DICCIONARIO MÉDICO

Transporte tubular renal

¿Qué es el transporte tubular renal?

El transporte tubular renal es un proceso esencial en la fisiología renal que permite a los riñones filtrar la sangre, eliminar los desechos y reabsorber sustancias útiles al cuerpo, regulando así el equilibrio de agua y electrolitos, y manteniendo la homeostasis del organismo. Los riñones son órganos complejos que desempeñan un papel crucial en la eliminación de los productos de desecho del metabolismo del cuerpo y en el mantenimiento de la composición química de la sangre. El proceso de filtración de la sangre y formación de la orina ocurre en millones de unidades funcionales de los riñones llamadas nefronas. Cada nefrona consta de un glomérulo, que es una red de pequeños vasos sanguíneos, y un túbulo renal, que es un conducto largo y retorcido.

El proceso de formación de la orina comienza con la filtración de la sangre en el glomérulo. La filtración glomerular es un proceso pasivo, en el que el agua y las pequeñas moléculas se filtran desde la sangre hacia el espacio de Bowman, un componente de la nefrona, dando lugar al filtrado glomerular. Este filtrado contiene agua, electrolitos y moléculas pequeñas como la glucosa y la urea. A diferencia de la sangre, este filtrado está libre de células y proteínas de gran tamaño.

Tras la filtración glomerular, el filtrado entra en el túbulo renal, donde tiene lugar el transporte tubular. Aquí, ciertas sustancias se reabsorben desde el filtrado de nuevo a la sangre, mientras que otras se secretan desde la sangre hacia el filtrado. La reabsorción y la secreción en los túbulos renales son procesos activos que implican el transporte de sustancias contra su gradiente de concentración, lo que requiere energía en forma de ATP.

La reabsorción tubular es un proceso crítico para conservar sustancias útiles que el cuerpo necesita. Por ejemplo, casi toda la glucosa y aminoácidos, y una gran cantidad de agua y sodio se reabsorben en el túbulo proximal, la primera sección del túbulo renal. El asa de Henle, la siguiente sección del túbulo renal, reabsorbe más agua y sodio, y también contribuye a la concentración de la orina. El túbulo distal y los conductos colectores, las últimas secciones del túbulo renal, ajustan finamente la reabsorción y secreción de varias sustancias para mantener el equilibrio electrolítico y ácido-base.

La secreción tubular, por otro lado, permite a los riñones eliminar sustancias adicionales de la sangre. Este proceso es particularmente importante para la excreción de productos de desecho del metabolismo y sustancias exógenas, como los medicamentos. La secreción de hidrogeniones y amonio también juega un papel crucial en la regulación del pH sanguíneo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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