DICCIONARIO MÉDICO

Tratamiento antirrechazo

¿Qué es el tratamiento antirrechazo?

El tratamiento antirrechazo, también conocido como terapia de inmunosupresión, es una intervención médica fundamental en el campo de los trasplantes de órganos y tejidos. Su objetivo es prevenir y controlar el rechazo del trasplante, que ocurre cuando el sistema inmunológico del receptor identifica al órgano o tejido trasplantado como un objeto extraño y emprende un ataque para eliminarlo.

El rechazo del trasplante es una reacción inmunológica normal y esperada, por lo que se requiere el uso de medicamentos inmunosupresores para moderar esta respuesta. Los medicamentos antirrechazo actúan de varias maneras para inhibir la respuesta inmunitaria, evitando que el sistema inmunológico ataque y dañe el órgano o tejido trasplantado.

Los corticosteroides son un tipo común de medicamento antirrechazo que reduce la inflamación y modera la actividad del sistema inmunológico. Los agentes de mantenimiento, como la ciclosporina y el tacrolimus, inhiben la activación de las células T, que son actores clave en la respuesta inmunológica contra los trasplantes. Los medicamentos antimetabolitos, como el micofenolato mofetilo y el azatioprina, también son utilizados en la terapia antirrechazo. Estos fármacos interfieren con la replicación de las células del sistema inmunológico, lo que limita su capacidad para montar una respuesta contra el órgano o tejido trasplantado.

El tratamiento antirrechazo es un equilibrio delicado. Por un lado, debe ser lo suficientemente fuerte como para prevenir el rechazo del trasplante. Por otro lado, la supresión excesiva del sistema inmunológico puede dejar al paciente vulnerable a infecciones y aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Por esta razón, la dosificación y el ajuste de los medicamentos antirrechazo se realizan con precisión y se monitorizan de cerca.

Además, el tratamiento antirrechazo suele ser necesario durante toda la vida del receptor del trasplante, aunque las dosis pueden reducirse con el tiempo. Los médicos también pueden ajustar el régimen de medicamentos antirrechazo en respuesta a los signos de rechazo del trasplante o a los efectos secundarios de los medicamentos.

Otra consideración importante en la terapia antirrechazo es el monitoreo del estado del órgano o tejido trasplantado. Esto generalmente implica análisis de sangre regulares y, en algunos casos, biopsias del órgano trasplantado para buscar signos de rechazo. La detección temprana y el tratamiento del rechazo del trasplante son vitales para la supervivencia a largo plazo del órgano o tejido trasplantado.

El rechazo del trasplante puede manifestarse de diferentes formas, desde rechazo agudo que ocurre poco después del trasplante hasta rechazo crónico que se desarrolla lentamente a lo largo de muchos años. El manejo del rechazo del trasplante, ya sea agudo o crónico, puede requerir una intensificación temporal de la terapia antirrechazo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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