Radioterapia externa

"Incorporamos sistemas que permiten administrar dosis curativas en la zona de riesgo y minimizar la radiación en de los tejidos sanos adyacentes, según las características de cada paciente".

DRA. LEIRE ARBEA MORENO

¿Qué es la radioterapia externa?

En la radioterapia externa se emplean haces de radiación ionizante (ondas electromagnéticas) generados en equipos de radiación alejados y externos al paciente (aceleradores lineales).

El Departamento de Oncología Radioterápica cuenta con el acelerador VERSA HD, considerado el más avanzado para tratamientos con radioterapia externa. Ofrece una velocidad de tratamiento hasta diez veces superior a la de cualquier acelerador convencional, junto a una mayor precisión en la administración  de la dosis.

En el programa de radioterapia externa se dispone de técnicas esterotáxicas y radioterapia de intensidad modulada, de forma sistemática para la mayoría de tumores. Las técnicas de tratamiento son las convencionales -radioterapia externa y radioterapia externa tridimensional conformada-, y también especiales -radiación externa 3D, radioterapia externa modulada y, como se ha señalado anteriormente, radioterapia esterotáxica (radiocirugía y radioterapia estereotáxica extracerebral).

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Tipos de radioterapia externa

La Clínica dispone de una dilatada experiencia en radioterapia externa tridimensional conformada (RT3D). Esta técnica incorpora la tecnología del TAC en el proceso de diseño de tratamientos de radiación.

Otro avance incorporado es el desarrollo de planificadores de tratamiento de modo tridimensional (3D), basados en complejos sistemas informáticos de cálculo para estimar la distribución de la dosis de radiación.

Todo ello supone calidad, ya que con la RT3D se mejora la distribución espacial de la radiación adaptándose mejor al volumen y forma del tumor. Puede disminuir notablemente la cantidad de radiación sobre los órganos sanos adyacentes y se puede administrar el tratamiento para curar sin recurrir a la cirugía.

Los equipos pasan a diario un control de calidad. Disponemos de tres aceleradores lineales de última generación y de los más recientes y avanzados sistemas de planificación.

La forma del campo de tratamiento de radiación en la RT3D convencional se realiza mediante un proceso manual casi artesanal. Se elaboran bloques de un material plomado tallado manualmente al que se le dará forma y tamaño según el tejido u órganos a proteger.

Elaborados y tallados, los bloques se ensamblan en bandejas que se interponen a la salida del haz de radiación. Esa interposición proyecta una sombra sobre el campo que se corresponde con la zona o tejidos que se quieren proteger.

Radioterapia de intensidad modulada (IMRT), última generación de tratamientos de radiación externa 

Sólo se encuentra disponible en centros de tratamiento oncológico altamente especializados.

La Clínica Universidad de Navarra es una de las instituciones españolas pioneras en el uso de esta técnica especial de radiación, con una experiencia en el tratamiento de los pacientes de más de 15 años.

Este tratamiento permite conformar los campos de tratamiento y modular la intensidad de los haces de radiación mediante colimadores multiláminas o multihojas controlados desde el planificador en un entorno completamente digital. Con esta técnica, cada uno de los múltiples campos previstos es subdividido por el colimador en múltiples segmentos.

Esta característica y otra serie de sofisticadas mejoras, como la planificación inversa (elaborar planes de tratamiento a partir de propuestas de niveles de dosis y restricción para tejidos diana y órganos sanos) permiten realizar planes de tratamiento, altamente conformados, con mapas de distribución diferenciada de la dosis de radiación dentro de un mismo campo.

Esta técnica posibilita aplicar tratamientos más inteligentes con un potencial de incremento de la eficacia derivada de la posibilidad de escalar dosis de radiación con un mayor perfil de seguridad.

La radioterapia estereotáxica es una técnica especial de radiación externa.

Requiere sistemas de fijación e inmovilización especiales (guías o marcos estereotácticos) con un sistema de coordenadas tridimensionales, independientes al paciente, que permiten localizar con alta precisión las lesiones que hay que tratar.

A su vez, requiere de equipos de radioterapia generadores de haces de radiación altamente conformados (aceleradores lineales, gammaknife, cyberknife, tomoterapia) que convergen sobre la lesión administrando ultraselectivamente dosis altas de radiación sobre ella sin incrementar la radiación sobre órganos o estructuras sanas adyacentes.

Se pueden aplicar varias sesiones de tratamiento con altísima precisión. El empleo más frecuente es el tratamiento de tumores cerebrales.

