Turricefalia

¿Qué es la turricefalia?

La turricefalia, también conocida como craneosinostosis sagital o en forma más coloquial como "cabeza de torre", es una deformidad craneal que afecta a la forma y estructura del cráneo. Resulta esencial entender esta condición desde varios ángulos: su etiología, su presentación clínica, su diagnóstico y su tratamiento, para proporcionar una comprensión completa de este término médico.

El término "turricefalia" proviene del latín "turris", que significa torre, y del griego "kephalē", que significa cabeza, reflejando la característica apariencia alargada y estrechada del cráneo de los pacientes afectados. Este cambio en la forma del cráneo es el resultado de la fusión prematura de la sutura sagital, una de las articulaciones fibrosas que conectan los huesos del cráneo en los recién nacidos y que normalmente permiten el crecimiento y la expansión del cráneo durante la infancia y la niñez temprana. En los casos de turricefalia, la sutura sagital se fusiona antes de lo previsto, impidiendo el crecimiento transversal normal del cráneo y provocando un crecimiento compensatorio en longitud, dando lugar a un cráneo alargado y estrecho.

La turricefalia es la forma más común de craneosinostosis, una categoría de condiciones que involucran la fusión prematura de una o más suturas craneales. En general, la turricefalia no se asocia con otras anomalías y los afectados suelen tener un desarrollo normal. Sin embargo, en algunos casos, la turricefalia puede estar asociada con condiciones sindrómicas, que involucran una serie de características clínicas adicionales y pueden requerir un manejo más complejo.

El diagnóstico de la turricefalia generalmente se basa en una combinación de la apariencia clínica del niño y la confirmación mediante técnicas de imagen, como la radiografía o la tomografía computarizada. Es importante identificar la turricefalia a una edad temprana para permitir un tratamiento oportuno y minimizar las posibles complicaciones, como el aumento de la presión intracraneal o la deformidad facial.

El tratamiento de la turricefalia generalmente implica cirugía para corregir la forma del cráneo y permitir un crecimiento normal del cerebro. El objetivo de la cirugía es liberar la sutura fusionada y remodelar el cráneo para proporcionar suficiente espacio para el crecimiento cerebral. La cirugía para la turricefalia se realiza generalmente en el primer año de vida, y los resultados son típicamente muy buenos, con una mejora significativa en la forma del cráneo y un desarrollo normal posterior.

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