Tensión intraocular

¿Qué es la tensión intraocular?

La tensión intraocular, también conocida como presión intraocular (PIO), es un parámetro clínico fundamental en oftalmología que se refiere a la presión que ejerce el humor acuoso, un fluido transparente, en el interior del ojo. Esta medida es esencial para el mantenimiento de la forma y el correcto funcionamiento del ojo. La presión ocular se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y es un indicador clave para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades oculares como el glaucoma.

El humor acuoso se produce en el cuerpo ciliar, una estructura situada detrás del iris, y fluye a través de la pupila hacia el ángulo formado por el iris y la córnea. Desde allí, se drena a través de una estructura llamada malla trabecular hacia los canales de Schlemm y finalmente al torrente sanguíneo. Este flujo constante de humor acuoso nutre y oxigena las estructuras del ojo y mantiene la presión ocular.

En condiciones normales, la presión ocular oscila entre 10 y 21 mmHg. Sin embargo, este rango puede variar dependiendo de factores como la edad, la raza y las variaciones circadianas. Por lo general, se realiza una medición de la PIO durante los exámenes oftalmológicos rutinarios.

Una alteración en el equilibrio entre la producción y el drenaje del humor acuoso puede llevar a un aumento de la presión ocular, una condición conocida como hipertensión ocular. Si la hipertensión ocular persiste, puede causar daño al nervio óptico y resultar en glaucoma, una enfermedad que puede llevar a la pérdida irreversible de la visión si no se trata.

Por otro lado, una presión ocular baja o hipotensión ocular, aunque menos común, también puede ser perjudicial y puede ser indicativa de una inflamación ocular, una fuga de humor acuoso después de una cirugía ocular o una disminución en la producción de humor acuoso debido a ciertos medicamentos o a una enfermedad del cuerpo ciliar.

La medición de la PIO se realiza mediante tonometría, un procedimiento rápido, sencillo y generalmente indoloro. Los tonómetros más comúnmente utilizados son el de aplanación de Goldmann, considerado el estándar de oro, y el tonómetro de no contacto o "soplo de aire".

Es importante subrayar que una presión ocular normal no excluye la posibilidad de glaucoma, ni una presión ocular elevada significa necesariamente la presencia de esta enfermedad. Por lo tanto, la presión ocular es solo uno de los parámetros que se deben evaluar al examinar la salud ocular de un individuo. El examen del nervio óptico, la evaluación del campo visual y la medición del espesor corneal son pruebas adicionales que se utilizan para un diagnóstico completo y preciso.

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