La SBRT (Stereotactic Body Radiation Therapy) representa la radiación bajo condiciones de estereotaxia de lesiones extracerebrales. Es posible tratar lesiones, como tumores de pulmón inoperables o metástasis hepáticas, en poco tiempo y con un perfil de efectos secundarios tolerables.

Aplicar una única sesión de tratamiento con dosis muy altas de radiación administradas mediante sistemas y condiciones de estereotaxia es radiocirugía.

Está indicada en el tratamiento de lesiones malignas o benignas menores de 3-4 centímetros (metástasis cerebrales, malformaciones arteriovenosas, neurinomas, meningiomas).

La Clínica Universidad de Navarra es el primer hospital privado español que ha adquirido un acelerador lineal miniaturizado para administrar radioterapia intraoperatoria: LIAC, el modelo más versátil, de menor tamaño y mayor movilidad.

El LIAC permite tratar pacientes más complejos reduciendo a mínimos el nivel de toxicidad en los tejidos sanos adyacentes, en menos sesiones y de forma más segura.

El tiempo de exposición a la radiación no supera los dos minutos, ya que el acelerador posibilita una dosis muy elevada y homogénea, en una zona muy concreta y en una única sesión,  una sola sesión de este acelerador equivale a seis de radioterapia convencional.

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¿Cómo se realiza la radioterapia externa?

En el tratamiento radioterápico participa un equipo de profesionales especialmente entrenado dirigido por un oncólogo radioterápico.

El oncólogo radioterápico es un médico especialista en oncología radioterápica que elabora, prescribe y supervisa el plan de tratamiento radioterápico. Puede modificar el tratamiento dependiendo de la evolución del paciente, identifica y trata los efectos adversos de la irradiación y colabora con otros especialistas implicados en el tratamiento multidisciplinar del cáncer como oncólogos médicos y cirujanos.

Los físicos médicos trabajan estrechamente con el oncólogo radioterápico en la planificación y administración del tratamiento. Supervisan el trabajo del dosimetrista y se implican directamente en la planificación de tratamientos complejos. Además, elaboran y dirigen los programas de calidad de las unidades de tratamiento y realizan pruebas dirigidas a establecer el buen funcionamiento de las unidades y de la calidad del haz de irradiación.

Los dosimetristas realizan su trabajo junto con el oncólogo radioterápico y el físico médico para seleccionar la técnica de radiación capaz de generar la mejor distribución de la dosis de radiación sobre el tumor y la mayor exclusión de las dosis de radiación en los tejidos sanos. El trabajo lo realizan en ordenadores que utilizan algoritmos de cálculo complejos capaces de procesar distintos tipos de imágenes.

El técnico en radioterapia es la persona encargada de realizar el tratamiento diario de irradiación supervisado por el médico. Debe ser meticuloso en la inmovilización y posicionamiento diario del paciente, asegurar que se ha hecho el tratamiento adecuado y realizar un registro diario del tratamiento.

La enfermera de oncología radioterápica trabaja con todo el equipo de tratamiento para atender las necesidades del paciente y la familia, antes, durante y después del tratamiento. Explican los cuidados que se deben tener durante y después de la irradiación y los posibles efectos adversos y cómo tratarlos.

Otros profesionales de la salud implicados en el cuidado de estos pacientes son los médicos nutricionistas, fisioterapeuta, dentista y asistentes sociales.

Antes de realizar un tratamiento con radioterapia el médico oncólogo radioterápico habla con el paciente y le explica los beneficios y riesgos del tratamiento así como otras posibilidades terapéuticas existentes.

Posteriormente se realiza la simulación que consiste en tomar medidas y dibujar referencias en la piel para facilitar la entrada de los haces de irradiación externa a través de la piel de forma precisa y reproducible en cada una de las sesiones de tratamiento. Se realiza la inmovilización del paciente en una posición cómoda y reproducible que será utilizada diariamente durante la irradiación.

Para la inmovilización del paciente se utilizan distintos dispositivos como mascarillas termoplásticas, colchones de vacío o de resinas catalíticas, planos inclinados, etc., seleccionando un determinado método de inmovilización dependiendo de la localización tumoral y de la precisión requerida del caso.

En estas condiciones de inmovilización y fijación del paciente se realiza un TAC de planificación y se adquieren las imágenes axiales correspondientes. Estas imágenes de TAC son enviadas a un ordenador para la planificación virtual del tratamiento de irradiación. En el ordenador de planificación se escoge una determinada energía de fotones, el número de campos de radiación (habitualmente de dos a cuatro) y los ángulos de giro del cabezal del acelerador.

Se generan varios planes de tratamiento y el médico oncólogo radioterápico selecciona el plan que presente una distribución óptima de la dosis de irradiación capaz de maximizar la dosis de irradiación sobre el tumor minimizando la dosis que reciben las estructuras normales adyacentes.

