Transfusión de sangre

"En el proceso que se realiza para seleccionar candidatos a donar sangre, se excluye a aquellas personas que tienen prácticas de riesgo para el contagio de enfermedades infecciosas que luego puedan ser transmitidas por la sangre donada".

DRA. ESTHER PENA CARBÓ
ESPECIALISTA. SERVICIO DE HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA

La transfusión de sangre, tanto en forma de sangre completa, como en la de algunos de sus componentes, es una terapéutica sustitutiva de reposición de algo en lo que el organismo es deficitario, siendo ello causa de manifestaciones clínicas importantes.

Un banco de sangre es un centro o establecimiento sanitario encargado de promocionar la donación altruista de la sangre y de realizar la extracción, preparación, conservación, almacenamiento y suministro de sangre humana y sus componentes.

Antes de cada donación, se valora el estado de salud del donante de sangre mediante una historia clínica, examen físico y estudio biológico de la sangre obtenida.

Se trata con esta valoración de asegurar la inocuidad de la donación para él mismo, además de proteger al futuro receptor de posibles riesgos previsibles.

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¿Cuándo se indica una transfusión de sangre?

Puede ser donante:

  • Persona sana entre 18 y 65 años que de forma altruista realiza una donación de sangre o de alguno de sus componentes.
  • Otra modalidad de donación es a través de separadores celulares que permiten la donación selectiva de alguno de los componentes de la sangre, concentrado de hematíes, plaquetas, plasma, con devolución al donante del resto de los componentes.
  • El donante universal de sangre total o de concentrado de hematíes tiene que ser del grupo O y Rh D negativo, antígeno CE negativo y antígeno Du negativo. El donante universal de plasma es del grupo AB.

Indicaciones más frecuentes de este tratamiento:

  • Anemia.
  • Hemorragias.
  • Sangrado tras intervenciones quirúrgicas.

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Puede que sea necesario realizarle una transfusión de sangre

Saber más sobre la transfusión de sangre

Es la prueba que se realiza para asegurar la compatibilidad del receptor con los hematíes del donante.

Implica la incubación del suero del receptor con los hematíes del donante a diferentes temperaturas y distintos medios, para poner de manifiesto la identificación de cualquier anticuerpo clínicamente significativo que pueda existir en el suero del receptor frente a los hematíes del donante.

La autotransfusión es el procedimiento mediante el cual se extrae sangre o alguno de sus componentes a un determinado paciente para su posterior reinfusión a él mismo. Es decir donante-paciente son la misma persona.

Los beneficios que representan son evidentes: elimina el riesgo de aloinmunización, de reacciones hemolíticas, alérgicas o febriles; de transmisión de enfermedades infecciosas como hepatitis y VIH; estimula la eritropoyesis por repetidas flebotomías; es aceptada en pacientes contrarios a recibir sangre homóloga por creencias religiosas como testigos de Jehová.

Existen distintas modalidades de autotransfusión:

  • Donación autóloga preoperatoria:
    Es la modalidad más empleada. Consiste en la extracción al paciente de 450 ml. aproximadamente de sangre total, con un intervalo entre extracciones de 3-7 días, realizando la última 72 hora antes de la intervención. Entre extracciones se administra hierro y según la analítica basal se puede añadir eritropoyetina.
  • Hemodilución aguda normovolémica:
    En función del hematocrito basal, inmediatamente antes o durante la inducción anestésica se extraen entre 1 y 3 unidades de sangre total, reponiendo el volumen extraído con soluciones cristaloides y/o coloides. Postoperatoriamente, el enfermo es transfundido con su propia sangre, que al haber sido conservada sólo unas horas aporta plaquetas y factores lábiles de la coagulación.
  • Eritroféresis preoperatoria:
    Se realiza 18-24 horas antes de la intervención quirúrgica a través de un procedimiento de féresis que recoge solamente concentrado de hematíes, devolviéndole el plasma al paciente.
  • Recuperación autóloga intraoperatoria:
    Mediante máquinas especiales, se recupera y anticoagula la sangre del campo operatorio y, tras su procesamiento, se reinfunde al paciente.
  • Recuperación y transfusión autóloga postoperatoria y postraumática:
    Recuperación de la sangre acumulada en el postoperatorio. La sangre se recoge a través de los drenajes en equipos estériles que filtran la sangre y se reinfunde antes de 6 horas de su recolección para evitar la proliferación bacteriana.

Sangre total
En los Bancos de Sangre se procesa la sangre total para obtener los diferentes hemoderivados: concentrado de hematíes, concentrado de plaquetas, plasma fresco congelado. Ello permite administrar a cada paciente únicamente el componente que precisa.

Concentrado de hematíes
Está indicada su transfusión en las anemias crónicas sintomáticas no corregibles por otros medios terapéuticos y en las pérdidas moderadas o agudas de sangre asociado a otros hemoderivados.

Concentrado de hematíes congelados
Se utiliza como método de autotransfusión de enfermos polisensibilizados y como conservación de fenotipos raros.

Concentrado de hematíes lavados
Se utiliza en pacientes con déficit de IgA, y en aquellos que presenten reacciones alérgicas graves a las proteínas plasmáticas.

Concentrado de hematíes pobre en leucocitos
Su uso estaría indicado en pacientes que presenten reacciones de escalofrío-hipertermia por anticuerpos antileucocitarios, en prevención de la aloinmunización por anticuerpos leucoplaquetarios y como alternativa a productos citomegalovirus negativos.

Concentrado de plaquetas
Se usa terapéuticamente en enfermos con hemorragia por trombopenia o trastornos funcionales de las plaquetas.

Plasma fresco congelado
Su transfusión está indicada en pacientes con sintomatología hemorrágica y alteraciones de las pruebas de la coagulación. Otro uso del plasma fresco es como materia prima para la obtención de hemoderivados como albúmina, inmunoglobulinas, factores de coagulación, etc.

Son poco frecuentes. Las que tienen mayor incidencia se presentan en un 1-2% de los casos y son reacciones leves fácilmente tratables, como fiebre, escalofríos, urticaria, etc., presentándose fundamentalmente en enfermos con antecedentes transfusionales. Otras reacciones mas graves, como la hemólisis, sobrecarga circulatoria, edema agudo de pulmón no cardiogénico, shock anafiláctico, son muy poco frecuentes e incluso excepcionales.

Por otro lado, actualmente, cada unidad de sangre se somete a un riguroso escrutinio para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas.

¿Dónde la realizamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Servicio de Hematología y Hemoterapia
de la Clínica Universidad de Navarra

El Servicio de Hematología de la Clínica, formado por especialistas de reconocido prestigio nacional e internacional, ha integrado técnicas diagnósticas moleculares y la utilización de nuevos tratamientos personalizados en su labor asistencial, permitiendo un diagnóstico más preciso y rápido de las enfermedades hematológicas.

El trabajo conjunto del personal médico y el investigador facilita el desarrollo y la aplicación de los nuevos tratamientos y a su vez la evaluación precisa del resultado de los tratamientos.

Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

¿Por qué en la Clínica?

  • Expertos en el desarrollo de tratamientos de Terapia Celular.
  • Centro de referencia internacional en linfomas, mieloma múltiple y gammapatías monoclonales.
  • Expertos en el diagnóstico y tratamiento de problemas hemorrágicos y trombóticos.

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