DICCIONARIO MÉDICO

Tiloma

¿Qué es un tiloma?

El tiloma, también conocido como callosidad o heloma, es una lesión cutánea caracterizada por un engrosamiento localizado y endurecimiento de la piel, que se produce como respuesta a la fricción, la presión o el roce repetitivo en una zona específica del cuerpo. Los tilomas son comunes en las áreas de mayor presión o fricción, como los pies, manos, codos y rodillas, y pueden ser motivo de consulta médica debido al dolor o molestias que ocasionan en algunas personas.

Desde el punto de vista histológico, el tiloma se forma por la hiperqueratosis, que es el aumento en la producción de queratina en las células de la epidermis, la capa más superficial de la piel. Esta hiperqueratosis conduce a un engrosamiento y endurecimiento de la piel, lo que crea una barrera protectora frente a la presión o fricción a la que se ve expuesta la zona.

Los tilomas pueden clasificarse en dos tipos principales: el heloma duro y el heloma blando. El heloma duro es más compacto, tiene un núcleo central endurecido y suele ubicarse en áreas de mayor presión, como las prominencias óseas de los dedos de los pies. Por su parte, el heloma blando presenta una textura más suave y húmeda debido a la maceración de la piel, y se localiza habitualmente entre los dedos de los pies, donde la humedad es más elevada.

El tratamiento de los tilomas varía en función de su tamaño, ubicación y gravedad, así como del nivel de molestias que generen. En primer lugar, es importante identificar y eliminar los factores causales, como el uso de calzado inadecuado, las deformidades óseas, las posturas incorrectas o las actividades que generen fricción excesiva. También puede ser útil la aplicación de medidas de protección y prevención, como el uso de almohadillas, separadores de dedos o apósitos, así como la reducción de la presión en la zona afectada mediante plantillas ortopédicas.

En cuanto a las intervenciones terapéuticas, el tratamiento conservador de los tilomas incluye la reducción mecánica del engrosamiento de la piel mediante técnicas de desbridamiento, que consiste en eliminar las capas superficiales de piel endurecida con instrumentos como bisturíes, tijeras o limas. Este procedimiento, generalmente llevado a cabo por profesionales de la salud como podólogos o dermatólogos, puede ser complementado con la aplicación de productos queratolíticos, que ayudan a disolver y eliminar el exceso de queratina en la piel.

En casos de tilomas dolorosos o recurrentes que no responden a las intervenciones conservadoras, puede ser necesario recurrir a tratamientos más invasivos, como la corrección de deformidades óseas mediante cirugía ortopédica, la infiltración de corticosteroides para reducir la inflamación y el dolor, o la extirpación quirúrgica del tiloma.

La prevención de los tilomas es fundamental para evitar su aparición y recurrencia. Algunas medidas preventivas incluyen el uso de calzado adecuado y cómodo, la higiene y cuidado de la piel y el control del exceso de humedad.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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