Por último, el paciente inicia el tratamiento en la misma posición en la que se han realizado los procedimientos de simulación y planificación previa verificación de los campos de radioterapia que se realiza comparando imágenes reconstruidas en la planificación virtual con imágenes reales del propio paciente generadas mediante placa radiográfica o imágenes portales digitales.

El tratamiento con radioterapia es indoloro y el paciente no nota ningún tipo de sensación, se administra de forma ambulatoria en forma de sesiones diarias (fracciones), cinco días por semana, de lunes a viernes descansando sábados y domingos hasta un total de 25-40 fracciones dependiendo del tipo de tumor tratado.

En ocasiones el tratamiento tiene que interrumpirse un día o más por la aparición de efectos adversos y se reanuda cuando éstos han mejorado o desaparecido.

Durante el tratamiento se programan radiografías de verificación y revisiones semanales con el oncólogo radioterápico y la enfermera para observar la evolución, los efectos adversos y recomendar tratamiento si precisa.

Es habitual recomendar a los pacientes ciertos cuidados y hábitos durante y después de la irradiación como descansar lo suficiente, seguir una dieta equilibrada y nutritiva y prestar especial atención a la piel que puede quedar sensible y enrojecida.

Después del tratamiento se cita de forma programada al paciente para verificar su recuperación y la evolución del cáncer.

En general, la radioterapia es bien tolerada y muchos pacientes pueden realizar su actividad normal, sin embargo, en algunos pacientes pueden aparecer efectos adversos que generalmente se circunscriben a la zona tratada.

Los efectos adversos de la radioterapia son agudos cuando suceden durante el periodo de tratamiento y en los noventa días posteriores. Son consecuencia de un proceso inflamatorio derivado de la depleción de células progenitoras de tejidos de crecimiento rápido como la piel, mucosa de la cavidad oral y del tracto gastrointestinal, tejido hematopoyético, folículo piloso, etc.

Estos efectos adversos agudos son transitorios y recuperables por la capacidad de reparación que tiene el tejido sano. Suelen aparecer a partir de la segunda o tercera semana de tratamiento y pueden durar varias semanas después del tratamiento.

El síntoma más frecuente es la fatiga que no suele ser incapacitante. La mucositis (inflamación de la mucosa oral), esofagitis (inflamación del esófago), enteritis (inflamación del intestino delgado), epitelitis y dermitis (inflamación de la piel), alopecia y aplasia medular son los efectos adversos agudos más frecuentemente observados. En muchas ocasiones es necesario la administración de tratamiento antiinflamatorio, la alimentación con medios especiales y menos habitualmente el ingreso hospitalario para reposición hidroelectrolítica.

Los efectos adversos crónicos se observan a partir de los noventa días de haber finalizado la radioterapia y son el resultado de un proceso de transformación tisular derivado de la depleción de células de crecimiento lento como el músculo, parénquima renal, hepático, tejido nervioso, etc.

Estos efectos adversos crónicos no son recuperables y son permanentes constituyendo el factor limitante más importante de la radioterapia clínica aunque es cierto que la probabilidad de aparición de efectos adversos crónicos es baja.

Entre los efectos adversos crónicos se encuentran la xerostomía o pérdida de saliva, fibrosis o endurecimiento del tejido subcutáneo, pulmón o intestino, necrosis, daño neurológico y en la población pediátrica retardo de crecimiento, alteraciones hormonales y aparición de segundos tumores.

¿Dónde la realizamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Departamento de Oncología Radioterápica
de la Clínica Universidad de Navarra

El Departamento de Oncología Radioterápica de la Clínica Universidad de Navarra cuenta con una dilatada experiencia en radioterapia externa y de intensidad modulada. Además, aplicamos diversas técnicas médico-quirúrgicas de última generación disponibles en pocos centros españoles. 

Somos uno de los centros de referencia internacional en la realización de implantes intraoperatorios y tratamiento de radiación con técnica de braquiterapia de alta tasa durante el postoperatorio.

Tenemos una de las experiencias más amplias a nivel mundial en el tratamiento en braquiterapia intraoperatoria de tumores de cabeza y cuello, sarcomas de partes blandas y tumores ginecológicos.

Tratamientos que realizamos

¿Por qué en la Clínica?

  • Profesionales expertos de referencia a nivel internacional.
  • Mayor accesibilidad para los pacientes nacionales e internacionales.
  • Tecnología de última generación, la más avanzada de España.
  • Unidad de Protonterapia más avanzada de Europa en la sede de Madrid para el tratamiento del cáncer con protones.

Nuestro equipo de profesionales