Hepatitis crónica autoinmune

"Existe un tratamiento capaz de mejorar los síntomas, normalizar las alteraciones analíticas, y, lo que es más importante, detener o frenar la evolución de la enfermedad".

DR. JOSÉ IGNACIO HERRERO SANTOS
ESPECIALISTA. UNIDAD DE HEPATOLOGÍA

La hepatitis crónica autoinmune es una enfermedad crónica caracterizada por inflamación del hígado, que se produce por la reacción anormal del sistema inmune contra las estructuras normales del propio hígado.

Se han descrito tres variantes de la enfermedad, cada una con un patrón algo distinto en los análisis y una evolución también diferente, más agresiva en la hepatitis crónica autoinmune tipo II.

La hepatitis crónica autoinmune sin tratamiento evoluciona hacia la cirrosis hepática. Se trata de una enfermedad en muchos casos agresiva, fundamentalmente en la variante de tipo II y también en las personas de edad más avanzada en el momento de comenzar la enfermedad, por lo que esa evolución hacia la cirrosis puede ocurrir en muy pocos años.

Los pacientes diagnosticados de hepatitis autoinmunes precisan de seguimiento hepatológico periódico que requiere la realización de exploraciones analíticas y radiológicas como la ecografía hepática y la elastografía. En el caso de que la hepatitis autoinmune se presente en el contexto de otras enfermedades de origen autoinmune es necesario que el paciente sea valorado por un equipo multidisciplinar que incluya endocrinólogos, especialistas del aparato digestivo, reumatólogos y oftalmólogos para vigilar y tratar las enfermedades que afectan a otros órganos además del hígado. 

En la Clínica disponemos de todos los especialistas para garantizar una valoración global del paciente con distintas enfermedades autoinmunes que puedan estar asociadas a la enfermedad hepática.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis crónica autoinmune?

Los síntomas que produce la hepatitis crónica autoinmune son muy variables. La mayor parte de los enfermos están asintomáticos, y la enfermedad se descubre por las alteraciones analíticas encontradas en una revisión rutinaria o realizada con otro motivo.

En una cuarta parte de los enfermos pueden existir síntomas de hepatitis aguda, con fiebre, malestar, náuseas, y aparición progresiva de ictericia. 

Es común la existencia de aumento del tamaño del hígado, llamado hepatomegalia, y, cuando existe enfermedad avanzada pueden aparecer otros síntomas secundarios, como aumento del tamaño del bazo, ascitis y otros. En las mujeres jóvenes no es infrecuente la aparición de amenorrea (ausencia de menstruaciones), acné facial, hirsutismo y estrías en la piel.

En un pequeño grupo de pacientes, la hepatitis autoinmune, especialmente la hepatitis autoinmune tipo II, puede presentarse junto con otras enfermedades de origen autoinmune como las enfermedades inflamatorias intestinales, enfermedades endocrinológicas (tiroiditis) y enfermedades reumáticas (artritis reumatoide, síndrome de Sjogren y esclerosis sistémica).

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

  • Hepatomegalia.
  • Ictericia.
  • Cansancio.
  • Malestar general.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Puede que presente una hepatitis crónica autoinmune

¿Cuáles son las causas de la hepatitis crónica autoinmne?

No se conoce la causa de este tipo de hepatitis.

Como ocurre con otras enfermedades autoinmunes, probablemente existe una predisposición genética, a la que se debe unir un factor desencadenante adquirido que no es conocido. En este sentido, esta enfermedad se asocia con algunos genes, como son los antígenos de histocompatibilidad HLA-B8 y HLA-DR3.

¿A quién puede afectar?

  • Se trata de una enfermedad no muy frecuente, ya que supone en torno a un 10% de todas las hepatitis crónicas.
  • Afecta con mayor frecuencia a mujeres que a varones.
  • En cuanto a la edad, existen dos periodos en los que es más frecuente, uno en adolescentes o adultos jóvenes, entre los 15 y los 25 años, y otro en adultos en edad media, entre los 45 y los 60 años.

¿Cómo se diagnostica la hepatitis crónica autoinmune?

El diagnóstico de la hepatitis crónica autoinmune comienza con la detección de una elevación de los niveles en sangre de las transaminasas, como ocurre en todos los tipos de hepatitis.

A partir de ahí, el estudio analítico en esta enfermedad muestra la existencia de autoanticuerpos, o sea, anticuerpos contra estructuras propias, con distintos patrones en las tres diferentes formas de la enfermedad. El 60 % de los pacientes presentan ANA (anticuerpos antinucleares) y anticuerpos antimúsculo liso (AML o SMA). Más del 80 % de los casos tiene un aumento de las gammaglobulinas en sangre.

Para confirmar el diagnóstico es preciso realizar una biopsia hepática. Se deben descartar otras enfermedades que pueden producir hepatitis crónica.

¿Cómo se trata la hepatitis crónica autoinmune?

Al tratarse de una enfermedad de causa desconocida, no existe un tratamiento curativo. Sin embargo, como se conocen cada vez mejor los mecanismos que dañan el hígado en esta enfermedad, mediada por el sistema inmune, existe un tratamiento que mejora los síntomas, normaliza las alteraciones analíticas y, lo que es más importante, detiene o frena su evolución.

El tratamiento se basa en medicamentos inmunosupresores. Inicialmente se utilizan los corticoides, sobre todo la prednisona, que permite una rápida mejoría en el 90% de los enfermos. Con objeto de mejorar la respuesta y lograr también utilizar dosis menores de corticoides, pueden añadirse al tratamiento otros inmunosupresores, como azatioprina, ciclosporina, tacrolimus o micofenolato.

En el 20% de los casos, después de un curso de tratamiento inmunosupresor, que usualmente dura entre 3 y 6 años, es posible suspender la medicación de manera definitiva. En todos los pacientes es preciso realizar un seguimiento periódico para vigilar la evolución de la enfermedad.

En los enfermos con enfermedad avanzada, que ya presentan una cirrosis hepática, puede estar indicado el trasplante hepático.

¿Dónde la tratamos?

EN NAVARRA Y MADRID

La Unidad de Hepatología
de la Clínica Universidad de Navarra

Pioneros en la aplicación de la terapia génica en el tratamiento de los tumores del hígado y de enfermedades metabólicas hereditarias, y tenemos una amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de hepatitis virales y en el tratamiento del cáncer hepático mediante sistemas de radioembolización con microesferas de Ytrio-90. 

La Clínica está a la vanguardia en España en la realización del trasplante de hígado entre vivos.

Tratamientos que realizamos

Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

¿Por qué en la Clínica?

  • Equipo de profesionales altamente especializado con una experiencia de más de 25 años.
  • Equipo de enfermería especializado en enfermos hepáticos.
  • Importante actividad investigadora de los mecanismos moleculares que causan algunas de estas enfermedades.