tiene hambre, quiere alimento.
  • No alimentar al niño cada vez que llore, esperar de 2 a 3 horas entre cada toma.
  • No tiene hambre pero quiere succionar.
  • Quiere que le cojan en brazos. No es posible mimar demasiado a un lactante antes de los 4 meses.
  • Está aburrido, necesita estímulo.
  • Está cansado, necesita dormir.
  • Mecer al bebé en la cuna. Darle un paseo en cochecito. Baño tibio.

PUEDE SERLE ÚTIL:

  • Colocar al niño erguido o tumbarlo boca abajo sobre el regazo o sobre una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica.
  • Hay que intentar prevenir los ataques mejorando la técnica alimentaria, como el eructo, el entorno apacible, etc. El cólico no es el resultado de una mala crianza por lo que no hay motivo para sentirse culpable.
  • En niños con llanto inconsolable que no responden a ninguna medida, con deposiciones poco frecuentes, heces duras, explosivas, o gran esfuerzo con la defecación, puede introducirse en la dieta leche sin lactosa.
  • También se han ensayado fármacos como: Diciclomina, Dimeticona o Simeticona. CONSULTE CON SU PEDIATRA ANTES DE ADMINISTRAR CUALQUIER MEDICAMENTO o REALIZAR CUALQUIER CAMBIO DE LECHE.
  • En casos EXTREMOS puede ingresarse al niño y cambiar únicamente la rutina alimentaria, proporcionando así un descanso a los padres.
  • NO ABANDONAR LA LACTANCIA MATERNA YA QUE NO ES LA CAUSA DE LOS CÓLICOS.
  • Si lo está alimentando con lactancia artificial, NO CAMBIE LA FÓRMULA A MENOS QUE EL NIÑO TENGA DIARREA O VÓMITOS.

ASISTENCIA PARA LA MADRE:

  • En caso de lactancia materna, se aconseja a la madre no tomar café, bebidas a base de cola u otros estimulantes.
  • Evite la fatiga y el agotamiento.
  • Realice una siesta diaria si no descansa por la noche.
  • Pida ayuda.
  • Salga de casa para despejar la mente.