ANALGÉSICOS, OPIOIDES

Morfina 

La morfina es el principal alcaloide del opio. Es un medicamento que calma el dolor (produce analgesia). Actúa reduciendo los efectos de las endorfinas (moléculas que intervienen en la transmisión del dolor) que se encuentran en el cerebro y en la columna vertebral.

La morfina se combina con los receptores opiáceos del cerebro y bloquea la transmisión de estímulos de dolor de forma que, incluso si la causa de dolor persiste, hace que se sienta menos dolor. También es capaz de producir otras acciones como sedación o euforia.

NOMBRES COMERCIALES:

Morfina Braun®, Morfina clorhidrato®, MST Continus®, Oramorph®, Sevredol®, Zomorph, Dolq®  

ALERTAS:



MÁS INFORMACIÓN:

¿Para qué se utiliza?

  • Procesos dolorosos de intensidad severa.
  • Dolor postoperatorio inmediato.
  • Dolor crónico intenso o maligno.
  • Dolor asociado a infarto agudo de miocardio.
  • Disnea (dificultad respiratoria) asociada a insuficiencia ventricular izquierda y edema pulmonar.
  • Ansiedad ligada a procedimientos quirúrgicos.
Imagen de un icono azul con un fonendoscopio o estetoscopio.

¿Necesita que le ayudemos?

Contacte con nosotros y solicite más información.

Saber más sobre este medicamento

En España existen comercializadas formas de administración oral (solución oral, comprimidos efervescentes, comprimidos de liberación prolongada, comprimidos recubiertos y cápsulas retard) y parenteral (subcutánea, intramuscular, intravenosa, epidural e intratecal).

La dosis adecuada de morfina puede ser diferente para cada paciente. Individualizar dosis según severidad del dolor y respuesta.

A continuación se indican las dosis más frecuentemente recomendadas, pero si su médico le ha indicado otra dosis, no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.

Solución inyectable de morfina hidrocloruro al 1% o 2%:

  • Vía subcutánea o intramuscular: adultos: 5 a 20 mg cada 4 h. Niños: 0,1 a 0,2 mg por kg de peso cada 4 h, dosis máxima 15 mg al día.
  • Inyección intravenosa lenta: adultos: 2,5 a 15 mg en 4 a 5 min; en infarto agudo de miocardio se pueden administrar dosis en aumento (1-3 mg) hasta cada 5 minutos. Niños 0,05 a 0,1 mg por kg de peso, dosis máxima 15 mg al día.
  • Perfusión intravenosa continua: adultos: inicial 0,8 a 10 mg cada hora; mantenimiento, 0,8 a 80 mg cada hora; hasta 440 mg cada hora en exacerbaciones. Niños: dolor crónico intenso, 0,04 a 0,07 mg por kg de peso cada hora; mantenimiento en dolor crónico, 0,025 a 1,79 mg por kg de peso cada hora; analgesia postoperatoria, 0,01 a 0,04 mg por kg de peso por hora; neonatos, máximo 0,015 a 0,02 mg por kg de peso por hora.
  • Epidural lumbar: sólo adultos: 5 mg; si es preciso, dosis adicionales de 1 a 2 mg al cabo de 1 hora; dosis máxima 10 mg al día.
  • Intratecal lumbar: sólo adultos: 0,2 a 1 mg al día.

Solución oral de liberación normal de sulfato de morfina:

  • Mayores de 13 años: inicial, 10 a 20 mg cada 4 a 6 horas.
  • De 6 a 12 años: dosis máxima 5 a 10 mg cada 4 horas.
  • De 1 a 6 años: dosis máxima 2,5 a 5 mg cada 4h.

No usar en niños menores de 1 año.

Comprimidos de liberación retardada de sulfato de morfina:

  • Adultos: inicial, 30 mg cada 12 horas.
  • Niños con dolor oncológico intenso: inicial, 0,2 a 0,8 mg por kg de peso cada 12 horas. Ajustar con incrementos de dosis del 25 al 50%.
  • Dolor posquirúrgico (sólo adultos tras recuperar función intestinal): peso menor de 70 kg, 20 mg cada 12 horas; mayor de 70 kg, 30 mg cada 12 h.

La morfina se administrará en niños únicamente en casos excepcionales, con precaución y utilizando dosis cuidadosamente calculadas por el médico en base a la masa corporal. Los ancianos y pacientes debilitados pueden precisar dosis inferiores de morfina. Consulte a su médico.

Las formas orales retard de morfina deben tragarse enteras con un poco de líquido. No deben disolverse ni dividirse, ya que podrían causar un aumento repentino de los efectos adversos.

