DICCIONARIO MÉDICO

Traumatismo renal

¿Qué es un traumatismo renal?

El traumatismo renal se refiere a cualquier lesión que afecte al riñón y que sea causada por un impacto físico o un golpe. Se trata de una afección médica de potencial gravedad, debido al papel crucial que juegan los riñones en la eliminación de desechos y el mantenimiento del equilibrio de líquidos y electrolitos en el organismo. Las lesiones renales pueden variar desde contusiones menores hasta laceraciones profundas que pueden poner en peligro la vida del individuo.

El traumatismo renal puede ser causado por una variedad de factores. Los accidentes de tráfico, las caídas desde alturas considerables, los golpes directos en la zona lumbar o abdominal durante la práctica de deportes y la violencia interpersonal son causas comunes de traumatismo renal. Además, las heridas penetrantes, como las heridas de bala o de arma blanca, pueden causar lesiones renales graves.

Las lesiones renales suelen clasificarse según su gravedad. En la escala de lesiones renales de la American Association for the Surgery of Trauma (AAST), se describen cinco grados de lesiones, desde el grado I, que incluye contusiones menores y laceraciones superficiales, hasta el grado V, que implica laceraciones profundas que atraviesan la corteza y el sistema colector renal, y la avulsión del pedículo renal.

Los síntomas de traumatismo renal pueden variar dependiendo de la gravedad de la lesión. Los síntomas comunes incluyen dolor en el abdomen o en la espalda, sangre en la orina (hematuria), moretones en la zona de la lesión, y signos de shock en casos graves, como presión arterial baja y pulso acelerado. Es importante destacar que la ausencia de hematuria no excluye la posibilidad de una lesión renal significativa.

El diagnóstico de una lesión renal se basa en la evaluación clínica, que incluye un examen físico y un historial detallado del mecanismo de la lesión. Las pruebas de laboratorio, como un análisis de orina y pruebas de la función renal, pueden ser útiles para evaluar el grado de daño renal. Las pruebas de imagen, como la ecografía y la tomografía computarizada (TC), son herramientas diagnósticas esenciales para identificar y clasificar las lesiones renales.

El tratamiento del traumatismo renal depende de la gravedad de la lesión. Las lesiones menores (grados I y II) a menudo se manejan de forma conservadora con reposo, hidratación y vigilancia cuidadosa de los signos vitales y la función renal. Las lesiones más graves (grados III a V) pueden requerir intervención quirúrgica, especialmente si hay signos de hemorragia incontrolada o si la lesión ha causado una obstrucción en el sistema urinario. La cirugía puede incluir reparación renal, embolización selectiva de los vasos sanguíneos o, en casos extremos, la nefrectomía, que es la eliminación del riñón afectado.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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