Cuando no debe utilizarse:

  • En caso de alergia a la morfina o a otros opiáceos (fentanilo, buprenorfina, etc) o a alguno de los componentes del preparado (consulte los excipientes). Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico inmediatamente.
  • En pacientes con depresión respiratoria o enfermedad obstructiva respiratoria grave, cianosis (coloración azulada en piel y mucosas),  en estado de shock, con exceso de moco a nivel bronquial.
  • En pacientes con enlentecimiento del vaciado gástrico o problemas hepáticos (si reciben morfina vía oral).
  • Pacientes que reciban al mismo tiempo tratamiento con IMAO (fármacos antidepresivos) o hace menos de 2 semana que abandonaron dicho tratamiento.
  •  Embarazo. Lactancia (en pacientes que reciben morfina vía oral).
  • Niños menores de 1 año (en pacientes que reciben este medicamento vía oral).
  • Trastornos convulsivos.
  • Administración epidural o intratecal en caso de infección en el lugar de inyección o alteraciones graves de la coagulación.

Precauciones de uso:

  • Es importante respetar el horario pautado. Si se le olvida una dosis adminístrela tan pronto como sea posible y vuelva a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo para la próxima dosis no la duplique y continúe con el medicamento como se le había indicado.
  • En pacientes ancianos se recomienda precaución en su uso e iniciar el tratamiento con dosis menores.
  • La morfina debe administrarse con especial precaución en caso de padecer alguna de las siguientes enfermedades: trastornos convulsivos, hipertensión intracraneal, hipotensión, dependencia a opioides, enfermedad del tracto biliar, pancreatitis, enfermedad inflamatoria intestinal, aumento del tamaño de la próstata, alcoholismo agudo, estreñimiento crónico, trastornos urogenitales, problemas cardíacos, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cifoescoliosis (enfermedad de la columna vertebral), obesidad extrema, estrechamiento de la uretra, hipotiroidismo y enfermedad del hígado o del riñón.
  • Cuando se administra vía parenteral, se debe disponer de equipos de reanimación.
  • Este medicamento puede causar sequedad de boca. Puede aliviarse chupando hielo o caramelos o con saliva artificial. Si continúa este efecto durante más de 2 semanas, consulte a su médico o farmacéutico.
  • Debe evitarse el consumo de alcohol durante el tratamiento.
  • La morfina puede producir somnolencia, visión borrosa y mareos. No se aconseja la conducción de vehículos ni el manejo de maquinaria peligrosa o de precisión, especialmente al inicio del tratamiento.
  • La administración prolongada de morfina puede originar dependencia. Por ello, debe administrar el medicamento tal y como se lo haya indicado su médico, sin exceder la dosis ni duración recomendadas.
  • A fin de evitar la aparición de ciertos efectos adversos, conviene abandonar el tratamiento reduciendo la dosis progresivamente, especialmente en tratamientos prolongados o con dosis altas.
  • Con las primeras dosis de morfina puede aparecer nauseas y vómitos que suelen desaparecer si se tumba durante un rato. Si estos efectos continúan, consulte a su médico o farmacéutico.
  • Si va a someterse a algún tipo de cirugía, incluso dental, avise a su médico u odontólogo sobre la toma de este medicamento.
  • La morfina es una sustancia prohibida en el deporte de competición y puede dar positivo en un control de dopaje.
  • Si los síntomas no mejoran o empeoran visite a su médico.

¿Puede afectar a otros medicamentos?

  • Algunos medicamentos que interaccionan con la morfina son: antidiarreicos, antihipertensivos, antidepresivos del grupo de los IMAO, naltrexona, relajantes musculares, otros opiáceos, pentazocina y fármacos que actúen a nivel del Sistema Nervioso central como por ejemplo secobarbital.
  • Informe a su médico de cualquier otro medicamento que esté tomando.
  • La morfina puede alterar los resultados de algunos análisis de sangre, por lo que si le van a realizar un análisis avise que está tomando este medicamento.
  • Los efectos adversos de este medicamento son, en general, frecuentes y pueden ser importantes. Los más frecuentes son los siguientes: nauseas, vómitos, mareos, sensación de desmayo, estreñimiento, somnolencia, desorientación, sudoración y euforia.
  • Con menor frecuencia puede producir otros efectos como dolor de cabeza, agitación, temblor, alteraciones del humor, visión borrosa, alteraciones respiratorias o modificaciones en la presión arterial, entre otros.
  • La retención urinaria y el prurito generalizado son más frecuentes cuando se administra vía epidural o intratecal.
  • En caso de presentar dificultad respiratoria consulte a su médico inmediatamente.
  • La morfina también puede producir otros efectos adversos. Consulte a su médico si advierte algo anormal.